Thursday 25 de April, 2024

CULTURA | 09-07-2021 00:01

Entre el exilio y la muerte: el trágico desenlace de los padres de la Independencia

Cuál fue el triste desenlace que tuvieron la mayoría de los diputados que firmaron el acta del 9 de julio. Opinan Marcelo Calabria y Eduardo Lazzari.

La historia argentina estuvo marcada por episodios de encuentros y desencuentros desde su origen que signaron, de alguna manera, los destinos del país. El 9 de julio, de las fechas más emblemáticas en Argentina, tiene también un trasfondo muy significativo ya que representó la consolidación de un proceso revolucionario que había comenzado en 1810. El Congreso de Tucumán reunió a 29 diputados que firmaron el acta de la tan anhelada Independencia. Muchos de ellos, reconocidas personas en sus provincias, lejos estuvieron de tener el reconocimiento que ameritaba por esa decisión trascendental en nuestra historia sino más bien el destino les tendría preparado un desenlace trágico y sangriento.

De acuerdo al Estatuto Provisional de 1815 la elección de los diputados significo un cambio a la hora de elegir los representantes ya que estos se iban a establecer de acuerdo a la cantidad de habitantes. Hasta ese entonces, se optaba por personas en base a sus jerarquías pasando a ser de esta nueva forma 1 diputado cada 15 mil habitantes. De esta manera, todas las provincias que conformaban las Provincias Unidas del Río de La Plata tendrían un gran poder de representación en el Congreso de Tucumán.

Este congreso  tenía una función legislativa y otra constituyente. Funcionaba como un poder legislativo sin un temario determinado más allá de que las cuestiones principales eran dos: Declarar la Independencia y una Constitución. Comenzó a sesionar un 24 de marzo de 1816 hasta fines de 1819, momento en el que caería el Directorio. Fueron 33 diputados electos de los cuales 14 eran sacerdotes, 16 abogados y 3 militares, recordando que era muy poca la gente que sabía leer y escribir en ese entonces. Sin embargo, 29 fueron los que estuvieron presentes al momento de firmarse el acta de Independencia.

Eduardo Lazzari, reconocido historiador y presidente de la Junta de Estudios Historicos del Buen Ayre (JEHBA), sostiene al respecto: “El Congreso de Tucumán tuvo un éxito extraordinario. Desde ese momento quedó establecida la voluntad de constituir un país y el enorme mérito de ese congreso es que la Argentina gracias a esa obra política se convierte en el país de habla hispana más grande del mundo hasta hoy. Eso es un mérito que da una idea de unificación que tuvieron los hombres de julio”.

Marcelo Calabria, historiador, escritor y docente, afirma: "Los diputados que representaron a las distintas provincias, al tomar esa decisión central que fue sancionar la independencia de las Provincias Unidas del Río de La Plata, en sesiones que fueron muy álgidas y no había un absoluto consenso, tomaron una enorme decisión en uno de los momentos más difíciles de la historia. San Martín ya tenía una visión continental y por eso necesitaba este paso jurídico para decretarnos como naciones independientes y luego realizar el Cruce de los Andes".

El bloque que representaba a la región de Cuyo estuvo compuesto por cinco diputados: Tomás Godoy Cruz y Juan Agustín Maza por Mendoza, Fray Justo Santa María de Oro y Francisco Narciso de Laprida por San Juan y Juan Martin de Pueyrredón por San Luis. Fueron los primeros en ser elegidos a mitad de 1815 y contaban con una fuerte influencia del por entonces gobernador de esa zona, ni más ni menos que San Martin. Al momento de declararse la Independencia, este grupo de “legisladores” tuvo un papel fundamental. Laprida era el presidente del Congreso, Godoy Cruz mantenía conversaciones diarias con San Martin y Pueyrredon era quien encabezaría el directorio. Quizás, estos lugares de privilegio comenzaron a marcar su suerte a futuro.

Lazzari agrega que: "La mayoría de esos hombres cuando en 1820 acaba el experimento de un gobierno nacional por la caída del Directorio en la Batalla de Cepeda (1 de febrero de 1820) adhirieron al ideario unitario. O por lo menos creían en un gobierno de unidad y su participación en las guerras civiles hicieron que algunos murieran de una forma espantosa como Laprida peleando en las guerras civiles en el año 1829 en Mendoza. De hecho, no se conserva ni su cadáver”.

Por su parte, Calabria reflexiona: “Quizás uno de los casos más paradigmáticos que señalan el devenir de los hombres que participaron en ese congreso es la muerte trágica, sumida en la guerra de unitarios y federales, que terminará teniendo Francisco Narciso de Laprida. Quienes lideraron la guerra de la independencia y tuvieron papeles destacados terminaron en el exilio o muertos”.

Jorge Luis Borges, en su “Poema conjetural”, el cual pertenece al libro “El otro, el mismo” (1964), recuerda ese momento particular que vivió Laprida. El escritor refleja, de una manera literaria, como imagino que fueron los últimos segundos de vida del diputado unitario: “Zumban las balas en la tarde última. Hay viento y hay cenizas en el viento, se dispersan el día y la batalla deforme y la victoria es de los otros. Vencen los bárbaros, los gauchos vencen.  Yo, que estudié las leyes y los cánones,  yo Francisco Narciso de Laprida, cuya voz declaró la independencia de estas crueles provincias derrotado, de sangre y sudor manchado el rostro...”

Otros padres fundadores de la patria no tuvieron un destino con mejor suerte que el de Laprida. Godoy Cruz tuvo que exiliarse en Chile mientras todos sus bienes eran confiscados. Santa María de Oro también fue desterrado al país trasandino donde se lo involucró en un acto reaccionario a favor de O’Higgins y lo deportaron a la isla Juan Fernández. Maza tuvo que abandonar Mendoza y murió en la “masacre de Chacay”, luego de ser traicionado por federales. Pedro Castro Barros, fue tomado prisionero y tuvo que padecer un simulacro de fusilamiento en Buenos Aires. Teodoro Sánchez de Bustamante fue encarcelado, se exilió en Bolivia, donde finalmente murió. 

Calabria argumenta que esta situación fueron “Paradojas quizás de la historia pero parte de momentos turbulentos que se vivieron no solo en la época de la independencia sino incluso después en las guerras civiles entre unitarios y federales donde muchas de esta personas se vieron involucradas. Podríamos decir que fue una manera ingrata de terminar sus días por los servicios que habían prestado a la patria”.

Lazzari añade que: “La adhesión a las ideas unitarias, el hecho de no tener oficios de militares casi ninguno, terminó de hundir a muchos de ellos a fines de la década del 20’ y principio de la década del 30’ conduciéndolos a tener un destino trágico. Las guerras civiles que empiezan en 1814 y terminan en 1861 costaron cerca del 20% de la población argentina, algo que en general no se destaca”.

Calabria deja un pensamiento final sobre todo este proceso:” Quiero destacar el legado de unidad, esa unidad con la que señalizaron el camino sobre todo San Martín y Belgrano. Esa que significaba dar un norte, una conducción a esa guerra de la independencia, dejando de lado todos los intereses personales en pos del bien común, ese al cual tempranamente Belgrano ya había comenzado a hacer referencia en sus escritos. Esa gran causa nos deja un legado de unidad, sobre todo de amistad en la alianza de Manuel Belgrano, José de San Martín y Martín Miguel de Güemes, los tres grandes líderes de la revolución junto a muchos otros padres fundadores que dieron todo por la libertad de América”.

Con motivo de un nuevo aniversario de la declaración de la Independencia, vale recordar esta historia de olvido y traición que sufrieron muchos de los responsables de dar el puntapié inicial para convertirnos en una nación. Personas que tuvieron una importancia tan grande en un contexto lleno de caos y que el correr del tiempo intentó silenciar. Estos diputados, guiados por la convicción de San Martin y Belgrano, merecen un reconocimiento en este 9 de julio. Para que nuestra Independencia cobre un sentido de memoria y respeto hacia aquellos que se la jugaron por la patria.

 

*Florencia del Vecchio es alumna de la Escuela de Comunicación de Perfil.

por Florencia del Vecchio

Galería de imágenes

En esta Nota

Comentarios