Tuesday 16 de April, 2024

SALUD | 21-09-2012 11:11

Las medidas para adelgazar

Un sistema propone comer de todo, pero calculando la cantidad de alimentos que se ingieren. El marketing, y las contras.

Desde la década del `70, cuando el cardiólogo estadounidense Robert Atkins condenó a los carbohidratos y exaltó a las proteínas, la sucesión de dietas que las personas empiezan y abandonan en apenas dos meses no para de crecer. A Atkins le siguieron los programas de Berverly Hills y su régimen a base de ananá; después, otro cardiólogo, Dean Ornish, lanzó una dieta vegetariana con un alto contenido en fibras pero muy baja en grasas (menos del 10%, entre 15 y 25 gramos diarios), lo que significó la redención de las pastas sin relleno y los panes integrales.

La lista sigue: la dieta de la zona (propone consumir por día un 40% de carbohidratos, un 30% de proteínas y un 30% de grasas); la dieta learn (basada en entre un 55 a 60% de carbohidratos y no más del 10% de grasa saturada);  las dietas que propugnan el consumo hiperbajo de calorías.

Muy populares en sus diferentes momentos, todas se fueron poniendo de moda sin solución de continuidad, pero casi ninguna logró ponerle un límite real al problema del abandono (apenas el 2% de quienes empiezan una dieta adelgazante la continúan seis meses después de haberla comenzado). Y en realidad, ya lo dice el médico argentino especialista en nutrición y obesidad, Alberto Cormillot, “nada nuevo puede inventarse si se tiene en cuenta que los componentes de los alimentos son tres, hidratos de carbono, grasas y proteínas, lo único que están haciendo las dietas de  moda es cambiar los porcentajes”, con lo cual un régimen para adelgazar sin ejercicios y sin un cambio integral a la hora de comer (ni un médico que la siga de cerca), suele terminar en un 98% (dicen las cifras estadísticas de abandono) en el fracaso más absoluto, porque las personas no las siguen después de los primeros meses.

¿Qué se puede hacer para dejar de contar calorías y de pensar tanto en los componentes de las comidas? La respuesta varía, y para eso están los programas de control del peso y de la obesidad serios, dirigidos por médicos especialistas en nutrición, y basados en diagnósticos y tratamientos personalizados. Pero dos estadounidenses dicen tener ahora una propuesta masiva, que por el momento, es furor en América del Norte: Lifesize, que se nutre de comer porciones más pequeñas. De todo, pero menos.

Los creadores del sistema son un personal trainer (Steven Kates) y  un cineasta (Myles Berkowitz). El sistema en cuestión: un set de ocho recipientes-medidores para comer proteínas, carbohidratos y  grasas, controlando las cantidades.

El método. Un recipiente es para servir carbohidratos (papas fritas, arroz, pastas); otro para platos picantes (comida china o india, por ejemplo); otro para tortas; uno más para carnes; un medidor para lácteos; otro más para snacks; uno pequeñito para extras como mayonesa, manteca y croutons y el último, especial para servir líquidos.

Más información en la edición impresa de la revista

Galería de imágenes

En esta Nota

Comentarios