Tal vez solo el arte sea capaz de elaborar cabalmente las secuelas de una memoria trágica. Esta es la consigna del Espacio de Arte AMIA, que desde 2004 ha generado acciones e intervenciones que reelaboran el pasado y se alzan contra el olvido.
En el 2012, al cumplirse 18 años del atentado, el homenaje comienza con un libro y su contenido exhibido en una muestra. Ambos se llaman “Una mañana de julio” y son la “Memoria ilustrada del 2012”, curada por Elio Kapszuk y Mónica Weiss. Se trata de 231 ilustraciones realizadas por artistas del Foro de Ilustradores. Una colección de dibujos exquisitos, contraparte visual de los cuentos escritos por Canela, Eduardo Abel Giménez, Enrique Melantoni, Márgara Averbach, Verónica Sukaczer, Graciela Repún, Paula Bombara y Daniel Burman.
Al mismo tiempo, la instalación “Ausencia visible”, de Emiliano Miliyo, se puede ver hasta octubre en la Sindicatura General de la Nación (Av. Corrientes 381). En el Espacio de Arte AMIA (Pasteur 633), hasta el 31 de este mes, “Dibujando la memoria” exhibe los trabajos realizados por alumnos del IUNA. Y, simultáneamente, en el Centro Cultural Recoleta, la Sindicatura y el Espacio de Arte AMIA se muestran 18 videos creados por alumnos de la Facultad de Diseño y Urbanismo (UBA). Una completa agenda
de actividades reunidas por el recuerdo y la elaboración de una tragedia que todavía nos duele.
por Adriana Lorusso
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