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PERSONAJES | 20-03-2017 15:30

Alejandra Radano: “Me da miedo hacer cosas banales”

La cantante y actriz se destaca en “Lo prohibido”. Desconfianza en el romanticismo, paso del tiempo y angustia por el San Martín.

El trabajo sin pasión puede ser triste, pesado. Para mí, en cambio, es el aire que respiro”, dice Alejandra Radano. Lleva un vestido negro muy sentador y una chalina sobre los hombros. En el bar Pony Line del Four Seasons Hotel, donde transcurre la charla, la refrigeración se hace notar y ella teme que le afecte las cuerdas vocales. Su voz es su principal herramienta de trabajo. Habla pausado y transmite cierta calma. Lo único estridente es su pelo rojo violento, a esta altura, un sello de identidad.

Radano es una diosa del teatro musical, con un background impecable y muchas horas de vuelo en el exterior. Eso no le impide ser sencilla y afable. Cero diva.

Le gusta definirse como intérprete y exploradora del musical. “Me encanta encontrar esa canción, esa música, esa poesía, ese discurso. Siempre estoy a la búsqueda del material y presto mi voz para todo eso. Para mí todo es teatro”.

Actualmente, se destaca en “Lo prohibido”, con libro y dirección de Betty Gambartes y Diego Vila, en el “Paseo La Plaza”. Allí encarna a Amelia, una mujer que se debate en un triángulo amoroso con su esposo y su hijastro, interpretados por Juan Darthes y Michel Noher. Pasión, romanticismo y mucho bolero.

Noticias: ¿Es de asumir desafíos?

Alejandra Radano: Siempre estoy con el radar encendido, tratando de encontrar el material que me plantee riesgos. Es salir de la zona de confort y hacer algo distinto.

Noticias: Debe ser inquieta.

Radano: Sí, todo el tiempo estoy estudiando. Tomo clases de inglés, francés, yoga y canto con Marcelo Velazco Vidal, mi entrenador vocal desde hace años.

Noticias: ¿Y en su vida personal?

Radano: Uno siempre está evolucionando, educando el carácter, las maneras, y también hay una necesidad de búsqueda espiritual. Es un todo, no está escindida la persona de la artista.

Hija de una madre pianista y un padre sociólogo y hermana de dos varones, de chica estudió piano e imaginó que por allí andaría su futuro. Pero a los 14 años descubrió el canto y su destino cambió. “La profesora de canto y el director de coro del conservatorio me decían: “Radano, dedíquese al piano, porque usted nunca va a ser cantante”. Eso, en vez de desalentarme, me puso más guerrillera. Pensé en ser cantante de ópera, pero no era mi naturaleza vocal. Y, enseguida, me atrapó el teatro musical. Todas las cosas que hacía y que me gustaban tenían que ver con esa disciplina”.

Visión acertada

En 1990 debutó con “Drácula”, de Pepe Cibrián Campoy y luego vendrían clásicos norteamericanos: “Cats”, “Beauty the Best”, “Chicago” y “Cabaret”. Pero si hay alguien importante en su carrera, ese fue Alfredo Arias, el director argentino radicado en París. Con él trabajó en Francia, Italia y Argentina y la dirigió en “Concha Bonita”, “Tatuaje”, “Cabaret Brecht Tango Broadway”, “Tortazo”, “Cinelandia” y “Deshonrada”, entre otras obras brillantes.

Noticias: ¿Qué le interesa contar como artista?

Radano: Me da miedo hacer cosas banales, que no tengan profundidad. Me interesan obras con contenido, que le sirvan a la gente y que no sean sólo una distracción. Me da tanto placer hacer este trabajo que me pregunto cuál es el fin para las otras personas y, a veces, entro en conflicto.

Noticias: ¿Qué le interesó cuando le propusieron “Lo prohibido”?

Radano: Yo ya había trabajado con Betty Gambartes y con Diego Vila. Pero, cuando me llamaron, dudé. No me veía en ese personaje, hablando de romanticismo, justo yo que lo miro con cierta desconfianza. Incluso, sugerí otras colegas para el papel. Pero Amelia me sorprendió, me di cuenta de que tiene que ver con mis ideas. Ella pudo deshacerse de una educación equivocada y tomó una decisión en su vida amorosa. Es hipermoderna. Por eso acepté y también porque están Diego y Betty. Sabía que iba a trabajar con rigor y calidad, que es lo que me interesa. Además, no hay tantos actores que canten como Juan y que tengan su physique, es el galán soñado. Y Michel trabaja con mucha conciencia y profundidad.

Noticias: ¿Cuál es su visión del amor?

Radano: La pasión es muy totalitaria, te desorganiza muchísimo. El amor es otra cosa, es compañerismo, crecer juntos, tener un objetivo en común.

Noticias: ¿Qué fue lo más loco que hizo por un hombre?

Radano: Irme a París para ver a un francés que había conocido en Buenos Aires y lo había tratado sólo una semana. Yo no conocía París y fui sólo por un día.

Noticias: ¿Valió la pena?

Radano: ¡Ay, sí, por favor! Me fui con un bolso, el pasaporte y un pulóver, porque era invierno. Después, esa relación continuó un poco, pero quedó ahí. Fue en 2001.

Noticias: ¿Y ahora está en pareja?

Radano: Estoy de novia hace siete años y estamos muy bien, pero no vivimos juntos. Es arquitecto.

Noticias: ¿Pensó en tener hijos?

Radano: Nunca jamás en la vida tuve deseos de tener hijos. Lo supe bien claro desde chica y nunca tuve conflictos. Si hubiese nacido en el Medioevo me hubieran quemado.

Noticias: ¿Le preocupa el paso del tiempo?

Radano: Ahora empecé a sentirlo, en la piel, en el cuello, pero no me preocupa tanto la estética o las arrugas, sino que el paso del tiempo me impida el trabajo.

Noticias: ¿Qué le gusta hacer fuera del trabajo?

Radano: Ir al cine, al teatro, hacer retiros de yoga. La pintura, ir a los museos, todo eso me nutre muchísimo. Además, me encanta cocinar y todos esos lugares de resistencia contra los agroquímicos. Me parece apasionante ese cambio de paradigma.

Noticias: Hay alguien muy importante en su carrera: Alfredo Arias. ¿Cómo se dio ese encuentro?

Radano: Alfredo estaba en Buenos Aires y vino a verme a Chicago. Ahí, me invitó a dar una audición para “Concha Bonita” en el Teatro Nacional de Chaillot, en París. Cuando Chicago bajó de cartel, al día siguiente, me tomé un avión, fui al casting y quedé seleccionada. Así comencé a trabajar con él y ya llevámos más de diez obras juntos. Alfredo es mi mentor. Y me permite pertenecer a una cofradía, donde todos los años hacemos una obra distinta. Además, es de una exigencia extrema, lo cual le agradezco.

Noticias: Usted hizo teatro musical en el exterior y acá. ¿Qué diferencias encuentra?

Radano: No importa tanto el lugar sino quién hace el teatro musical. Cuando hicimos “Chicago”, con Sandra Guida, vino el equipo norteamericano y fue espectacular. Ellos nos enseñaron mucho. Alfredo trabaja así. Y Diego y Betty también, en algún punto. En la Argentina hay mucha pasión y gente muy valiosa con muchas ganas de hacer, pero tiene que luchar contra la precariedad. El nivel artístico es muy bueno, pero te vuelve loco la estructura. Todo lo que pasó con el San Martín…. me siento súper impotente. Estoy esperando también que se abra el Alvear y que se saquen los andamios del Cervantes. Y hay que poner en valor el Teatro de la Ribera. Rescato lo que hicieron Gabriela Ricardes con Lombardi en el Cultural San Martín o Gustavo Mozzi en el CCK, ponerse al hombro semejante elefante blanco fue una maravilla. Pero no entiendo a los señores políticos. Y, cuando veo documentales como “Memoria del saqueo”, de Pino Solanas, me duele muchísimo el país.

Noticias: ¿Y cómo fue su experiencia en Francia?

Radano: También hay crisis, pero tienen otra estructura cultural y económica y más apoyo del Estado. Mi experiencia de trabajo allí ha sido impecable. Siempre me recibieron muy bien. Estoy muy agradecida.

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por Cecilia Escola

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