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SHOWBIZ | 26-07-2013 14:15

Los chicos crecen

De rockeros púberes a empresarios discográficos, los Hanson analizan su trayectoria, el rumbo de la industria y las nuevas tendencias.

En su número “La tanda”, Les Luthiers promocionaba al coro infantil “Los niños cantores del Tirol” con un eslogan que resaltaba lo obvio: “¡Véalos antes de que crezcan!”. Cuando los hermanos Isaac, Taylor y Zac Hanson –formando la banda que bautizaron con el apellido familiar– tuvieron su “hitazo del verano” con la canción “MMMBop” era 1997. El guitarrista Isaac tenía 17 años. El tecladista Taylor solo 14. El baterista Zac apenas 12 años. Ni habían entrado en la adolescencia y ya eran estrellas.

“Pero fuimos diferentes”, dice Zac ya adulto, “Mientras hubo muchas bandas que fueron 'diseñadas' para gustarle al público de cierta edad, nosotros teníamos la misma edad que nuestras fans. Éramos su misma generación, lo cual siempre generó una identificación muy fuerte. El tiempo pasó para todos y nuestros seguidores crecieron con nosotros”. Sí, los Hanson son los Harry Potters del rock.

De aquella primera gloria a la actual madurez pasaron nueve discos que lograron vender 16 millones de copias en todo el mundo y una media docena de sus canciones que, a lo largo de los años, ocuparon puestos relevantes en el ranking de Billboard. Sus comienzos, en 1995, fueron como banda independiente. Grabaron un disco por su cuenta e inclusive el primer registro discográfico de single “MMMBop” data de un año antes que su versión comercial, y fue producido en forma independiente. El éxito dentro de la industria les llegó cuando fueron fichados por Mercury Records, “pero la relación no terminó bien”, explica Isaac, el guitarrista, “el sello fue comprado por otro sello –Island Def Jam–, que a su vez era de Polygram, que luego se fusionó con Universal Music... y las fusiones nos mataron. Llegó un punto en que, dentro de la estructura corporativa, ya no encontrábamos gente que estuviera dispuesta a acompañarnos en nuestro rumbo artístico, nuestra relación con la compañía era completamente disfuncional”.

Así, en el 2003 decidieron abandonar la vida dentro del circuito discográfico tradicional y fundaron su propio sello, 3CG Records. Hoy, tras un camino que los llevó de la independencia a la corporación y de regreso a los orígenes, además de un buen recuerdo del pasado, los hermanos Hanson son músicos experimentados, compositores y arregladores eficientes de canciones bonitas y –casi por la fuerza y como parte de la búsqueda de un rumbo– empresarios.

Que, como buenos hermanos, hablan a coro mientras toman “lattes” enormes en un hotel palermitano, durante su más reciente visita a la Argentina.

Noticias: ¿Cómo fue la transición de ser una banda independiente a firmar con una discográfica grande, para luego volver a la independencia?

Zac Hanson: Al igual que nuestra música, el negocio también evolucionó. El mercado hoy es muy distinto de cómo era cuando firmamos nuestro primer contrato discográfico. En el camino apareció la distribución digital –legal e ilegal–, aparecieron un montón de nuevas tecnologías y las discográficas tuvieron que cambiar su modelo de negocios. Así, fuimos descubriendo que el mayor valor que podíamos generar era alimentar nuestra relación con los fans. Necesitábamos un lugar donde pudiéramos trabajar fuerte en eso, y el contexto de las grandes compañías no lo fomentaba, así que nos volvimos independientes.

Taylor Hanson: Estar atado a un contrato con una discográfica, además, es limitante en cuanto a la distribución. Teniendo nuestro propio sello, podemos elegir con libertad qué distribuidora es más adecuada para cada disco, para cada producto. Cuando entramos en crisis con la discográfica, nos planteamos la posibilidad de mudarnos a otro sello, pero abrir nuestra propia empresa era lo que más se ajustaba a nuestras necesidades. Lo curioso es que ya llevamos diez años en el negocio y, cuando empezamos, todos creían que estábamos locos. Había miedo de abandonar la seguridad corporativa. Pero hoy todos están de acuerdo en que el modelo de negocios que hemos desarrollado –estés o no de acuerdo– es innovador e interesante. Somos los dueños del contenido que generamos y lo licenciamos como sea más conveniente.

Para leer la nota completa, adquiera online la edición 1909 de la revista NOTICIAS.

por Diego Gualda

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