Apenas a veinte minutos de Ciudad Vieja y en pleno Montevideo rural se encuentra la Bodega Bouza, un emprendimiento enoturístico de vinos ejemplares. Los Bouza, fieles amantes del campo, sellan la calidad de sus productos bajo la premisa de un mejor resultado basado en la pequeña escala sumada al “savoir faire” del enólogo Eduardo Boido. Más allá de poder visitar la viña, la bodega y la cava, el establecimiento, abierto al público desde el año 2004, cuenta con un acogedor y elegante restaurante.
Desde hace tres meses, al timón de los fogones se encuentra el chef francés Laurent Lainé, conocido por su participación como jurado en la edición uruguaya del célebre concurso televisivo MasterChef, con amplia trayectoria liderando restaurantes de lujo en Francia, Punta del Este y Buenos Aires.
Próximo a la recepción del restaurante se ubica un acogedor living con cómodos sillones, estufa y una interesante biblioteca. Acomodados al calor de la chimenea prendida, probamos el excelente Albariño del año, el blanco emblema de la casa cuya cepa conecta a la familia con su origen gallego.
La sala, de porte elegante, cuenta con dos espacios diferenciados, amplios ventanales y una cocina a la vista del cliente. Lainé conserva la apreciada costumbre de dar la bienvenida a los clientes y hacer las recomendaciones pertinentes. El servicio, impecable, estuvo a cargo del sommelier rochense Lucas. Los vinos en carta poseen el mismo valor que en tienda, algo poco frecuente en restaurantes donde, habitualmente, el precio está gravado con el servicio.
Para abrir boca, junto con el pan sirvieron aceite de oliva virgen extra, manteca y tapenade -un paté de origen italiano a base de aceitunas, anchoas, ajo y alcaparras-. Como entradas elegimos el Fundido de queso de tetilla con pimientos del piquillo y el Paté de campo. El queso, elaborado artesanalmente por Juan Bouza, de 92 años, sigue la receta gallega original con el diferencial que otorgan en boca las características de nuestro “terroir”. El suave y delicado paté de hígado de pollo, elaborado con vino blanco, oporto y cognac, venía acompañado de tostadas y cebolla confitada al tannat.
De entre los principales nos inclinamos por el entrecôte de cordero con puré de calabaza y salsa de mostaza -perfecto en su punto de cocinado-, y el plato del día, un excelente y memorable guiso de chauchas al vino con muslo de pato. Para maridar elegimos el Monte Vide Eu, un blend excepcional y equilibrado con un 50% de tannat, un 30% de merlot y un 20% de tempranillo. La frutilla de la torta la puso el soufflé de Martín Fierro acompañado de crema batida. Una propuesta original y deliciosa que eleva el popular postre a categoría de restaurant.
La bodega cuenta además con servicio de transporte previa reserva y de celebración de eventos. Dada la elevada afluencia de público, se recomienda reservar.
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VINOS
BELLA DONNA. Tannat 2017. Antigua Bodega Stagnari. La Paz, Canelones.
Rubí con reflejos azulados. En nariz frutos rojos maduros y notas a menta fresca. En boca equilibrado con caninos jugosos y carnosos. Final envolvente. Ideal con guisos, carne de caza, carnes rojas y cordero. Precio Baco: $360.
OMBÚ. Tannat 2017. Bodega Bracco-Bosca. Piedra del Toro, Atlántida, Canelones.
Rubí oscuro. En nariz aromas a fruta madura, violetas y pimienta negra. Vino elegante y equilibrado en boca. Final prolongado. Ideal con pastas, quesos curados, embutidos y empanadas. Precio Baco: $370.
ATLÁNTICO SUR. Reserve Tannat 2017. Viñedos costeros de Maldonado, Canelones, San José y Colonia.
Rubí intenso. En nariz aromas a frutos rojos y negros, nuez moscada y una nota vegetal. En boca fresco e intenso, con permanencia prologada. Ideal con pescado azul y pastas rellenas con salsas a base de tomate o crema. Precio Baco: $440.
por Alva Sueiras
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