Friday 29 de March, 2024

MúSICA | 16-08-2012 20:39

La alegría brasileña

Ivete Sangalo enloqueció a un Luna Park repleto con el “axé” típico del carnaval bahiano.

Una vez más, es difícil plantear cuestionamientos frente a una artista que desbordó el Luna Park con entradas que sorprenden por sus precios, entre 1.200 y 450 pesos, y de pie en las localidades más caras. Es antipático decir que se reitera en su modo de presentar los temas, de arreglarlos y de hacerlos sonar, o de armar el repertorio. Y hasta puede parecer absurdo frente al reconocimiento que ha tenido esta mujer con sus 40 años hermosamente llevados, por parte de muchas figuras de la música de todas partes y géneros.

Ivete Sangalo fue modelo, pero apenas pudo se escapó hacia la música. Fue creciendo en la aceptación a partir de su potente modo de expresar la música del carnaval de su región, eso que llaman “axé”. Vendió millones de discos. Su garganta poderosa y prolija y su energía interminable sedujeron a figuras como Juanes, Maria Bethania, Shakira, Seu Jorge, Bono, Ricky Martin o Alejandro Sanz, entre muchos, que fueron sus compañeros en grabaciones y recitales. Y más cercanamente, Caetano Veloso y Gilberto Gil compartieron con ella un show en la tevé carioca, plasmado en un álbum. El año pasado cantó con Diego Torres la apertura de la Copa América; y antes lo habían hecho en el Madison Square Garden de Nueva York, para lo que resultaría un disco en vivo muy bien recibido por el público.

Volviendo a lo que vimos ahora, lo del Luna fue fiesta, diversión, transpiración, canto grupal. Hubo mucho pulso marcado, mucha alegría carnavalesca, mucha música para festejo prolongado, y una orquesta grande con bronces y percusión avasallantes; y otra vez Diego Torres de invitado. Poco de elaboración y de sutileza, de cambio de “tempo” y de otro tipo de búsqueda; esa que quedó registrada en el disco con Veloso y Gil y que, al parecer, nadie quería escuchar en este caso.

por Ricardo Salton

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