Logra que uno se sienta como si estuviese acomodado en el living de él, que saboree el café que seguramente habría ofrecido y hasta huela el perfume de su vida doméstica. Pero estamos en un salón (neutro y despojado) del hotel Emperador, y vino a Buenos Aires para presentar su última película, “Pájaros de papel”, que participa en la muestra MadridCine 2012. Allí reluce su nueva faceta de cantante. Él, que no cantaba ni en la ducha, se dejó llevar por el director (Emilio Aragón) y terminó soltándose. Parece que en esta última parte de su vida viene descubriéndose en todos los ámbitos con una actitud más relajada y gozosa: Imanol Arias está renovado, ahora le gusta la ropa no tan seria, fuma solo dos o tres cigarros al día y lleva una maleta más liviana. También intenta ponerle límite a su verborragia, obedeciendo al desafío de su actual mujer, Irene Merixgtell Rodríguez López: decir todo con humor. Entonces habla menos, dice (y se ríe). Ella, veinte años menor, es, según él, su usina transformadora.
Noticias: ¿El cambio empezó a los 50?
Imanol Arias: Sí, un poquito más… me demoré dos (años) porque estaba entretenido rodando y no me di cuenta de que había cumplido 50, pero sí, el virus venía de ahí seguramente.
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por Valeria García Testa
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