Quién es quién en los Nosiglia, una familia politizada

Si bien “El Coti” es el más conocido de los Nosiglia, no es el único de la familia que hizo un recorrido en la política. De hecho, uno de sus tíos, Mario Losada, fue un gobernador radical en Misiones en los sesenta, y su padre fue viceministro de Salud de Illia.

Los hermanos de Enrique también llevan la política en la sangre. Ricardo, también fanático de Boca, tuvo su paso por la Franja Morada en su etapa universitaria, y luego fue director de Deportes de la Capital Federal, durante el gobierno de Aníbal Ibarra. A María Catalina le dicen “La Cati”, en un juego de palabras por el apodo de su hermano. Fue asesora de la Secretaría de Educación de Alfonsín, y trabajó como coordinadora en el ministerio de Desarrollo Social de la Alianza. Ahora es la secretaria académica de la UBA, que es un puesto clave: los concursos para las titulares de cátedra y las currículas pasan por ella. En la universidad se dice que es una mujer de muchísimo carácter, pero que nunca mezcló la política con lo profesional, y que trabaja mucho. María Magdalena era otra hermana, que está desaparecida. Militaba en el ERP y a los 23 años la dictadura la secuestró. Es una herida que, cuentan los que conocen al “Coti”, todavía le duele al radical.

El protagonista de la última tapa de Noticias tuvo tres hijos. Hipólito fue vocero del ministro de Justicia de Macri, Germán Garavano, y ahora trabaja con Juan Bautista Mahiques, fiscal general de la Ciudad y uno de los dardos predilectos del kirchnerismo cuando denuncian Lawfare (los Mahiques son una reconocida familia judicial). El otro hijo es Juan, que fue legislador porteño y es uno de los líderes del radicalismo de la Ciudad. Ahora está a punto -aunque todavía no fue oficializado- de convertirse en el nuevo secretario de Deportes de Larreta, lo que para muchos confirma la alianza táctica entre los Nosiglia y el jefe de Gobierno. El padre descarta esa versión: dicen que él le aconsejó a Juan no agarrar ese cargo, porque era poca exposición. Los Nosiglia llevan la política en la sangre.

por R.N.