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POLíTICA | 24-04-2019 12:53

Martín Lousteau: los planes del multicandidato

Habla en paralelo con Macri y Lavagna. ¿Vice, sparring en las PASO o senador? El factor “Coti”.

Martín Lousteau hizo su negocio, otra vez. Se reunió con unos y otros. Se instaló como candidato y se fue. Este fin de semana largo partía al exterior para dar clases en un viaje que se extenderá hasta fin de mes, mientras la política arde.

Se encontró con Mauricio Macri en dos oportunidades: el viernes 5 en Olivos y el jueves 11 en la Casa Rosada. Y habló con el Presidente durante casi una hora por teléfono: “Lo hacen siempre”, aseguran en su entorno para sobreactuar desinterés, pero esta vez tuvo una connotación tan especial que lo puso de nuevo en el centro de la escena. Porque además, fiel a su estilo, el miércoles 10 se juntó con Roberto Lavagna, el posible candidato de Alternativa Federal. Impredecible.

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A los oídos de Macri llegaron las críticas que muchos formadores de opinión estaban realizando sobre su encierro en la mesa chica del PRO. El equipo técnico lo confirmó: era momento de salir del laberinto amarillo en el que suele refugiarse. Por eso pergeñaron un acercamiento al radicalismo, en medio del rumor de que el centenario partido podía irse de Cambiemos para apoyar a Lavagna: llamaron a los gobernadores de la UCR, a Enrique “Coti" Nosiglia y a Lousteau.

Trascendió todo. Era un buen negocio para los dos que la noticia se filtrara. “A Mauricio lo muestra dialoguista, receptivo de escuchar críticas, cercano al radicalismo”, analizan dirigentes PRO sobre los encuentros. A Lousteau le viene aún mejor: ya se instaló como candidato.

Decisiones. En un esfuerzo infructuoso por mostrarlo como orgánico de la Unión Cívica Radical, en el entorno del economista aseguran que no habrá definiciones personales: “Martín no va a decir qué hacer, porque se debe al partido”, juran ante NOTICIAS. El edulcorado mensaje se desinfla apenas se toma en consideración que recién se afilió al radicalismo en diciembre de 2017. A esa altura ya había sido ministro de Producción de Buenos Aires y presidente del Banco Provincia con el ex gobernador Felipe Solá, ministro de Economía con Cristina Kirchner y embajador en Estados Unidos con Macri. Además, había sido electo diputado por un frente que creó, Evolución.

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“Lousteau es una incógnita, hasta para los propios radicales”, dice un dirigente histórico de la UCR. Y concluye: “Ni uno solo de nosotros puede asegurar si en dos años va a estar acá. Lo de él es un proyecto autobiográfico”.

Las visitas del economista a Macri generaron ruido porque desde adentro de la Casa Rosada hicieron correr la versión de que podía convertirse en vice. “¿Si no por qué lo va a llamar tanto? Mauricio hace así: te indaga para saber si puede confiar en vos o no”, comenta una fuente que tiene despacho en Balcarce 50. Pero no sería más que un intento de engaño para dejar conforme al radicalismo. “El que conoce a Mauricio sabe que jamás llevaría un candidato a vice que no sea de su riñón. Si te dicen algo distinto no lo conocen o te están mintiendo”, corrige un dirigente muy cercano al Presidente.

De hecho, Macri ya probó y sabe que si algo no puede hacer con

Lousteau es confiarse: el economista lo ofendió cuando se volvió de manera anticipada de la embajada de Estados Unidos para competir como diputado y volvió a hacerlo a principios de este año, cuando dijo que “no había que tener miedo de competir en las PASO”, en medio de una gira por Asia en la que viajaba como invitado del Presidente. Macri se enojó, pero en su entorno directamente estallaron de furia.

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“Nunca fue Mauricio el enemistado con Martín”, dicen cerca de Lousteau en un intento de bajarle las revoluciones al tema. Y agregan: “Quizás el enojo venga de Marcos Peña, que lo siente como un competidor”.

Este nuevo acercamiento contó con una importante previa: Enrique “Coti” Nosiglia, uno de los que conservan mayor poder en el radicalismo, se había juntado con Marcos Peña primero y con el Presidente después. A “Coti” lo sindican como el impulsor de la candidatura del economista, aunque él tiene una respuesta rápida cada vez que se lo señalan: “Martín está bastante grande como para que yo lo lleve de la mano”.

El abanico de Lousteau para las próximas elecciones es tan amplio como ecléctico: además de vice, algunos lo sindican como candidato a senador del oficialismo y en el radicalismo unos pocos sueñan con abrir las PASO de Cambiemos para que compita contra Macri. También tiene lugar en la alternativa de Lavagna. Y una última jugada, por si los escenarios anteriores fracasan: no jugar. Todavía tiene mandato en Diputados hasta 2021.

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Mientras tanto, el ala peronista de Cambiemos vive el acercamiento sin preocupación. Están convencidos de que es un “bluff”. Es que ellos ya estuvieron en esa posición: es una apertura mentirosa, para las cámaras. “Ya lo hizo con nosotros y ustedes titularon que se agrandaba la mesa chica. Nunca pasó”, comentan muy cerca de un dirigente pejotista de primera línea en Cambiemos. Creen que volverá a pasar.

Plan B. No había transcurrido una semana de la primera reunión con Macri y faltaba un día para la segunda, pero Lousteau se probó otra camiseta. Se juntó con Roberto Lavagna para hablar de economía. Ambas partes le restan importancia, pero a dos meses del cierre de listas ningún encuentro es casual.

A Lousteau le importa la Capital, no le importa otro cargo. Va a jugar acá porque tiene unos huevos así grandontes”, graficó el sindicalista Luis Barrionuevo en una entrevista en Canal 26.

Para el analista político Rosendo Fraga, sería la mejor opción para el economista que, como todo político, sueña con llegar algún día al sillón de Rivadavia. “Desde la vicepresidencia es más difícil llegar a la presidencia que desde la jefatura de Gobierno. La experiencia de De la Rúa y Macri indica eso. La ciudad de Buenos Aires se convirtió en una exitosa generadora de candidatos a presidente”, analiza para justificar por qué cree que el ex ministro de Economía va a aceptar esa propuesta. La única contra es que el propio Lavagna aún no se decide a participar.

Lousteau, mientras tanto, se ocupa de otros asuntos. En su oficina de Palermo hace política, pero en el despacho de Diputados su equipo continúa trabajando en la tarea legislativa. No quiere descuidar ese asunto. Tampoco deja de lado su “costado docente”, como lo llaman sus asesores. Si bien debe rechazar la mayoría de las charlas que le proponen por falta de tiempo, elige y realiza viajes al exterior para dar conferencias.

Gaspar, el hijo de seis años que tuvo con la actriz Carla Peterson, ocupa el resto de su día. “Este año empezó primer grado y ama ir a buscarlo a la escuela y jugar con él. Es su tiempo sagrado”, aseguran sus íntimos. El otro momento donde la política queda completamente a un costado es cuando juega Independiente. El resto es rosca, pero a sus 48 años y después de tantos cargos en diferentes espacios políticos ya está acostumbrado.

“Lousteau es el mejor cuadro político de Argentina, pero el peor tiempista. No sabe elegir”, dice un dirigente que lo conoce desde sus inicios. Está a tiempo de revertir ese grave inconveniente. O tendrá que seguir esperando su oportunidad.

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