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CIENCIA | 17-02-2020 14:18

Exclusivo: habla la especialista argentina que lucha contra el coronavirus en EE.UU

La médica graduada en la UBA, Gabriela Frank, revela cómo se prepara la mayor potencia mundial para darle pelea al virus más temido. Las cifras de infectados aumentan de a más de mil por día.

El brote de coronavirus sigue expandiéndose por el mundo con cifras de afectados que pueden saltar de a miles en un solo día. Para el viernes 21 de febrero los contagiados ya trepaban a 76.769 es decir, 1.021 nuevas personas enfermas, comparadas con la que había habido el jueves 20. Los países afectados, 26, y los muertos 2.247, el 99% en China. Una de las primeras naciones a la que llegó el coronavirus fue a Estados Unidos, que aún con un número muy bajo de casos (15), desde las primeras semanas de enero ya se preparaba para afrontar lo que podría ser una crisis.

Una de las especialistas que está a la vanguardia de esta lucha en el país del norte, es la argentina Gabriela Frank. Nacida en Buenos Aires y criada en la Patagonia, es directora médica del Centro de Contención Biológica del Denver Healt. Ese hospital especializado en afrontar infecciones peligrosas es una de las diez instituciones de este tipo que hay en los Estados Unidos, donde hoy están en alerta para combatir al coronavirus y cuidar a sus potenciales pacientes.

Frank es la única argentina en puestos de responsabilidad de estos lugares. “Han sido semanas atareadas, de muchas llamadas y reuniones telefónicas de planeamiento, entrenamiento a personal que no pertenece a la sala de contención biológica, porque existe el riesgo de que la demanda exceda al número de camas disponibles en la sala. También intentamos mantener a todos calmos y sin pánico”, le dice por teléfono a NOTICIAS, desde una nevada Denver.

La médica  se enteró del brote de este virus, justamente, en la Argentina. Había viajado para pasar fin de año con su familia y vio las novedades a través de los medios de comunicación. Desde entonces comenzó un procedimiento que ella conoce bien: se reforzaron los entrenamientos del personal médico del Denver Health, y la sala especial que distingue a este hospital se mantiene lista y preparada.  

Gabriela Frank

Noticias: ¿Cómo es el entrenamiento ante un posible caso de coronavirus?
Gabriela Frank: Sobre todo, entrenamos al personal en cómo ponerse la protección, algo que es muy importante no sólo para cuidarlos sino también para evitar la propagación. En el caso del coronavirus, usamos una máscara que se llama N95, protección ocular (anteojos o antiparras), bata y guantes. Para este virus no empleamos el traje especial que se usa para el ébola y para otras enfermedades hemorrágicas virales. Recomiendo a todos los profesionales de salud practicar cómo poner y cómo sacar las máscaras, que miren videos y entrenen, porque la mayor cantidad de veces uno se contamina porque se saca mal la máscara o el camisolín. Son procedimientos que pueden tardar entre diez minutos y media hora, lleva su tiempo. La gente piensa que es fácil sacarse la máscara y lo hace como si se sacara una bufanda. Pero es donde más cuidado hay que tener, para no contagiarse y no transmitir el virus.

Noticias: ¿Qué tiene esa sala que la hace tan diferente a las comunes?
Frank: Son dos salas completamente aisladas, habitaciones a presión negativa, separadas del resto del hospital y hasta con laboratorio propio. Están preparadas hasta para hacer diálisis, tienen ducha, juegos, comunicación con el exterior. Tienen un régimen intenso y muy estricto: a cada uno que entra –y se necesitan 10 personas cada cuatro horas para ambas- hay que monitorearlo por 21 días, y nadie accede sin una muy estricta autorización. Si hubiera un paciente de coronavirus, iría a esta sala.

Noticias: ¿Cómo reaccionaron las autoridades médicas de los Estados Unidos y cómo repercutió eso en su trabajo?
Frank: El 17 de enero hubo una primera llamada en la que nos juntamos los tres centros regionales de tratamiento para ébola, para estar todos de acuerdo en cómo iba a ser el tratamiento y el tiempo de protección personal que los proveedores de salud tenían que tener. El 30 de enero la Organización Mundial de la Salud, la OMS, declaró una emergencia de salud pública internacional y el país declaró emergencia pública nacional el 31 de enero. Eso significa que hoy se hacen “screening” o escaneos en más de 15 aeropuertos por todo el país: se interroga a los pasajeros que llegan y se les toma la temperatura. A los que vienen directamente de China o de Wuhan (ndR: la ciudad donde se originó el coronavirus) se los coloca en cuarentena durante dos semanas, y a las personas que estuvieron en algún país con casos confirmados se les pide que ellos mismos se mantengan en cuarentena, en su casa, para que no expongan a más gente.

Noticias: ¿Se imagina atendiendo pacientes con coronavirus?
Frank: Por ahora el riesgo, más allá de los casos que tenemos y de que el Gobierno haya declarado la emergencia de salud pública, sigue siendo bajo y probablemente sea también así en la Argentina, donde llegamos a febrero sin casos. Pero esto evoluciona día a día y es tremendamente dinámico: estamos preparados para recibir pacientes, tenemos el lugar y el entrenamiento.

Crisis previas. ¿Epidemia? Frank, que egresó en 1998 de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires e hizo su residencia en el hospital Dr. Cosme Argerich, trabajaba en el Denver Health cuando surgió el mortal brote del virus ébola que comenzó en el  2012. Aquellos tiempos fueron claves para establecer lo que es actualmente la lógica de la lucha contra estos virus.
“Para combatir el ébola en el 2014 la secretaría de Salud de los Estados Unidos dedicó fondos para crear el NETEC (National Ebola Training and Education Center) y con ese dinero se crearon estos diez centros regionales de tratamiento, tanto para el ébola como para patógenos especiales. Uno de ellos fue el de Denver, y por eso estoy involucrada con el coronavirus”, cuenta Frank, que también es profesora en la Universidad de Medicina de Colorado, también en los Estados Unidos.

Noticias: ¿Qué tan parecido es este momento a lo que fue aquél del brote de ébola?
Frank: La gente lee mucho y se asusta por demás. El ébola tenía, cuando arrancó, un 90% de mortalidad, y en el caso del coronavirus es del 2 al 4%: la experiencia nos viene demostrando que quienes mueren a causa de este virus son personas con problemas de salud preexistentes. Otra diferencia que había con el ébola es que incluso por acá había miedo, porque la tasa de mortalidad, que ahora bajó al 65%, era altísima (Ver Recuadro). Por ejemplo, para el equipo, que se compuso en aquel momento, sólo tomábamos voluntarios: atender a un paciente teniéndole miedo es riesgoso.

Noticias: O sea, comparado con el ébola, el coronavirus no es grave.
Frank: La verdad es que, más allá de que se están registrando muchos casos en poco tiempo, la mortalidad del coronavirus es baja. Esto no significa que no hay que darle la importancia que tiene: es importante y es muy contagioso, hay que tomar las precauciones necesarias, como lavarse las manos, o intentar no viajar a zonas donde hay muchos casos. Sin embargo, la probabilidad de enfermarse de coronavirus en los Estados Unidos (o en la Argentina) es muy reducida. En esta época de gripe es mucho más factible que alguien se enferme y termine en terapia intensiva por una gripe estacional que por el nuevo coronavirus surgido en China.

Noticias: ¿Cuándo habrá una vacuna?
Frank: Se está trabajando en eso, en los Estados Unidos, en China y en otros países, y se estima que en aproximadamente tres meses habría una vacuna. Esperamos que con las medidas simples, como lavarse las manos, cuidarse, no salir de la casa, se pueda prevenir que el brote siga extendiéndose a este ritmo, y que el mismo vaya disminuyendo.

 

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Juan Luis González

Juan Luis González

Periodista de política.

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