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EN LA MIRA DE NOTICIAS | 28-05-2019 17:14

Urtubey o Massa, entre el voto elegante y el voto pillo

La nueva cumbre de Alternativa Federal abrió la puerta de las PASO pero sigue dejando un final abierto a sorpresas.

Este año electoral parece ser el de los vices. O mejor dicho, de las fórmulas. Ante un escenario bloqueado por la polarización Macri-CFK, quienes a su vez comparten un índice de rechazo social inusitado, la táctica de campaña 2019 trasladó su juego a un casillero más abajo que el sillón de Rivadavia. Alternativa Federal no parece ser la excepción.

La cumbre de Córdoba -que juntó para una foto más a Massa, Urtubey, Schiaretti y Pichetto- arrojó una aparente diferencia profunda entre el PJ alternativo y las dos grandes fuerzas de la grieta. Mientras Cambiemos y Unidad Ciudadana definieron sus candidaturas presidenciales sin esperar ninguna interna, Alternativa Federal acaba de anunciar que se inscribirá en la carrera presidencial con candidato propio, que surgirá de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias. En sus explicaciones a la prensa, los referentes de ese espacio aprovecharon para diferenciarse éticamente del duopolio KM, que apelan al dedazo para armar sus propuestas.

En efecto, Macri se resiste no solo a bajarse (como le piden muchos adentro y afuera de Cambiemos) sino también a competir en unas PASO con otros aspirantes a presidir el oficialismo en 2020, inaugurando el posmacrismo antes de lo esperado. El líder PRO derivó la presión por abrir la fórmula a, en todo caso, negociar el cargo de vicepresidente: en esa posición secundaria se concentra toda la discusión electoral que está dispuesta a conceder la Casa Rosada. Por su parte, la resistencia de Cristina Fernández a bajarse (como le pidieron muchos peronistas y hasta susurraron varios kirchneristas temerosos de las encuestas) se resolvió con el mágico escape de CFK por la puerta oculta que lleva al despacho de vice. Tanto Macri como Cristina encuentran en la vicepresidencia el comodín que les permite bloquear la fórmula presidencial para sí, mostrando a la vez un supuesto gesto de apertura que calme los reclamos de recambio generacional y/o ideológico. Al menos por ahora, cuando falta aún casi un mes para el cierre oficial de listas.

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Mientras gana tiempo para definirse por la opción electoral más conveniente, en Alternativa Federal también se tientan con jugar la tómbola del vice. En las filas de uno de los precandidatos más nítidos del “PJ racional”, le buscan a Juan Manuel Urtubey una compañía que le insufle potencia a su moderada postulación: hay quienes se ilusionan con la esposa de Schiaretti, Alejandra Vigo, como una vice para el salteño, que aporte cupo femenino y clima de batacazo cordobés. Esa fórmula, o una menos cordobesa pero femenina y amplia, le permitiría a Urtubey no el éxito en 2019, pero quizá sí un porcentaje digno para proyectarse al futuro de una renovación peronista irreversible en el caso de que el cristinismo no gane. Urtubey podría ser la cara fresca del peronismo antigrieta, una opción disponible para quienes no quieren perdonar a Cristina ni premiar los errores económicos de Macri. El voto elegante.

El otro nombre que suena, por ahora el más ruidoso, en Alternativa Federal es Sergio Massa, quien se sumó -o fingió sumarse- al anuncio de ir con candidato propio surgido de una PASO. Pero con Massa nunca se sabe. El jueves 30 lo seguirá barajando con su equipo del Frente Renovador, siempre tentado de encarnar el voto pillo, que gane por picardía. Y teniendo en cuenta sus charlas subterráneas con el kirchnerismo, no debería sorprender a nadie, faltando largas semanas para el cierre de listas, que Massa interprete la invitación ecuménica del PJ Federal como una green card para meterse en la oferta electoral K con la mochila presuntamente cargada de votos peronistas moderados. ¿Aprovechando qué hueco? El massismo viralizó sigilosamente la duda sobre la postulación de Cristina incluso a la vicepresidencia. Quizá no sea para ocuparlo él, pero el lugar vacante que -según esa hipótesis audaz- podría dejar CFK desbloquearía la fórmula K lo suficiente como para imaginar una gran PASO panperonista. Todavía es tiempo de soñar.

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*Editor ejecutivo de NOTICIAS.

por Silvio Santamarina*

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