El termómetro marca más de 30 grados en el infierno de la ciudad de Buenos Aires, pero en las coquetas oficinas de Francisco de Narváez apenas se siente. Afuera, en el mediodía del miércoles 7, el calor no afloja.
Zapatos sin medias, pantalón de elegante sport y camisa de manga larga, el diputado juega durante toda la charla con una botella de agua mineral semivacía. La entrevista transcurre un día antes del 8N, que al cierre de esta edición se materializaría en forma masiva en las principales ciudades del país, con epicentro en la Plaza de Mayo. De Narváez ensaya una autocrítica. “No es un hecho aislado. Algunos podrán protestar porque no pueden comprar dólares, y otros porque no pueden pagar la comida. Hay un reclamo a la política, además del Gobierno, en la cual me incluyo, por no representar cabalmente una alternativa. Por eso le doy mucha importancia al 8N”, asegura el diputado.
Noticias: ¿Ustedes, desde la oposición, sienten que también son responsables por la protesta?
De Narváez: Absolutamente, todos. Me siento reclamado en el 8N, como en el 13 de septiembre.
Noticias: ¿Se siente reclamado?
De Narváez: Sí. Hay que unirse por encima de los personalismos.
Noticias: ¿Va a ir a la marcha?
De Narváez: No, pero van a ir mis hijos y Agustina, mi mujer. Y estoy feliz de que vayan.
Noticias: ¿Y ellos qué reclaman?
De Narváez: Agustina siente que la actitud de la Presidenta es tremendamente agresiva, y ella, siendo abogada, percibe con mucha claridad la decisión del Gobierno de restarle independencia a la Justicia.
Noticias: ¿Y usted por qué no va?
De Narváez: Porque la convocatoria es desde la sociedad civil.
Noticias: Si no estuviera en la política, entonces iría.
De Narváez: Sí, como ciudadano sí, como lo hice en el '82 con la marcha por el regreso a la democracia. Y he participado de otras.
Noticias: ¿Un sector de la oposición se sube al 8N? El PRO convocó a la marcha.
De Narváez: No soy quién para juzgar o inducir las decisiones de otros.
Noticias: ¿Cree que va a cambiar algo después de la marcha?
De Narváez: La sociedad argentina se está fracturando, y la historia nunca fue buena para nosotros cuando se fractura la sociedad. Eso me preocupa. Seguramente el 9 de noviembre vamos a tener un sabor distinto. Espero que sea positivo. Todo el mundo tiene el derecho de expresarse, y eso es fantástico. La sociedad le reclama a la dirigencia política que se haga cargo.
Lea la entrevista completa en la edición impresa de la revista Noticias.
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por Federico Mayol
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