Después de 580 días, Luiz Inácio Lula da Silva recuperó su libertad. Fue este viernes, pasadas las 16, luego de que el jueves el Supremo Tribunal Federal declarara inconstitucional la detención de acusados con condena en segunda, indicando que las penas deben comenzar a cumplirse una vez agotados los recursos de apelación. Por ese caso, y por los detenidos que saldrán de prisión, los hijos del presidente Jair Bolsonaro estallaron en las redes sociales.
El diputado nacional Eduardo Bolsonaro se quejó “liberan a bandidos y desarman al ciudadano. Pobre brasileño”. Y luego agregó, “ignoran el riesgo de liberar a 160.000 prisioneros. No olvide que los delincuentes cometen sus crímenes independientemente de si la víctima tiene razón o no”. Pero un legislador opositor lo corrigió y lo llamó “mentiroso”: no son tantos los detenidos que podrían salir. Por eso, el tercer hijo de Jair, indicó: “¡Ah! Sólo 4.800. Nada cambia la realidad de que el trabajador de hoy sienta una bofetada en la cara. Vaya allí, congresista millonario, pida justicia a Mariele y luego hable por la liberación de miles de bandidos solo para beneficiar a su líder arrestado”.
No fue el único. Carlos Bolsonaro, el segundo hijo del presidente, también se refirió a la decisión de la Corte: "Miles de presos serán soltados y atormentarán a todos más allá de la elección política, generará reflejos sociales y económicos serios internos y externos para quien está ahora y para quien puede venir".
El presidente de Brasil prefirió no hacer acotaciones sobre la liberación de Lula, pero sí resaltó la figura del juez Sergio Moro, quien hoy es su ministro de Justicia. “Él estaba cumpliendo su misión. Si no la hubiese cumplido, yo no estaría aquí”, dijo Bolsonaro. Y concluyó: “Entonces, parte de lo que ocurre en la política en Brasil se lo debemos a Moro”.
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