Thursday 28 de March, 2024

POLíTICA | 07-01-2018 03:17

Exclusivo: así está la casa de Alfredo Yabrán por dentro

El domicilio del asesino de José Luis Cabezas en Pinamar está intacto. Parrilla, pileta, patio y un amplio living. Cómo se ve.

El sillón, cómodo, amplio, blanco, de primera marca, está intacto. Las baldosas, con la cera aún fresca, se mantienen con el mismo cuidado. Una tonelada de juguetes -¿de la nieta?- se apilan en una esquina, y parecen fuera de lugar, demasiado inocentes. El fantasma de Alfredo Yabrán sigue ahí, entre las paredes, vigilando Pinamar desde la altura. Sus hijos, herederos de un imperio millonario, se aseguran de que así sea: conservan la casa como si el asesino de José Luis Cabezas fuera a cruzar la puerta en cualquier momento. "Narbay", el hogar del oscuro empresario, está incrustado en la ciudad costera como un yuyo maligno.

Más que casa es una mansión. El chalet ocupa un terreno de más de 700 metros cuadrados, tiene al menos cinco habitaciones, cochera para tres autos, tres cámaras -que se pueden ver- que apuntan hacia afuera, aunque parecen apagadas y resabios de los años en que Yabrán vivía y controlaba Pinamar. El pasto está recién cortado, las flores muestran todo su color, el agua de la pileta es transparente, invitando al chapuzón.

En la cocina se puede apreciar rápido que ya nadie habita -al menos con regularidad- la casa, aunque el año pasado NOTICIAS encontró a una desorientada joven durmiendo en su interior, que decía desconocer la identidad de los dueños de "Narbay". La heladera está abierta, desconectada, y sobre las botellas de alcohol se pueden ver las únicas motas de polvo de la casa.

El frente de la casa es imponente. Las ventanas están limpias, las cortinas blancas cubren su interior, y el cartel de "Narbay" -palíndromo del apellido del empresario- desafía a quien se pare a mirar.

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