Una semana antes de morir, a los 88 años, Juan Melé inauguró con su presencia optimista la exhibición “Melé. Una vocación constructiva”, el pasado 22 de marzo. Aplaudido, expresó su satisfacción por estar rodeado por su obra y el público. Sin saberlo, Universidad Nacional Tres de Febrero le dio una última alegría con el despliegue de su muestra, paralela y convergentemente con la de Antonio Asís.
También docente, Melé nació en Buenos Aires en 1923, donde temprano se vinculó con el quehacer artístico. “Mis primeras creaciones fueron mis propios juguetes”, dijo, tratando de decidir si lo que le atraía eran los colores o construir con madera. Color y construcción se unen en pinturas, esculturas, grabados, a partir de su participación en 1945 de la vanguardista Asociación de Arte Concreto Invención. Los artistas concretos deseaban cortar con el arte figurativo, con la representación de la realidad y con cualquier huella de subjetividad. Como puede verse en las 23 obras de este apretado compendio de su trayectoria ,con pinturas de los años `40 y `50, y también la dinámica obra realizada en sus años neoyorquinos, los relieves de los últimos años (foto, obra del 2010), Melé permaneció fiel al ideario constructivo. “Sus obras son ejemplo de perfección formal y creatividad”, apunta la curadora Nelly Perazzo.
por Victoria Verlichak
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