El Papa Francisco es uno de los grandes defensores de la economía popular y uno de los referentes de buena parte de los movimientos sociales, a quienes siempre tiene en cuenta en sus discursos o a la hora de organizar encuentros en El Vaticano. De hecho, en la CGT todavía varios recuerdan una anécdota del 2016: Juan Carlos Schmid, en aquel momento uno de los tres líderes de la central obrera, había vuelto de un viaje al Vaticano con la instrucción precisa de avanzar en la incorporación de los movimientos sociales a la CGT.
Cuentan que el gremialista llevó a Juan Grabois a un encuentro con los otros popes sindicales pero terminó mal: casi se trompean con Héctor Daer. Hoy la incorporación de los trabajadores de la economía popular a la central obrera sigue trabada.
“Hay una resistencia lamentable”, le dice Grabois a NOTICIAS. “Son pocos los que no quieren pero son poderosos, que estúpidamente ven la incorporación de los trabajadores de la economía popular como una amenaza a su poder cuando no lo es, hasta planteamos entrar sin posibilidad de votar”.
por R.N.
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