De todos los afectados en la vasta galaxia peronista por la decisión de Cristina Kirchner de no presentarse hay unos que asoman en el primer lugar. Es La Cámpora y sus dirigentes. Esta organización, que nació formalmente en el 2006, depende desde entonces de los votos de la madre del líder, Máximo Kirchner. La pobre performance electoral que tuvo el espacio en el 2019 en los distritos que compitió, y lo que las encuestas dicen que va a ser una derrota de Mayra Mendoza en su intento de reelección en Quilmes lo demuestran.
La Cámpora está en una encrucijada compleja. ¿Puede haber cristinismo sin Cristina en la ecuación? Es un desafío que hasta ahora nunca se habían planteado y cuya respuesta se verá en poco tiempo.
Por ahora, el horizonte es el acto en la 9 de julio del 25 de mayo, cuando se cumplirán 20 años de la asunción de Néstor Kirchner. Ahí se espera que hable la vicepresidenta y que dé alguna pista sobre el rumbo a seguir. De cualquier manera, Máximo no esperaría a esos avances. En el mundo camporista se habla de que está creciendo la tesis de cerrar una alianza con Sergio Massa para las presidenciales. ¿Massa y “Wado” de Pedro? Es una ecuación que empieza a convencer a cada vez más kirchneristas, aunque falta aún un detalle para nada menor: no tienen todavía la aprobación de “mamá”. ¿Dará la bendición?
por R.N.
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