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COSTUMBRES | 27-04-2012 12:36

Historia de la canción política

El folklore, el género más ligado al “espíritu nacional”, fue una expresión militante para diversas agrupaciones e ideologías. Apogeo y declinación. El escenario actual.

El folklore, como ningún otro género musical popular, intervino durante gran parte del siglo XX en los principales debates políticos de la Argentina. Y aunque en el recuerdo de la mayoría, los setenta fueron el momento de apogeo en esta sociedad de militancia y canción, la amalgama comenzó bastante antes y llegó hasta mucho tiempo después.

Carlos Molinero; músico y miembro de la Academia del Folklore; se abocó al inmenso trabajo de historiar y analizar la canción política entre 1944 y 1975. El resultado fue “Militancia de la canción” (Ediciones de Aquí a la Vuelta/Editorial Ross) un grueso volumen, único en su especie, que ordena creaciones y alineamientos partidarios de los principales artistas del folklore. De las bases de su investigación y de la importancia de sus conclusiones, Molinero habla en esta entrevista.

Noticias: ¿Por qué el folklore se asoció con la acción política más que otros géneros?

Carlos Molinero: Porque fue identificado, desde la época del Centenario, con las esencias nacionales. Antes no era así. Lo “criollo” era símbolo de lo atrasado e inculto. Símbolo de algo a eliminar o sustituir, como el gaucho. El problema es que el mismo éxito de esa política de sustitución generó una catarata de masas urbanas ideológicamente contestatarias. La cuestión del ser nacional aparece en esos años. Los representantes intelectuales de los sectores dominantes (Lugones o Rojas, por ejemplo) buscaron fundar en el campo y en la historia las raíces de lo que era verdaderamente “argentino”. La reivindicación del “Martín Fierro” tiene ese origen. Y desde entonces favorecieron el folklore, justamente por privilegiar lo rural y antiguo frente a lo nuevo y urbano del tango. Allí arranca un proceso de construcción del género que es apoyado por todos los gobiernos (por ejemplo, se establece un Censo Nacional de Folklore en 1921, luego el Día de la Tradición y la creación del Instituto Nacional de la Tradición, y ya en el peronismo, aparece el decreto 33711, con la obligación de difundir un 50 por ciento de música nacional). Hasta 1975, fue construyéndose una identificación entre lo argentino y el folklore. La definición del género sería: “la nación en sonido”.

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por Adriana Lorusso

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