Friday 29 de March, 2024

RESTAURANTES | 27-01-2012 16:13

Cocina creativa y novedosa

“Leopoldo”. Cerviño 3732. 4805-5576. Reservas 4807-3410. Todos los días de 12 hs. a 2 (viernes a sábados 20 a 2). $ 120/$ 170, sin vino.

Una breve introducción histórica que intenta responder a los interrogantes de los lectores. La pregunta que recibimos es sobre el significado de la palabra francesa “Viennoiserie”, que alude a un estilo de desayuno o merienda aparentemente austríaco, pero formado por productos franceses, un clásico estilo para desayuno o merienda (croissant, pain au chocolat, brioche,  beignet, pain aux rasins, chausson  aux pommes, etc., nacido en Viena en 1839 y acabó llamándose “pâtisseries viennoises”), popularizado gracias al escritor francés Alphonse Daudet en una popular novela (“Le Nabab”, 1877).

Pero pasemos al tema que nos ocupa: un original restaurante porteño con misterioso y hermético nombre, “Leopoldo”. Hace relativamente poco tiempo los empresarios gastronómico Javier Cainzos y  Diego Gera, más el chef Renato Rossano -un equipo con amplia experiencia en la gastronomía y la cocina-, montaron un lugar acogedor (con impactante y extenso mural de Cynthia Cohen), apto para 65 cubiertos y con una cocina innovadora. El menú es amplio y con permanentes detalles que estimulan la imaginación. Este ítem responde a una corriente innovadora que está en pleno desarrollo: sobre una base clásica, van produciendo reemplazos de productos y cocciones, con condimentos poco experimentados -como se verá más adelante-, y resultados que llaman la atención.

Ejemplos varios: Tartare de salmón con queso de cabra y palta Hass sobre pumpernickel; Dados de salmón a baja temperatura, emusión de limón y huevas de salmón; Ceviche de vieyras, con mousseline de palta y ravioles de coco; Won ton de pato con salsa hoisin y chutney de kabutia; Salmón curado con especias, relleno de palta sobre pepino japonés; Atún marinado con sésamo, raviolis crudos de mango y jengibre con ensalada de curry verde; Ojo de bife madurado con papas Anna trufadas, huevo perfecto, puré de espárragos, hongos salteados y crocante de jamón crudo; Pato Pekin magret sobre fideos de soja, pata confitada con hongos shiitakes y lychees; Tortelloni de conejo, con langostinos y alcauciles salteados, sobre salsa de tomate y concassé; Cordero de Chubut en dos cocciones sobre coulis de damascos, con puré de berenjenas ahumadas, habas frescas y tomate confit; y como postres: Moelleux de dulce de leche, sopa de banana y menta, nuestro helado de dulce de leche; Texturas de chocolates belgas blanco, negro y con leche; Tarta fina de manzana Rommel, crema, inglesa de pistachos y helado de canela. La carta es considerablemente más amplia y tiene modificaciones estacionales.

Se trata, pues, de un restaurante innovador y audaz, que juega con los productos, sus aromas y sabores en combinaciones muy personales.

por Fernando Vidal Buzzi

Galería de imágenes

En esta Nota

Comentarios