Friday 29 de March, 2024

MUNDO | 01-06-2012 14:43

Conspiración en el Vaticano

El arresto del mayordomo de Benedicto XVI, la destitución de su banquero de confianza y la lucha de facciones por la sucesión papal.

Han descubierto al mayordomo. Ahora solo falta encontrar el revólver humeante”, ironizó el vaticanista Marco Politi en un estilo que claramente hacía pensar en una novela policial.

La analogía refleja las dimensiones que alcanzaron las intrigas que estremecen al Vaticano desde hace varios meses y que incluso parecen haber puesto en peligro la vida de Benedicto XVI. ¿Quién podía imaginar hace pocas semanas que el principal hombre de confianza del Sumo Pontífice saldría de la Santa Sede esposado como un vulgar delincuente?

El arresto fue el jueves 24, cuando la gendarmería vaticana penetró hasta los apartamentos pontificios para detener a Paolo Gabrieli (46). Casi desconocido fuera de las 44 hectáreas que ocupa el Vaticano, ese hombre simple, casado y padre de dos hijos era un personaje clave de la vida privada y de la seguridad del Papa: Paoletto, como se lo conocía familiarmente en la Curia, era el encargado de despertar a Benedicto XVI a las 6.30, oficiaba de acólito en la misa que celebra todos los días a las 7.00, le servía el desayuno a las 8.00, el almuerzo a las 13.30 y la cena a las 19.30. A atardecer lo acompañaba en su paseo diario por el jardín, le preparaba los remedios, hasta lo ayudaba a instalarse en la banqueta del piano para que el Papa pudiera dedicarse a su placer terrenal preferido: Bach y Mozart. Alrededor de las 9.00 de la noche le preparaba el pijama, le abría la cama y lo ayudaba a acostarse después de haber rezado.

En las filmaciones y las fotos de los viajes del Papa se lo ve siempre sentado en el asiento derecho del papamobile al lado de conductor.

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por Christian Riavale

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