“¡Soy feliz! Este fue un festejo para que la gente viva en arte. Llegamos en el colectivo 67 con todos los chicos con las máscaras y caras pintadas como Picasso, bailamos el vals con los invitados vestidos de negro y con anteojos tire el ramo, comimos la torta de 4 pisos” , escribió Marta Minujín, en su cuenta de Instagram, al celebrar sus 80 años.
Acompañada de numerosos artistas del performance, prolijamente disfrazados, la platinada artista plástica festejó en Malba con un destacado despliegue. Vestida de rosa y con sus emblemáticas gafas, Minujín llegó al museo bajándose de un colectivo y acompañada de un séquito enmascarado. Algunos de los presentes confesaron que la celebración de cumpleaños fue digna de sus obras performativas más audaces.
El curioso público se agolpó en la entrada del museo para recibir a Minujín que, ni bien ingresó, comenzó a bailar, en el hall de entrada, el clásico vals de Johann Strauss, el “Danubio Azul”. Varios visitantes fueron parte del convite, como por ejemplo su hijo Facundo Gómez Minujín, presente durante el festejo.
Las máscaras y las caras pintadas fueron en homenaje a Pablo Picasso, por los 50 años de su muerte, los mismos motivos que utilizó para su famoso "Kidnappening", una presentación que realizó en Nueva York en 1973. Luego de la danza, la agasajada saludo a los invitados, sacándose fotos y selfies. Tras pasear por el salón, fue el momento de cortar torta negra, con cintas del mismo color.
"Espero que disfruten porque esta es una celebración con participación. Es maravilloso. Este museo es mi casa, acá hice la primera retrospectiva. Y este año habrá otras dos muy grandes en la Pinacoteca de San Pablo y en el Museo Judío de Nueva York, y La Menesunda va a recorrer Inglaterra y Dinamarca”, declaró con profunda emoción la cumpleañera.
Entre los invitados se encontraban artistas como Luis Felipe Noé, Guillermo Kuitca, Graciela Hapser, Adriana Rosenberg, Mariana Marchesi, Alicia Herrero y Delia Cancela, entre otros. El cierre se dio cuando Minujín lanzó al público su ramo de flores negras, a lo que siguió el lanzamiento del tul de la cabeza. “Chau”, se despidió la artista plástica ante los amigos que seguían fotografiando a la celebridad platinada.
“Ahora estoy casada con la eternidad que es algo invisible, intangible, como estela de un cometa. Gracias a todos los que se divirtieron conmigo en Malba y a la distancia, fue brutal. ¡Arte, Arte, Arte!” concluyó Marta Minujín en su posteo de agradecimiento en las redes sociales.
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