Friday 29 de March, 2024

PERSONAJES | 15-08-2021 00:05

Tomás Fonzi: “Siempre conviví con la incertidumbre”

El actor que volvió al teatro, habla de política, su rol en SAGAI, la paternidad y la familia. Compromisos y recuerdos.

Días después de concretar esta entrevista, el actor Tomás Fonzi, fue tendencia en las redes sociales por su opinión de cómo podría haber sido la gestión de la pandemia del coronavirus con el gobierno anterior. Es que si algo caracteriza al popular intérprete es su honestidad a rajatablas y no dudar al expresar lo que piensa. También con NOTICIAS abordó la realidad argentina, pero con mayor profundidad.

Noticias: ¿Cómo transita la “grieta”?

Tomás Fonzi: Es sumamente complejo. Tiene muchos más años de los que nos quieren hacer creer. No es K o anti K. Llegaron los europeos, apalearon a los pueblos originarios y se repartieron las tierras. Viene desde ahí. A mí me parte el corazón y me da mucha pena que pase. Creo que nos falta el telón de fondo que es sentirnos todos argentinos. 

Noticias: ¿Es nacionalista?

Fonzi: No. Ni creo que sea algo positivo para la humanidad. Sí, por supuesto, tenemos que respetar los orígenes y amar de dónde viene uno. Porque, en definitiva, somos hombres y mujeres en el mismo planeta. Las fronteras y las banderas son un limitante a nivel sociedad. Existen y están. 

Noticias: ¿A qué se refiere entonces?

Fonzi: Hay un montón de lugares donde existe el empresariado nacional, la burguesía nacional, donde a todos les conviene que esa industria sea próspera. Desde el eslabón más pequeño hasta la cabeza, todo funciona para un mismo bien. Acá esa cadena está rota y somos eslabones separados que no terminamos de unirnos nunca, ni siquiera por una conveniencia común a todos. La grieta es más grande de lo que nos conviene a cualquiera de los integrantes de la sociedad. Atraviesa desde los cimientos hasta el cielo, y nos paraliza. Las cosas en que podríamos estar de acuerdo tienen que ver con el sentido común, están más allá de la ideología o la posición socioeconómica y eso me genera frustración y pena.

Fonzi está en pareja con Leticia Lombardi, “desde hace 14 años”, acota orgulloso, con quien tiene dos hijos, Violeta de 11 años y Teo, que pronto cumplirá 6. 

Noticias: ¿Cómo es ser papá en el Siglo XXI?

Fonzi: Toda la experiencia de maternar o paternar cambió desde marzo del 2020. El desafío de las nuevas tecnologías, las redes y las pantallas por todos lados, siempre fue importante y es vital en estos momentos. Aunque hay que tratar de lograr cierta mesura. Estoy muy orgulloso tanto de la pareja que armamos, como de la familia que tenemos. Miro hacia atrás y solo sonrío, no sin que hayan existido dificultades y todo el desafío que implica mantener una estructura familiar, durante tanto tiempo. Ellos son la fuente de sonrisas más genuina que tengo. 

Noticias: ¿Cómo maneja la relación con sus hijos y el hecho de que vean a su papá en los medios?

Fonzi: Violeta lo tiene más naturalizado y creció con eso. Teo se conectó a la red hace poco tiempo. Ya a los tres o cuatro años empezó a registrar esas cosas. Violeta me vio desde chica en la televisión, en cambio con Teo estaba en una etapa más dedicada al teatro. Me causa gracia observarlos mirarme, ver sus reacciones. 

Noticias: Suena a que lo vive como una evolución. 

Fonzi: Sí, porque me vino muy bien a mí, sobre todo para tomar algunas decisiones que antes no tenían mucho impacto en nadie, salvo en mí mismo. Con la aparición de ellos hay otra responsabilidad. Tiene que ver con ser sincero, auténtico y coherente. Es una gran lección que me trajo beneficios. Uno siempre está observado y montado en un personaje. Elige qué muestra y qué no. Todo depende del contexto y de quién es tu interlocutor o espectador. Asumís distintos roles. Obviamente no soy el mismo al estar sentado de saquito en la tele, que en jogging y pantuflas pidiéndole que terminen de comerse los ravioles. 

Desde hace 3 años, Fonzi es parte de la comisión directiva de Fundación SAGAI, una organización sin fines de lucro creada en 2010 por la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes, con la finalidad de acompañar el desarrollo profesional y personal de actores y actrices.  

Noticias: ¿Cómo transitó los meses de no poder trabajar como intérprete?

Fonzi: El laburo del actor es inestable, irregular, difícil de pronosticar. Por supuesto el contexto de la pandemia lo agravó. Hubo épocas, a nivel industria, con más trabajo; pero las tiras diarias están cada vez menos en pantalla. Siempre conviví con la incertidumbre. Y lo digo desde el lugar de alguien que tuvo la fortuna o la suerte de tener cierta continuidad. Vivo de la actuación desde que comencé a laburar. Siempre digo que no estoy desocupado sino entre proyectos. A veces ese tiempo se hace más largo o más corto. La pandemia acentuó la incertidumbre porque la actividad se paralizó por completo. Además, nos agarró en un cambio de paradigma que abarca todo lo audiovisual, la forma de consumir contenidos, las plataformas on demand. Antes si querías ver tu serie era los martes, a tal hora, o la tira diaria a tal otra. Eso ya no existe. Cada uno ve lo que quiere, cuando quiere. 

Noticias: ¿El Estado tendría que tomar un rol más activo ante esa incertidumbre? 

Fonzi: Creo que si algo se comprobó es que los trabajadores de la cultura y la cultura en sí, somos esenciales. Nosotros, como personas, somos anexos. El consumo de ficción por las plataformas se disparó exponencialmente. Hay un impacto a nivel emocional y psicológico de lo que significó, en muchos aspectos, el tema del encierro y la pandemia. La parálisis o la falta de laburo. La ausencia de contacto con otro. Estamos hablando de salud. No me comparo con un cirujano ni con un terapista intensivo, pero creo que lo que hacemos es esencial. El arte siempre lo fue y lo será porque nos hace mejores personas, nos pone en contextos y en contacto con situaciones que nos alimentan. Todo el colectivo de la cultura y el arte debiera ser considerado primordial. 

Noticias: ¿Ayudó el IFE?

Fonzi: Sí, pero hay que crear leyes y marcos legales que sean de fomento para la industria. Para el teatro independiente y también para las series de Netflix. Debería haber incentivos impositivos, cupos laborales, condiciones claras de trabajo. Que los grandes tanques que se quieran producir en el país tengan un pie local para aplicar nuestras leyes a su esquema de laburo. Es mucho más amplio y urgente.

Noticias: ¿Se puede llegar a consensuar o generar ese debate desde entidades como SAGAI y la Asociación Argentina de Actores? 

Fonzi: Creo que es necesario y vital. Depende de ponerse de acuerdo en un montón de patas de la misma mesa. A veces hay conflictos. Ese, tal vez, es un tema más endémico nuestro porque sucede en otros lados. Hablo en general, desde el inversor, el que produce, el que toma las decisiones y el resto que incluye actores y actrices, técnicos. Hay que tener en cuenta los cambios que hay que hacer y no quedarse aferrado a normativas de una industria que ya no existe como la conocíamos. Lo ideal sería no estar siendo siempre el vagón de cola. Es muy difícil, pero tiene que suceder. Hemos sido potencia a nivel ficción, exportamos en otras épocas doradas. Comparándolo con la selección de fútbol, ya fuimos campeones. Es momento de revalidar nuestros títulos. Sabemos el talento con que contamos y la capacidad que hay para contar historias y conmover al público. 

Actualmente Fonzi conduce "Experimentores”, programa educativo de Pakapaka; participa en la aplicación gratuita "Foquito" de SAGAI, que acerca la experiencia de la lectura a los chicos, a través de la tecnología, e integra el elenco de “La fiesta de los chicos” en el teatro Astral. Sus inicios fueron en las ligas mayores: en TV con Cris Morena, en cine dirigido por Alejandro Agresti, con Cecilia Roth; y en el San Martín, junto a Alfredo Alcón en “La Tempestad” de Shakespeare, dirigidos por el español Luis Pascual. 

Noticias: ¿Qué recuerda de Alcón?

Fonzi: Era un amoroso absoluto. Tenía la mirada de un niño, con la misma avidez y curiosidad. Era como si se sorprendiera todo el tiempo… Me emociona porque yo era un ignorante, y lo sigo siendo, pero te miraba de igual a igual. Lo más importante es el compañero, generar el clima de laburo en el que el compañero es red. El propósito de contar el cuento, o generar emoción en el espectador, es mucho más grande que cada una de las partes. Eso creo que es lo que me enseñó o creí aprender de él. 

 

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Alejandro Ullúa

Alejandro Ullúa

Periodista crítico de televisión.

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