La familia Moyano está dividida en cuatro partes. Y se debe analizar de ese modo. Por un lado están las tres tandas de hijos biológicos de Hugo Moyano. Los primeros son Pablo y Paola, los cuales llegaron durante el primer matrimonio con su primera esposa. Luego están Facundo y Hugo junior, producto de una relación extramatrimonial. Y por último, Jerónimo, producto de la relación con Liliana Zulet, su actual pareja. Por otro lado, hay una cuarta tanda de jóvenes que se ganaron un lugar en el clan Moyano: los hijos de Liliana Zulet. Ellos son Valeria Salerno y Juan Manuel Noriega Zulet.
Estos últimos dos se acogieron al blanqueo de capitales en el último plan que impulsó el Gobierno. Ahora, desde las mismas oficinas gubernamentales surge la información sobre los detalles de esa “exteriorización de bienes”, como se llamó el plan. Según informes de la Unidad de Información Financiera (UIF), Juan Manuel Noriega Zulet y Valeria Salerno blanquearon alrededor de 1,1 millón de dólares durante el 2016. De acuerdo con el diario La Nación, el documento de la UIF además relata que los ingresos que justifican el blanqueo están ligados a actividades vinculadas al Sindicato de Camioneros. Tanto Salerno como Noriega Zulet participan en empresas proveedoras del gremio como Aconra SA, Dixey SA y Iarai SA, entre otras. Esas empresas además registran propiedades en Capital y la Provincia de Buenos Aires. Tienen departamentos en lazona de Barracas y casas quintas en Parque Leloir, donde vive el propio Moyano con su familia.
La excéntrica vida de Juan Manuel Noriega Zulet fue revelada por NOTICIAS cuando se detallaron sus bienes en Puerto Madero y la empresa para tunear autos callejeros. El hijastro de Moyano tiene un taller en la zona de Barracas donde personaliza autos y los prepara para competiciones de calle. Algunos de los vehículos que tuneó son de su propiedad o de las empresas ahora investigadas. Entre sus “joyas automovilísticas” tiene un BMW M4 negro, un Subaru Impreza WRX STI, una camioneta RAM 1500, una moto Triumph Daytona 675 y un Chrysler PT Cruiser. Este último, según sus redes sociales, lo está preparando en el taller de Barracas. Cuando viaja al exterior le gusta alquilar autos italianos como Lamborghini o Maseratti, especialmente en Miami. El mes pasado viajó a Nueva York para recibir la Navidad junto a su novia instructora de fitness, Florencia Martínez Cabrera. Ambos son amantes de los tatuajes y el buen vivir.
A diferencia de Valeria Salerno, Juan Manuel Noriega Zulet ha sido visto junto a su padrastro Hugo Moyano, acompañándolo en actos del sindicato o la CGT, donde se lo suele confundir con un custodio más por su estilo musculoso y tatuado, similar al boxeador “Patón” Basile, militante del gremio de Camioneros.
La Justicia ya puso un ojo sobre los hijastros de Moyano en el contexto de una embestida global contra el sindicalismo con casos como el de la UOCRA de Bahía Blanca y el de Marcelo Balcedo. En este caso, entendieron que el ascenso económico de los hijos de Liliana Zulet está atado al crecimiento de los negocios que rodean al líder camionero.
por Rodis Recalt
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