Friday 29 de March, 2024

TEATRO | 24-01-2014 08:00

“Rinoceronte”, un clásico con acento francés

De Eugéne Ionesco. Con Serge Maggiani, Hugues Quester, Valerié Dashwood y elenco. Dirección: Emmanuel Demarcy-Mota. San Martín, Avda. Corrientes 1530.

★★★★★ Si como dice el refrán, para muestra solo hace falta un botón, el inicio de la temporada internacional del Complejo Teatral de Buenos Aires, este sábado 25 de enero, a las 21 y el domingo 26, a las 17 y 21 en el teatro San Martín, con la representación de “Rinoceronte”, del escritor francés, de origen rumano, Eugène Ionesco (1909-1994), por la compañía parisina Ensamble Artistique del Théâtre de la Ville, augura un año de alta calidad y búsqueda de la excelencia en las visitas extranjeras.

Noticias pudo asistir a las funciones que se ofrecieron en el marco del tradicional y célebre festival internacional escénico “Santiago a Mil”, que de forma anual se realiza en Chile desde hace 21 años. Imán para programadores internacionales, la propuesta francesa causó un gran suceso en la capital trasandina.

Originalmente estrenada en 1959, dirigida e interpretada por el legendario Jean Louis Barrault, en el bello ámbito de L’Odeon de la Ciudad Luz, apenas tres años después tuvo su versión porteña en la sala Casacuberta del San Martín, conducida por Luis Mottura, con Alberto Argibay en el papel principal. Los memoriosos atesoran en particular aquella traslación nacional, adelantada a su tiempo, porque desde los pasillos de la platea se desplazaban actores caracterizados como animales.

Se trata de una de las obras cumbre del teatro del absurdo. En ella, el autor revela el germen de las futuras e inhumanas tendencias dictatoriales que asolarían la sociedad mundial durante la década del sesenta. Tal vez lo más interesante del texto es que no brinda respuestas sino que plantea interrogantes y deja librada la interpretación, en infinitas aristas, al desconcertado espectador.

En la trama, un domingo como cualquier otro, Bérenger (Serge Maggiani), habitante de una pequeña ciudad, oficinista tímido e inconstante y su entusiasta amigo Jean (Hugues Quester), debaten la falta de personalidad de uno de ellos. Cuando intempestivamente, un rinoceronte atraviesa las calles para asombro de los vecinos que siguen la carrera del animal, espantados por su insólita presencia. Entre ellos se encuentra Daisy (Valérie Dashwood), una hermosa mecanógrafa a la que Bérenger ama en secreto.

La aparición de un segundo animal termina por demostrar la incapacidad de organización que existe entre los numerosos personajes. Cuando todos los pobladores se metamorfosean en bestias salvajes, incluida la bella muchacha, Jean preconiza eufórico una vuelta al estado animal de la especie humana. Bérenger vacila y se pregunta si él también debe seguir a la manada o resistirse valerosamente. Lo que Ionesco descubrió, en palabras del prestigioso crítico Ernesto Schoo, era “la tragedia de una civilización cada vez más informada y menos comunicada”.

En la inteligente y sutil puesta en escena del joven y talentoso director galo Emmanuel Demarcy-Mota (actual director del Festival de Otoño de París) quien exhumó el poco representado texto de Ionesco, también emergen, en una escena inquietante, casi de manera onírica, las fieras del título. Tal vez para recordarnos, mal que nos pese, que aún continúa latente el fantasma del totalitarismo político.

Cuenta a su favor con un elenco de homogénea calidad que supo capturar, a conciencia, el espíritu oscuro de la pieza. De todos modos, sería injusto no destacar las presencias de Maggiani, Quester y Dashwood, tres actores inmensos. La vigencia perenne de las reflexiones del dramaturgo se evidencian de modo tangible: la extrema soledad humana, el gran obstáculo para expresarse y comunicarse entre las personas y la insignificancia de adorar ídolos despóticos.

Gracias a los buenos oficios del Institut Français, la Embajada de Francia en la Argentina y la gestión del Ministerio de Cultura porteño, esta imperdible versión se presentará, con sobretitulado en castellano, en la sala Martín Coronado.

por Jorge Luis Montiel

Galería de imágenes

En esta Nota

Comentarios