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POLíTICA | 21-10-2019 13:35

Investigación: el drama privado de Cristina Kirchner

La razón secreta de su nuevo viaje a Cuba: su hija desobedece a los médicos. Cambios en el tratamiento y ausencia en campaña.

Los últimos viajes de Cristina Kirchner a Cuba tuvieron una particular imprevisibilidad. Tras las PASO viajó del 22 de agosto al 30 de ese mismo mes. Regresó al país con la idea de retomar la campaña presidencial, pero diez días más tarde tuvo que volver.

Tenía previstas presentaciones de su libro “Sinceramente” en el interior y las canceló. Iba a regresar al país el 15 de septiembre, pero pidió una extensión y se quedó hasta el 19. Una semana después volvió a irse –otra vez de improviso– y nuevamente volvió a pedir una extensión hasta el 9 de octubre. Al principio las versiones que esbozaban desde el Instituto Patria eran que la ex presidenta iba a estar muy ocupada con la campaña presidencial y prefería dedicarle tiempo a su hija en ese momento para que luego, con el proselitismo a pleno, pueda enfocarse más. Al final esto nunca pasó. Cristina pasó en Cuba más tiempo del programado. ¿Qué cambió?

Según las fuentes del entorno de los Kirchner consultadas para esta nota, los médicos cubanos le recomendaron a la ex presidenta que su hija debería hacer un tratamiento más intensivo y se necesita autorización de un familiar para internarla. Las mismas fuentes afirman que, hasta hoy, el tratamiento de Florencia Kirchner era ambulatorio y lo realizaba en la casa donde vive, muy cerca del Cimeq (Centro de Investigaciones Médicas Quirúrgicas), la clínica donde se está tratando.

La preocupación de los médicos radicaba en que tras más de nueve meses de tratamiento, Florencia no presentaba mejoras significativas que le permitieran volver al país. Amigos de la familia Kirchner incluso sostienen que la hija menor de CFK habría tenido conductas rebeldes y desobedecido algunas órdenes de los médicos respecto del tratamiento. “La chiquita es rebelde”, reflexionan los amigos de Cristina sobre su hija. Los rumores en el entorno van un paso más allá. Hay voces del entorno íntimo de CFK que sostienen que Florencia habría puesto en riesgo su integridad física.

La salud de su hija es el mayor drama que enfrenta Cristina por estos tiempos. El tema la angustia al punto de impedirle hablar. Cuando presentó su libro en La Plata tuvo una breve reflexión sobre el dolor y contó que la situación personal de Florencia es una de las dos cosas más dolorosas que le tocaron vivir. “El dolor humaniza, te puede convertir en una bestia herida y con ganas de dañar a los demás, o puede convertirte en alguien que se solidarice, que ayude a los demás”, arrancó.

“Lo de Néstor fue un golpe muy, muy fuerte”, recordó y luego intentó hacer un comentario sobre su hija. “Lo de Florencia fue una cosa muy dura”, dijo y de inmediato aclaró y enfatizó: “Es una cosa muy dura para mí, todavía. No está tampoco él, que era su padre, y yo me siento responsable”. Cuando comenzó a decir la palabra “responsable”, su voz se quebró por completo y no pudo seguir.

Ausente. Dentro del peronismo señalan el duro momento personal de la hija de Cristina Kirchner como uno de los factores que la llevaron a correrse a un segundo plano en la campaña presidencial. Todos los dirigentes consultados para esta nota coinciden en que Cristina está enfocada ciento por ciento en la salud de su hija. Esta podría ser una de las explicaciones de por qué CFK no está al frente de la campaña presidencial, siendo una de las dirigentes más votadas del país.

Casi no va a actos por fuera de las presentaciones de su libro y la campaña está delegada en Alberto Fernández, quien se presentó el martes 8 en la sede nacional del PJ acompañado por los principales dirigentes del peronismo nacional. Allí estaba también Eduardo “Wado” De Pedro, el dirigente de La Cámpora con mejor relación con el peronismo. No estaba Máximo Kirchner, quien tampoco asoma por Cuba. ¿Por qué no visita a su hermana? Dentro del kirchnerismo no encuentran explicación a esta “ausencia” de Máximo en La Habana. Una de las explicaciones es que está enfocado en la campaña y Florencia está en buenas manos en Cuba.

Amigos de la familia afirman que suelen hablar por teléfono. Florencia llegó a Buenos Aires a vivir a la Quinta de Olivos cuando tenía 13 años y se fue a los 25. Es decir que pasó toda su adolescencia entre los muros custodiados por la seguridad presidencial. Durante gran parte de ese período, Máximo vivió en Río Gallegos, lejos y con una rutina muy distinta. No tienen tanto en común.

Cristina Kirchner

Durante los 12 años de kirchnerismo y aún hoy, Florencia, a pesar de no haberse dedicado a la vida pública, es objeto de interés periodístico por el solo hecho de haber sido la hija de dos presidentes. Desde el momento en que llegó al Congreso de la Nación acompañando a su padre para asumir como Presidente, el ojo de los medios no se despegó de ella. Fueron noticia sus primeras salidas con amigos, sus amores, sus viajes, el nacimiento de su hija, sus problemas judiciales y hoy su salud.

Durante esos años, tanto su padre como su madre estuvieron enfocados en la vida política y Florencia era cuidada por niñeras. Al principio estuvo en manos de Maquena Alfonso, la madre de un ex secretario de CFK, Isidro Bounine, y luego pasó a tener como tutora a Anabella Pasqualini, una psicóloga que la acompañó hasta el final del mandato de su madre, cuando se fue a vivir a Bariloche.

El estrés, los ataques de pánico y la pérdida de peso que le diagnosticaron en Cuba, luego del linfedema inicial en las piernas, tienen que ver con las diferentes presiones que enfrenta: las causas judiciales, la muerte de su padre, la relación con su madre y el acoso mediático. Antes de viajar a Cuba para perfeccionarse en el arte del cine circulaba la versión de que podrían ordenar su detención y hasta se especuló con que su permanencia en Cuba buscaba esquivar una posible prisión preventiva. NOTICIAS consultó con fuentes del juzgado que lleva adelante el trámite del juicio oral por las causas Los Sauces y Hotesur y afirmaron que la hija menor de CFK siempre estuvo a derecho e incluso comenzó a comparecer en la embajada argentina en Cuba cada 15 días, como muestra el documento que acompaña esta nota.

La semana pasada, el abogado de la familia Kirchner, Carlos Beraldi, presentó un nuevo informe médico remitido desde Cuba para responder a un pedido de los jueces para actualizar el estado de salud de Florencia. En el escueto informe no se dan demasiados detalles y solo se mantiene el impedimento de viajar que hoy tiene la hija de la ex presidenta. Cristina Kirchner estuvo en Cuba desde el 28 de septiembre hasta el 9 de octubre. Este último viaje tuvo la particularidad de haber sido de improviso y tuvo que pedir una extensión de dos días para regresar. Las explicaciones sobre estas improvisaciones no abundan, y son las que se consignaron en esta nota.

En La Habana, Florencia casi no recibe visitas. Han ido amigas, ha estado su hija Helena, acompañada por su padre y ex pareja de Florencia, Camilo Vaca Narvaja, y también ha recibido la visita de Jorge “Topo” Devoto, uno de los amigos de la familia que más está acompañando en este proceso. Cuando Florencia quedó internada en Cuba, Devoto ayudó mucho (ver recuadro). La hija de Florencia está viviendo en Buenos Aires con su padre y las comunicaciones entre madre e hija son a través de videollamadas.

Peronismo. Mientras tanto, Alberto Fernández gana terreno en la estructura peronista y frente a los actores de poder de la sociedad argentina como sindicalistas y empresarios. En las últimas semanas protagonizó escenas que lo muestran activo de cara a una hipotética presidencia suya. Uno de los chistes más recurrentes hoy en el ambiente político es que Fernández parece el presidente en ejercicio, mientras que Macri parece el candidato opositor. Esto es porque el primero colaboró para que los sindicatos aeronáuticos no hicieran paro durante el pasado fin de semana y también se mostró liderando un encuentro en la sede nacional del PJ, donde fue aplaudido y vitoreado por los dirigentes peronistas más relevantes del país. ¿Estamos asistiendo a la entronización del nuevo líder del PJ en la ausencia obligada de CFK? El gobernador tucumano Juan Luis Manzur ya se había referido a Alberto como el jefe del peronismo en una reciente visita del candidato a su provincia.

Alberto logró algo que parecía imposible, que el peronismo volviera a recibir a Cristina con los brazos abiertos. Tras años de disputa y destrato a manos de La Cámpora, hoy, como dice el candidato a presidente del Frente de Todos, están mirando hacia adelante. Mirar hacia atrás no le conviene a nadie.

La ausencia de Cristina en este momento clave de construcción de poder encuentra una explicación en el difícil momento personal que está atravesando. Pero esta novedad en la vida pública argentina no se remite solo a sus últimos viajes a La Habana. Cuando anunció que Alberto sería el candidato a vicepresidente ya había dado unos lineamientos de lo que ella buscaba para su futuro personal y para el del proyecto.

“Pertenezco a una generación que busca un lugar en la historia”, fue una de las primeras definiciones de aquel video publicado la mañana del sábado 18 de mayo. Para ese entonces Florencia ya estaba internada en Cuba y en pleno tratamiento, mientras en Argentina la discusión estaba enfocada en la especulación sobre quiénes serían los candidatos. Al anunciar a Alberto como candidato a presidente, les envió un mensaje a los dirigentes del peronismo que, escuchado a la distancia, muestra con claridad el plan que Cristina ya tenía para su futuro: “A mis compañeros y compañeras les pido que estrechemos filas acompañando esta fórmula militando y trabajando”. Luego se refirió al lugar que le gustaría ocupar dentro del nuevo proyecto y habló de su experiencia

. “Experiencia construida desde muy chica en la militancia política que tuvo como corolario el orgullo de haber sido ocho años presidenta de todas y todos los argentinos. Esa experiencia no estuvo exenta de errores, pero se transforma en un valor sólo si se la toma en cuenta y se la escucha. La experiencia es esto, la experiencia no es perfección. Creo más bien que sirve y estimula la comprensión”, sostuvo CFK. Alberto Fernández, hábil animal político, fue uno de los primeros en captar este mensaje y desde que se anunció su candidatura no se cansa de repetir que Cristina será una fuente de consulta permanente. A buen entendedor, pocas palabras.

Renunciamiento. Con el correr de los meses, el interrogante sobre quién gobernará se va despejando o, al menos, Alberto empieza a mostrarse autónomo respecto de Cristina Kirchner, tanto hacia adentro de la alianza que podría gobernar durante los próximos años como hacia afuera. La propia Cristina Kirchner entiende que el mundo en el que vive hoy es muy distinto de aquel en el que le tocó gobernar. Durante el kirchnerismo no había guerra comercial entre Estados Unidos y China. En Latinoamérica tenía aliados políticos como Lula Da Silva y Dilma Rousseff en Brasil, Rafael Correa en Ecuador o Michelle Bachelet en Chile. Los conflictos y los intereses internacionales necesitan que Argentina tome una postura más pragmática para que al país le vaya lo mejor posible.

Esto implica mantener buenas relaciones con el Brasil de Jair Bolsonaro, con Estados Unidos gobernado por Donald Trump y también con la Rusia de Vladimir Putin y la China de Xi Jinping. Administrar una relación pragmática y beneficiosa con todos estos actores implica tener todos los sentidos puestos en la política y Cristina tiene la líbido enfocada en un solo lugar: la salud de su hija.

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Rodis Recalt

Rodis Recalt

Periodista de política y columnista de Radio Perfil.

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