Thursday 28 de March, 2024

POLíTICA | 13-01-2014 15:51

Después del Nestornauta, ¡Llega el Ottanauta!

El verano del jefe camporista con look “Eternauta”. Paseos en kayak y casa familiar.

Es grande, ¿no?”, dice José Ottavis, vicejefe de la Cámara de Diputados bonaerense, líder de la Juventud Peronista y uno de los hombres más poderosos de La Cámpora, vestido con camiseta de fútbol frente a la casona en el barrio Los Troncos de Mar del Plata, donde NOTICIAS lo encontró el jueves 9 por la mañana. La casa, construida en piedra y vidrios espejados con un estilo vanguardista en un terreno de casi 800 metros cuadrados, tiene tres dormitorios en suite, playroom y una pileta cubierta que integra al fondo con el living.

Fuentes del mercado inmobiliario local dicen que el alquiler de una propiedad de esas características durante enero no baja de 50.000 pesos. También hay quienes deslizan que Ottavis habría alquilado una casa contigua exclusivamente para hacer reuniones políticas.

Pero, cuando se le preguntó si pasaba ahí sus vacaciones, el jefe camporista se defendió con un argumento algo inverosímil: “No, yo no paro acá, estoy en un hotel en La Perla. Acá para mi familia, hoy le festejamos el cumple a mi tío por ejemplo”. ¿Él y su familia hacen vacaciones por separado? Los vecinos no están del todo felices: hubo roces varios con los Ottavis por el volumen de la música en el barrio más caro de todo Mar del Plata.

El diputado ultra K, que fue acusado de golpes y amenazas por su ex mujer, Laura Elías, es un habitué de Mar del Plata: “Vengo siempre”, afirma. Este verano, eligió La Caseta, un balneario frecuentado por famosos al sur del Faro de Punta Mogotes donde ocupa una carpa que cuesta 500 pesos diarios, donde se lo ve conducir un jeep y también un cuatriciclo rojo.

Más allá de la calma en Mar del Plata, el frente político se volvió turbulento para Ottavis en las últimas semanas. El mes pasado, Francisco Echarren, intendente de la localidad bonaerense de Castelli, lo acusó de aprietes al ver en su municipio pintadas que decían “Echarren traidor” y “con la JP no se jode” en medio de una puja de poder justicialista entre camporistas e intendentes locales que buscaban imponer nuevos jefes en la Cámara de Diputados bonaerense. Las elecciones legislativas tampoco favorecieron este año a la agrupación comandada por Máximo Kirchner, que vio su poder mermado en términos de nuevos cargos.

Pero en La Caseta, después de almuerzos generosos y siestas en reposera, Ottavis se calza un traje de neoprene ajustado como el Eternauta para romper las olas en kayak.

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por Federico Fahsbender

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