El viernes 3 de abril, en el día 15 de cuarentena, miles de jubilados se amontonaron en las puertas de los bancos para cobrar sus haberes: todo lo que no debía pasar. Las interminables filas que hubo en todo el país, podrían provocar un efecto contagio en la zona etaria más sensible, la que se debía cuidar con mayor intensidad.
Por eso, el abogado y defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, pidió al presidente Alberto Fernández la renuncia de Alejandro Vanoli, titular de ANSES y de los principales funcionarios de ese ente. “Esto era absolutamente previsible”, sentenció.
“Al reabrirse la actividad, después de tanto tiempo de bancos cerrados, llegaron a la noche anterior a los bancos para hacer filas”, dijo el defensor de la Tercera Edad. Y completó: “Esto es una medida insólita con la AUH, lo que habla de un despropósito con las autoridades de ANSES. Estuvieron divagando 15 días”.
Semino le apuntó, además de a Vanoli, al secretario de Seguridad Social, Luis Bulit Goñi. “No pueden seguir, porque a partir de hoy no sabemos cuáles son los efectos en este sector tan vulnerable”, dijo en diálogo con TN. Y agregó: “Tenían que haberle impuesto condiciones a los dueños de los bancos. Que den turnos. Hicieron todo lo contrario”.
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