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RESTAURANTES | 22-04-2013 13:52

Bendito festín

“Lupita”. Olga Cosettini 1091, Dique 3, Puerto Madero. 4311-4842. Cocina Mexicana. Lunes a lunes de 12 al cierre. Happy Hour: miércoles a domingo desde las 18. Reservas. Principales tarjetas. Precio promedio: $ 180.

La cocina mexicana es una de las más variadas del mundo, tanto por sus ingredientes  –difíciles de encontrar en otras tierras–, como por sus preparaciones, muchas de origen indígena. Por este motivo es que, como los propios mexicanos suelen enfatizar, solo se puede comer cocida mexicana en México. Su cercanía con los Estados Unidos dio origen a la cocina Tex-Mex (Tex por Texas, el Estado que más kilómetros de frontera comparte con México) la cual, como suele suceder con todo lo que cae en manos de los americanos, es la que acabó conociéndose como el genérico mundial de la “cocina mexicana”. Unas de las principales características del Tex-Mex es el agregado de queso fundido a sus preparaciones, pero más allá de los detalles puntuales, esta reversión de la cocina mexicana fue la que abrió el camino para intervenirla con productos propios en otras latitudes.

En Buenos Aires, “Lupita” creó el Argen-Mex. El chef Maxi Luque asume abiertamente que se trata de una cocina fusión y platos como los tacos de cordero con chorizo colorado, el burrito argento (con ojo de bife y chorizo grillé) o la quesadilla de cerdo (con bondiola guisada), son la prueba viviente de que así es. La combinación de nuestras carnes con las clásicas tortillas de maíz y la gran cantidad de ingredientes y condimentos que suelen llevar los platos, resulta en una cocina que, si bien no es sutil y mucho menos liviana, se adapta bien al paladar argentino.

“Lupita” siempre es una fiesta. Suena música fuerte y se come fuerte. Todo se comparte. La colorida ambientación, con vírgenes y santos varios iluminados con luces de colores, estimulan el espíritu lúdico. Sus happy hours son memorables gracias a la barra de Alejandro Daia, con una gran variedad de margaritas combinados con jugos naturales y sofisticadas preparaciones. Rabbit (con zanahoria, maracuyá y lima), Tomate y Frutilla (con syrup de aceto), De Todos los Santos (con tequila infusionado en pimienta, mandarina y maracuyá) y White (con tequila infusionado en wasabi, leche de coco y leche condensada). Para picar: guacamoles (no se pierda el Tropical, con leche de coco y jugo de maracuyá); sopes (tostadas tibias crocantes) clásicos con guacamole o con pollo o cerdo; y fajitas, en clásica plancha caliente con diversas salsas, de más a menos “picosas” para armar su wrap. También hay combos de 6 o 12 piezas, con quesadillas, tacos, burritos, guacamole y demás. Todos los platos vienen con la opción de elegir cuán “picoso” lo quiere, lo cual siempre se agradece en la Argentina, donde suele temérsele al picante.

Los postres de “Lupita” también hacen honor a la abundancia: torta fría de lima, creme brulée de dulce de leche y, si se anima, la Copa Lupita con helado de chocolate, dulce de leche y crema americana, crema de Baileys, brownies y frutillas maceradas. Siempre puede pedirle a la enorme virgen de Guadalupe (“Lupita” para los amigos) pintada en el techo del lugar, que interfiera por su digestión.

por Fernando Vidal Buzzi

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