Thursday 28 de March, 2024

ECONOMíA | 29-03-2020 16:49

Cómo golpea la pandemia a las empresas

Crisis del sector privado. Opinan Costantini, Acevedo, Grinman, Chemes y Iannizzotto.

La economía argentina en tiempos del coronavirus repta. El campo sigue produciendo para alimentar a la población y para generar las divisas que el país necesita para recaudar e importar insumos básicos, pero con algunos escollos. El transporte de pasajeros está suspendido y el de carga debe sortear restricciones a la circulación. De las fábricas, operan las de remedios, comida y artículos de higiene, y sus proveedores como los fabricantes de envases, cartón y madera, pero las alimentarias lo hacen a media máquina porque el cierre de restaurantes, bares y hoteles disminuye la demanda. Solo Toyota y la autopartista Mirgor hablan de producir respiradores, como la industria automotriz en EE.UU. De los comercios, apenas abren los que venden esos productos esenciales. La cadena petrolera funciona en niveles mínimos.

Pese a su impacto económico, el empresariado en general apoya el aislamiento sanitario que impuso el gobierno de Alberto Fernández. Y elogia cómo los funcionarios atienden sus reclamos. Hay consenso de que el Banco Central debe imprimir billetes para financiar al Estado y que este, a su vez, asista a las personas más vulnerables y a las empresas en riesgo, que son la mayoría.

En el campo comenzó la cuarentena con algunos conflictos con gremios que exigían mejores remuneraciones y condiciones de salubridad en la vendimia, la cosecha de peras y manzanas, en centros de acopio de cereales o puertos. El Ministerio de Trabajo respondió que deben tomarse los recaudos sanitarios, pero dictó la conciliación obligatoria para que la discusión salarial quede para después. “Aparte hay un problema de supervivencia: los trabajadores van a trabajar porque viven de lo diario y la cosecha es un momento de buena plata”, explica el presidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), Carlos Iannizzotto, que reconoce que arriesgan su salud en estos tiempos de pandemia.

Demoras. Las cosechas no están siendo tan grandes como las de 2019, pero se mantienen altas y con cotizaciones recuperándose al ritmo de la reactivación de China, origen del coronavirus. En las próximas semanas miles de camiones llegarán a los puertos del Gran Rosario trayendo soja y maíz. “Se tendrá que ver la logística”, advierte el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) y director de Aceitera General Deheza (AGD), Miguel Acevedo. Timbúes, uno de los puertos de la zona, amenazó con cerrar por salud, pero finalmente seguirá operando.

Coronavirus, el impacto económico

Hay municipios que impiden el paso de camiones y complican el abastecimiento de alimentos, con el consiguiente encarecimiento del transporte. De ahí que hayan aumentado precios en carnicerías y verdulerías. En los supermercados, bajo control más estricto, aseguran que los mantienen sin cambios.

Mientras, YPF les aseguró a los camioneros la provisión de alimentos en sus estaciones de servicio, con lo que solucionó otro inconveniente del transporte. También hay demoras con los camiones que ingresan al país, pero nadie les pide a los conductores que guarden los 14 días de cuarentena.

Casi todas las industrias están paradas, pero “las empresas podrán pagar los salarios de marzo”, pronostica Acevedo. Prevé dificultades para abril. Destaca que a partir de este 26 de marzo volvió a funcionar el clearing, con los que los proveedores empezaron a cobrar cheques de clientes. Claro que algunos de estos, muchos de ellos comercios, carecen de fondos para abonar. De ahí que corra riesgo la cadena de pagos, sobre todo a partir del 1 de abril, dado que la mayoría de los cheques se fecha para principios de mes. Un poderoso empresario de la industria alimentaria advierte que ahora la prioridad son los sueldos: “Muchos se van a fumar los pagos de servicios y créditos”.

Crédito. “El Gobierno va a tener que hacer algo”, opina el presidente de la UIA. Lo mismo juzga Mario Grinman, secretario de la Cámara Argentina de Comercio (CAC). Esta entidad pidió que las compañías puedan acceder a créditos al 0% para pagar los sueldos, y no al 24%, como dispuso el Gobierno. “Nadie toma al 24% porque es caro”, opina Grinman. En uno de los mayores bancos nacionales admiten: “Los fondos están disponibles. Algunos empezaron a tomarlos, pero sobre todo hay empresas y personas tomando descubiertos o préstamos que tenían precalificados. Y aprovechan la postergación de pagos de créditos y tarjetas hasta el 1 de abril”.

La CAC también pidió agilizar el acceso a los subsidios Repro e incluso su ampliación, dado que consisten en $ 16.000 por empleado, pero en el comercio el salario mínimo asciende a 41.000. Además, reclama que la rebaja de aportes patronales no sólo beneficie a la gastronomía y el turismo. Es que el 70% de los negocios está cerrado y emplea a 2,8 millones de personas, según el secretario de la Cámara de Comercio.

“Las empresas deben seguir abiertas porque si no, dejan gente en la calle”, advierte Grinman. “Ahora no se puede despedir porque hay doble indemnización, pero hay comercios que pagarán salarios en cuotas o echarán mano de ahorros. Los supermercados no tendrán problemas, pero otros sí y lo veremos a principios de abril”, añade.

Hasta en el campo advierten por la cadena de pagos. “La producción funciona, pero no hay movimiento de plata. En 15 días veremos dónde estamos parados”, señala el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jorge Chemes.

De todos modos, Chemes, Acevedo y Grinman destacan cómo los funcionarios los escuchan y solucionan la mayoría de los inconvenientes. Cada mañana a las 11 comparten una videoconferencia el presidente y los vicepresidentes de la UIA para comentar dificultades y después trasladárselas a los ministros de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y de Trabajo, Claudio Moroni, al secretario de Industria, Ariel Schale, o al presidente del Banco Central, Miguel Pesce. A las industrias en función les preocupan las trabas logísticas a la importación de insumos, sobre todo por cierres de puertos en otros países. Destacan cómo la Aduana agilizó las exportaciones.

Coronavirus, el impacto económico

“Por ahora no hay despidos”, comenta el presidente de la UIA.”Posiblemente después de mayo haya si sigue la cuarentena”, alerta.

Industria. “Gracias a Dios, la Argentina tiene industria de alimentos, farmacéutica y de artículos de limpieza”, destaca el ex presidente de la UIA y directivo de Arcor Adrián Kaufmann Brea. “Otros países dependen de importar todo”, ejemplifica. El director ejecutivo de la Cámara Industria de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA), Eduardo Franciosi, destaca que su sector mantiene el ritmo e incluso ha elevado la producción de artículos como alcohol en gel. CILFA, que ha donado US$ 2 millones en equipos, elogia la facilitación de importaciones de insumos.

El sector bancario opera con un décimo de su personal en las oficinas y tranquilo por la extensión del uso del servicio electrónico. Hay empresas que reclaman que se habiliten sucursales para depositar el acumulado de efectivo, pero el Gobierno solo ha autorizado algunas del Banco Nación para las estaciones de servicio.

Eduardo Costantini, uno de los principales empresarios del país, tiene su desarrolladora inmobiliaria Consultatio y su museo MALBA paralizados, pero pagará los sueldos y aportará a una campaña de colegas que buscan recaudar US$ 100 millones para la Cruz Roja. “Tenemos reservas. Después de los salarios se les dará prioridad a los proveedores pequeños, como contención social. Y luego, las obligaciones gubernamentales”, plantea Costantini, mientras se espera que otros empresarios se retrasen en los impuestos. Costantini recomienda ampliar el seguro de desempleo y préstamos a tasa subsidiada para las pymes inactivas. 

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Alejandro Rebossio

Alejandro Rebossio

Editor de Economía y columnista económico de Radio Perfil.

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