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POLíTICA | 15-11-2019 10:24

El enojo de Alberto con Macri: suspendió la transición

El Presidente electo bajó la orden de pausar el proceso. Desde el Gobierno esperan novedades en una tensa calma.

Si no hubiera sido por que el vaso ya estaba rebalsado, el caos que se desató en Bolivia luego del golpe de Estado en el último domingo hubiera funcionado como última excusa. Pero la cuerda ya estaba rota desde antes.

En lo único que coinciden hoy ambos bandos es que hoy la distancia llegó al punto de que la transición entre Alberto Fernández y Mauricio Macri “está frenada”. En el bando del presidente electo van aún más lejos: “enojo”, es la palabra con la que definen el clima para con el gobierno saliente. Desde el macrismo esperan que llegue el 10 de diciembre y aguardan novedades con tensa calma.

En las dos veredas de la grieta coinciden en que el único momento esperanzador fue el que ocurrió en la mañana del lunes 28 de octubre, el día siguiente a las elecciones que consagraron a Fernández como el nuevo Presidente. Esa reunión fue calificada, por ambas partes, como positiva. Pero, desde entonces, el vínculo fue barranca abajo. Aunque volvieron a comunicarse por teléfono, al menos en cinco ocasiones, la relación se enfrió hasta congelarse.

Desde el albertismo aseguran que Fernández se “enojó” con Macri, y que bajó la línea a su tropa de “cortar” la transición. Además de la política y de las distintas visiones que tienen sobre el rumbo del país, y del continente –como se evidenció en la tensa charla que tuvieron este domingo, mientras Bolivia ardía-, desde el Frente de Todos aseguran que uno de los temas que terminó de irritar al futuro mandatario fueron, dicen, designaciones a dedo y a último momento en áreas sensibles del Estado, como en la Cancillería de Jorge Faurie -foco de las críticas de todo el peronismo en estos últimos días- o en la Anses.

Desde el Gobierno buscan desdramatizar la situación y afirman que la transición no es un proceso “demasiado elaborado” y que por lo tanto no hay mucho de que preocuparse por la frialdad que atraviesa el presente vínculo. “Las cuestiones básicas están resueltas, se cuidaron las reservas, que era lo más importante, y después no hay mucho más para hablar, ellos conocen bien el Estado y saben lo que van a encontrar”, dicen desde la Casa Rosada.

En aquellos pagos los funcionarios macristas empiezan a despedirse: preparan el 9 de diciembre para presentar su renuncia y comenzar a encarar la vida en el llano. “A todos nos conviene que pase el tiempo y que llegue el 10 de diciembre lo más calmo posible”, aseguran. Y se niegan a poner la otra mejilla. “Ellos nombraron sólo en los medios a un equipo de transición. Con nosotros nunca se comunicaron”, asegura un saliente funcionario. Según cuenta, en la mayoría de las carteras ninguno de sus responsables ni siquiera hablaron con los hombres y mujeres que los sucederán en menos de un mes.

Encima, en medio de estas tensiones ocurrió el golpe de Estado en Bolivia y las diferencias entre Fernández y Macri por este tema se hicieron sentir. Por ahora, la grieta está presente, aunque todavía queda tiempo hasta el 10 de diciembre.

 

 

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Juan Luis González

Juan Luis González

Periodista de política.

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