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PERSONAJES | 22-12-2011 21:12

“En el arte y en el sexo puedo ser libre”

Multifacético y apasionado por las esferas, investigó diversos soportes y lenguajes del arte. Taoísmo, Evita y la Coca Sarli.

Prolífico productor de obras de arte en soportes tradicionales, tecnológicos e “ilógicos”, Pla es un curioso de la vida (“A mi niño interior todavía no lo maté”) y un ciudadano del Universo: “Me entiendo más si me pienso universal. Creo que todo está ínterrelacionado; los colores son ondas, las notas musicales también. Si uso el rojo sé que se relaciona con la nota do y tienen una cierta vibración cósmica”, dice. Taoísta, interesado en la metafísica cuántica y el sincretismo entre Oriente y Occidente, da señales de una profunda espiritualidad y de una conducta cibernética que lo lleva a experimentar tecno aventuras y a vivir en constante evolución.

Nació cuando IBM lanzaba su primera computadora comercial, en 1952, signo premonitorio de su pasión digital y bajo otro signo, el de Cáncer, lo que explicaría su atracción por la Luna, su planeta regente. Sentado en un banco del Paseo Los Tilos –en el Centro Cultural Recoleta, donde presentó su muestra “Pla, 40 años en el arte”– lleva una camisa y un pantalón impecables, signé Armani. Por eso, verlo en la tapa del catálogo, vestido con smoking, tutú y calzas –y no es una foto trucada– resulta tan divertido.

Noticias: La Luna es una de las obras que más conmueve al público.

Eduardo Pla.: Nosotros siempre vemos un lado de la Luna. Descubrí que se podía ver el otro porque la NASA tenía fotos. Me autorizaron a usarlas, pero son planas y el problema era cómo llevar el plano a la esfera. La National Geography, que aplica cartotecnia, me enseñó la técnica para poder hacerlo.

Noticias: Esta Luna no es como la instaló en Puerto Madero.

Pla: La diferencia es que a esta la puse en un cuarto espejado, con paredes de acrílico italiano. Los espejos enfrentados multiplican las imágenes y te hacen sentir como en el medio del Universo. Al entrar y caminar alrededor de la Luna, ver los efectos ópticos y escuchar Voces Celestiales –nombre del tema musical– la gente disfruta.

Noticias: ¿Por qué lo consideran inclasificable?

Pla: Me formé en distintas ramas. Estudié cine, teatro, televisión, diseño gráfico, arquitectura, dirección de arte… me gusta experimentar. Yo mismo evité la clasificación, porque es una especie de jubilación. Sos ese pintor que pinta eso y toda tu vida vas a pintar eso… ¡Un embole!

Noticias: Sin embargo, las esferas son su ícono omnipresente.

Pla: Es que una vez el entonces director del Museo Nacional de Bellas Artes, Jorge Glusberg, me pidió algo que llamara la atención para poner afuera del Museo. Armé las esferas gigantes, con las que ya había trabajado en Italia. ¡Y a partir de ese momento, soy Pla, el de las pelotas! Vienen y me dicen: ¡Qué lindas sus pelotas!... (ríe a carcajadas). La esfera tiene que ver con el Universo, con el vientre materno, con el infinito y con lo lúdico: en cualquier lugar del mundo el niño o el grande juegan a la pelota. Porque tiene inercia, se mueve. Si jugás al fútbol con un cubo, es un opio. Y para el artista es una forma desafiante; lo plano me aburre.

Noticias: Que el curador Julio Sánchez lo llame “rara avis”, ¿le cae bien?

Pla: ¡Qué culpa tengo si me gusta hacer de todo! Quizá en ese sentido sea un bicho raro. No me gustan las etiquetas, porque anulan otras facetas que podés tener y el otro no ve.

Noticias: Períodos analógico, digital y expandido. Así organizó su exposición ¿Por qué?

Pla: Analógico es mi primer período sin utilización de lo digital; yo empecé con el Súper 8, después 16 y 35 mm; el video todavía no era accesible a la computadora. De esa etapa tengo pinturas en acrílico, obras con Marta Minujín, una película de 1974, “Alicia en el país de las maravillas” con música de Charly García… Después empezaron las computadoras simples, como la Atari. Estaba estudiando dirección de arte en Milán y tenía que hacer mi tesis. Usé una computadora que era como una tableta gráfica con un lápiz y lo que dibujabas aparecía en la pantalla. La conecté a un video y lo presenté. El jurado era estrictísimo. Al rato me llamaron y dijeron: “¡Bravo! ¡Con un matone ha fato un miracolo!” (¡Bravo! ¡Con un ladrillo ha hecho un milagro!) Y comenzó mi etapa digital.

Noticias: En los `60 y `70 vivió en los Estados Unidos.

Pla: Fui para seguir aprendiendo, porque allí había más vida digital que en Italia. Abrí un estudio de publicidad y marketing, pero no era lo mío y en mis ratos libres exploraba la pantalla. Expuse esos trabajos y gané un premio. Enseguida, los italianos me llevaron a Milán, donde trabajé en diseño gráfico, industrial y de indumentaria.

Noticias: ¿Qué valoraron de su trabajo?

Pla: Que manejaba lo tridimensional con un millón de colores. No es lo mismo que dibujar con un lápiz y un papel. Diseñaba un jacquard para la industria textil y me pedían un cambio de color: lo resolvía adelante del cliente con la computadora. Tenía una impresora con cera de color, sobre un papel con relieve, como con hilos de seda. Les llevaba esos impresos y se impresionaron.

Noticias: Su época expandida es su presente ¿por qué?

Pla: Para una bienal en Venecia se me ocurrió una escultura de cristal y fui mandando las partes vía web. Recibían la información e iban cortando los cristales. ¡Cuando llegué a Venecia, la escultura estaba hecha! ¡Es fascinante, el siglo XXI es el de la expansión! La gente ve mis obras expandidas en la red.

Noticias: ¿Cómo fue esa anécdota en Córdoba, a propósito de la gente?

Pla: Hubo que poner una valla para que no tocaran la obra que mandé, porque la iban a agujerear. Entonces busqué al obispo y le dije: Monseñor, ¿me deja ponerla en la puerta de su catedral? Me preguntó: ¿Por qué? Porque es el Jubileo, son 2000 años de Jesucristo, le contesté. “Entonces está bien”, dijo. Y ahí quedó. ¡La gente la transformó en un objeto de culto! En Buenos Aires también hubo una bienal de arte sacro y representé el rostro de Jesús con cientos de imágenes. Pero no les convenció y ni siquiera lo mostraron. Quince días después, la obra fue a Zurich y se vendió el primer día, diez veces más del precio que yo quería. Ah! ¡No sos un pelotudo!, pensé.

Noticias: ¿Es la técnica del mosaico digital?

Pla: Sí. Ahí arranqué con la serie “Las mil caras de…”, con retratos argentinos: empecé por Evita y terminé con la Coca Sarli.  De la Coca vi miles de fotos, desde que nació hasta hoy. La idea es mostrar en un retrato la vida de una persona. Con Evita me ayudaron sus hermanas y doné el cuadro a su museo.

Noticias: Hay un programita de diseño gráfico que lo hace.

Pla: Pero yo no lo uso… Cuadriculo la imagen final y voy probando fotito por fotito… pero no le voy a contar más. La técnica no es nueva, pero lo que es original es el sentido biográfico.

Noticias: Dicen que usted es tan entusiasta como crítico de la tecnología. ¿Por qué?

Pla: Primero aclaro: yo no tengo conflicto entre tecnología y arte. Lo que le critico a la tecnología es que siempre aparece algo distinto: el enchufe o una perilla incompatible ¡Déjense de joder! Estamos en plena globalización, pero cada marca saca su modelo con una diferencia que te complica. Tengo una Notebook Apple y en Uruguay un LCD. Dije, es una boludez: con un cable los conecto. ¡No! Hizo falta un adaptador especial, por teléfono no nos entendíamos con el servicio técnico, tuvo que venir un hombre que tardó cuatro horas, gasté 300 dólares y recién pude conectar los aparatos. ¿Esa es la globalización?

Noticias: Me hace pensar en el fracaso del esperanto…

Pla: Y sí. Y lo que decís me hace pensar en la gran paradoja que vivimos, ¡Tanta internet y comunicación y la gente está cada vez más sola!

Noticias: ¿Dónde vive?

Pla: En Buenos Aires. También en Punta del Este y en Milán. Viví mucho en la zona del Lago di Como. Duro aquel tiempo. Era un sudaca y el italiano del norte es arrogante, no es como el del sur. Después me convertí en un personaje del lugar. Y en Milán lo mismo. Pero si ven que sos confiable, profesional y útil, te abren las puertas. Y triunfé. Fui aquel sudaca que fue a enseñarles cómo usar las computadoras. ¡Un delirio!

Noticias: ¿La retrospectiva fue idea suya?

Pla: Sí. Y hacerla en el Centro Cultural Recoleta, porque acá estaba el asilo de ancianos y yo vivía cerca. Tenía 15 años y venía con mi Súper 8 a filmar. La Municipalidad en ese entonces hizo un concurso. Metí a los viejitos en un bondi, los llevé a pasear por la ciudad y claro, ellos vieron otro mundo. Hice un documental con sus testimonios y le puse música de Pink Floyd, que eran desconocidos. Gané el primer premio.

Noticias: ¿Le gusta el tango?

Pla: Me gusta; pero no el tango llorón. Me deslumbra Piazzolla. No se quedó, siguió evolucionando libremente.

Noticias: ¿Cree en la libertad?

Pla: Hay dos lugares en donde yo puedo ser libre: en el arte y en el sexo.

Noticias: ¿Tiene sentido del humor?

Pla: Más o menos. En Italia me contaban chistes y yo, ¡nada! Me río con la ironía.

Noticias: ¿Taller y casa en el mismo lugar?

Pla: Sí, todo en Palermo. Es un edificio que tenía bulines de personajes famosos y los fui uniendo. Son dos pisos chiquitos de casa y dos de estudio.

Noticias: ¿Qué cosas no le interesan?

Pla: El fútbol. ¡Y eso que estoy tanto con las pelotas! Lo que no me interesa es la obviedad.

por Sissi Ciosescu

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