Thursday 25 de April, 2024

POLíTICA | 04-03-2023 12:25

Psicología Javier Milei: el extraño mundo del liberal

Fomenta el fanatismo mesiánico y se rodea de "armadoras hot". Denuncias por favores sexuales. Inestabilidad emocional y encuestas en alza.

Javier Milei es una anomalía en la política argentina. Su identidad libertaria, su catarata de insultos, el toque particular de su pelo largo y su pose rockera, su pasado de economista mediático, el odio que dice tener contra toda “la casta” y, en especial, el hecho de haber armado de la nada un espacio que debutó en una elección sacando el 17% de votos lo separan del resto. Sin embargo, oculto a la vista el diputado tiene una singularidad llamativa: a diferencia de lo que sucede con Cristina Kirchner o Mauricio Macri, es casi imposible distinguirlo a él del partido que comanda. Uno es un espejo de otro, o más bien, una extensión.

Si Milei grita, en La Libertad Avanza hay griterío. Si Milei desconfía de una gran parte de los que lo rodean, en La Libertad Avanza hay sucesivas razias donde expulsan a sangre fría a los “traidores” y donde los que quedan lo siguen con una fe ciega, como a un líder mesiánico. Si Milei se apoyó toda la vida en su hermana, es ella quien se encarga de los temas centrales y de monopolizar la caja en La Libertad Avanza. Si Milei quiere protagonizar una boleta electoral a toda costa y llenar escenarios, como soñó desde que cantaba en una banda Stone, La Libertad Avanza cierra los acuerdos necesarios para que eso suceda, aún si eso supone pactar con “la casta” que el diputado juró venir a destruir. Si a Milei le gustan las mujeres de cierta contextura física, en La Libertad Avanza crecen influencers que se hicieron conocidas por subir contenido hot a sus redes, mientras que van apareciendo denuncias de “favores sexuales” y acusaciones de toda índole hacia varios dirigentes. En donde empieza una historia termina la otra.

Botas locas. Entonces, si el espacio del libertario es igual a él -o su hijo putativo-, la duda que queda es clara. ¿Quién es Javier Milei? ¿Quién es el outsider que irrumpió de la nada en la política hace menos de dos años y que ahora, según marcan todas las encuestas, se encamina a hacer una gran elección y tal vez entrar a un ballotage?

Quizás la respuesta esté en su biografía. Horacio fue un padre ausente, que tuvo una rápida escalada de chofer de colectivo a dueño de varias líneas de transporte. En Villa Devoto, donde los Milei vivían y a dónde el luego diputado iba al colegio Cardenal Copello, una de las dos grandes escuelas de la zona, nadie vio jamás ni recuerda a Horacio, a pesar de que en los setenta ese barrio era mucho más pequeño y residencial de lo que es hoy. De Alicia, su madre, algunos hacen memoria y hablan de los dos perros pekineses blancos con los que solía pasear, pero no mucho más. Lo que no sabían los vecinos y compañeros de Javier era lo que sucedía puertas para adentro. Y no podían saberlo porque él nunca fue un joven muy social, no dejó amigos en el colegio, ni en el barrio ni en Chacarita Juniors, el club en el que jugó desde 1983 a 1989 -y donde dejó una fama de arquero bravo que salía a descolgar centros sin reparar en la integridad física de los rivales-. Pero, aunque afuera de su casa no se supiera, la infancia suya y de su hermana menor, Karina, estuvo marcada por una larga serie de tormentos y abusos por parte de sus progenitores. Fue una historia triste que tendría al economista separado de sus padres durante varias décadas, hasta que a fines de 2018, luego de mucha agua bajo el puente, la vida los volvió a juntar y decidieron dejar el pasado atrás.  

¿Puede este párrafo sobre la historia de Milei, una vida resumida en mil caracteres, explicar todo lo que sucede en el espacio que fundó y comanda? Difícil, aunque sí puede aportar algunas luces. Por ejemplo, desde el momento cero de La Libertad Avanza el economista, un hombre al que nunca se le dieron bien las relaciones sociales, fue muy receloso sobre quién accedía a las primeras filas del armado. Ese núcleo original incluía a los influencers Emmanuel Dannan, “El Presto”, al abogado Carlos Maslatón, y, un escalón más abajo, a la que luego sería presidenta de la juventud libertaria, Mila Zurbriggen. Todos ellos, luego de que Milei accediera a su banca en el Congreso, serían expulsados o invitados a retirarse del lugar, lo mismo que le sucedería a una docena de dirigentes más. Aunque todos los declarados rebeldes venían de lugares distintos o tenían historías disímiles, compartían algunas características: todos tenían voz propia, la espalda suficiente como para discutir con el líder o para crecer como figuras con peso propio, o, a contramano de lo que luego demostraría Milei, no estaban dispuestos a aceptar cualquier acuerdo con tal de llegar a la elección presidencial. Además, aunque entre los despedidos tienen diferencias entre sí, todos los que se fueron apuntan a un aspecto poco tangible pero central en esta historia: la personalidad de Milei, a la que describen como inestable, y a los negocios que alrededor suyo se están generando. “Milei se volvió loco, hace una declaración absurda atrás de otra, y junto a su hermana Karina y a Kikuchi (ndR: Carlos, el monje negro del espacio), se encargaron de exterminar la militancia liberal”, dice Maslatón. “Javier tiene aires de mesianismo, jugó con nuestra ilusión y se aprovechó de la juventud. Es una persona que no escucha y que traicionó a su gente más leal por plata y gente sucia”, apunta Zurbriggen, que se fue del partido haciendo serias denuncias sobre la venta de cargos y sobre los “favores sexuales” que hacen “prostitutas” dentro del armado. En off, muchos de los que se fueron son aún más crudos. “Javier es un buen tipo, pero no estaba bien de la cabeza antes y ahora, con tanta centralidad, se volvió loco, ve conspiraciones en todos lados, hasta en la gente que lo acompañó cuando no era nadie”.

Titiritero. Estas acusaciones van aparejada con una realidad: los que quedaron cerca de Milei carecen de peso propio, una trayectoria política previa y -salvo las agarradas ocasionales que él tiene con su hermana- no le discuten nada.

Aunque hay varios casos, el que más destaca es el de Lilia Lemoine, una cosplayer famosa en ese rubro que en el 2019 incursionó en la política en el espacio de José Luis Espert y es la mano derecha de Milei desde que este hizo su debut electoral. Ella es su asesora -lo peina y maquilla para las entrevistas o para los discursos, acción por la cual recibe un suculento sueldo de la Legislatura porteña donde La Libertad Avanza tiene cinco miembros- y es una fanática defensora del “líder”, como lo llama. En privado habla del diputado como un “elegido” que está en una “misión” para “salvar” al país.

Lemoine fue una de las pocas en darle la razón al economista cuando este habló de legalizar la venta de órganos, y es capaz de pelearse y amenazar a los que tienen diferencias con Milei. “Pedazo de caca, déjame de joder, porque voy a averiguar quién sos y sin el anonimato no vas a ser tan machito, pelotudo”, dice en un audio que se viralizó en las últimas semanas, en un cruce con un twittero. En noviembre del año pasado en San Juan se agarró feo con la presidenta del Partido Libertario de esa localidad, que se había separado de Milei con acusaciones parecidas a las que hacen todos los que se van. En el video se ve como Lemoine la va a buscar, la patotea, amenaza y termina a los empujones hasta que la separan. La asesora del diputado también protagonizó un episodio complejo con Zurbriggen. La cruzó a la salida del canal A24, en donde ella fue a contar las denuncias que tiene para con el espacio, la insultó y subió a las redes la grabación en la que incluía -y lo hacía notar- la patente del auto en el que se retiró. “Eso es una práctica fascista, y la hace alguien que está al lado de Milei. ¿En qué se convirtió este espacio?”, dice uno de los que se fue.

Además, Lemoine comparte otra particularidad con varias figuras que hoy aparecen cerca de Milei. Es que tanto ella como María Celeste Ponce, presidenta de la agrupación “Pumas Libertarios”, Juliana Santillán, una de las armadoras en Buenos Aires, y Lourdes Palavecino, otra militante importante en el espacio, suelen subir fotos hot a las redes o directamente lucrar con eso. Lemoine vendía imágenes eróticas suyas, en dólares, en un sitio llamado “Patreon”, y no es la única de esta lista que generaba ingresos de esta manera, una actividad que está muy lejos de lo que suelen hacer el resto de militantes o políticos. Cuando Zurbriggen hablaba de “mujerzuelas y prostitutas” que hacen “favores sexuales” y que gracias a eso “acceden a cargos para los que no les da” estaba haciendo foco en esto. Una aclaración: los “cargos” son, en verdad, lugares de mayor relevancia dentro del espacio, que solamente tuvo un bautismo de fuego electoral y que en verdad no tiene demasiados “cargos” para repartir, más allá de los de la Legislatura porteña.

Sin embargo, la bomba que hizo estallar Zurgbriggen trajo mucha cola porque justamente este venía siendo un tema debatido puertas para adentro. Es que todas las discusiones terminan en un mismo lugar: cómo se armará la lista nacional y las listas provinciales de Milei para las elecciones. Aunque a simple vista podría parecer una pelea de egos, es exactamente lo contrario: a pesar de que nadie imagina al libertario siendo Presidente para fin de año, los 18 o 20 puntos que las encuestas le auguran lo convierten en la gallina de los huevos de oro. Todos los que vayan en los primeros lugares de las listas legislativas van a terminar obteniendo un trabajo más que rentable durante al menos cuatro años.

Esa realidad es cierta para todos los partidos con chances en las elecciones, pero en el caso de La Libertad Avanza tiene una particularidad. Es que ahí es todo menos transparente el método en cómo los cargos se reparten. No es por mérito, por los votos que puede aportar, por los militantes o por el armado, como sucede en otros espacios. Una sospecha, según dicen los que se van, es que en este partido se asciende por los “favores sexuales”. Otro es, lisa y llanamente, con plata. En un chat que reveló NOTICIAS en su edición anterior, Karina Milei blanqueó que su hermano no asistía a ninguna “cena” si antes “no le pagaban” antes, una tarifa que según las fuentes va de los 3 mil a los 10 mil dólares. Es apenas una parte de una realidad más compleja: es un partido cruzado por las denuncias de la venta de cargos, que los políticos de cada provincia que tienen sello y caja le “compran” a Milei su apoyo para las elecciones locales. El domingo 5 de marzo debuta un aliado del libertario en Trelew, un ex vicegobernador de Chubut que era ultra K (ver recuadro). ¿Tendrá que ver la caja con este apoyo o el hombre de golpe se habrá hecho liberal? Sobre la duda de cómo se escala en esta partido se monta también la de quiénes lo integran. Sobre el presidente del Partido Libertario de Buenos Aires, un aliado clave de Milei, pesan denuncias de violencia y otras aún más escandalosas (ver recaudro).

A meses de las elecciones, el escenario dentro de La Libertad Avanza es caótico. Igual que su líder.

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Juan Luis González

Juan Luis González

Periodista de política.

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