El paisaje es idílico, de ensueño. Pero muy pocos, apenas un puñado de privilegiados, tienen la posibilidad de disfrutarlo. El Lago Escondido está cercado desde los 90, cuando el magnate británico Joseph Lewis se enamoró del lugar y se lo compró a quienes lo habitaban por 12 millones de dólares.
Allí, además, el multimillonario inglés, dueño de una de las fortunas más grandes de su país, construyó una mansión a tono con la espectacularidad del lago y de las montañas que lo rodean. Para no desentonar, el inmueble es puro lujo, según lo que se había podido apreciar desde afuera. Pero poco se conocía de su interior, hasta ahora.
Es que un empresario mostró en su cuenta de Instagram algunas imágenes de la impactante casa. Primero desde afuera, desde una lancha en medio del Escondido. Luego desde adentro, desde uno de los livings con una espectacular vista al lago. “Un tríptico irreplicable”, lo calificó el visitante con sobrados fundamentos.
Con las cortinas abiertas, el agua celeste del espejo de agua y las montañas de fondo impactan. Pero deben competir con fastuosas obras de arte que cuelgan de las diferentes paredes del lugar, según la filmación del empresario que estuvo en la mansión. Entre otros cuadros, se luce allí “El sueño” de Pablo Picasso, una obra valuada en más de un centenar de millones de euros.
Lewis, el dueño de uno de un paraíso dentro de Argentina, es además el propietario de una de las colecciones de arte más grandes e importantes del mundo. Además de las varias pinturas que acumula del artista español, se exhiben en sus casas (y hasta en sus yates) obras de Bacon, Modigliani, Klimt, Degas, Matisse o Botero, entre otros.
La indescriptible mansión de Lewis en la Patagonia sirvió de lugar de descanso del ex presidente Mauricio Macri durante diferentes pasajes de su mandato. El líder de Cambiemos, amigo personal del magnate británico, buscó despejar su mente de los problemas que acarreaba su Gobierno pasando algunos días en el oasis del sur. Ese del que había muchas fotos del exterior, pero del que poco y nada se conocía desde adentro.
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