★★★ Un comentario previo se impone: Cristóbal López, que compró Radio 10 para realizar política y negocios, desiste ahora de realizar política, en el horario más indicado de la AM. Pero lo hace después de echar a Marcelo Longobardi y de fracasar sucesivamente con Samuel Gelblung y Antonio Laje.
López, con “Levantado de 10” y aunque Casella no encaja del todo en el cambio, parece pretender un programa imbuido de la liviandad de Roberto Funes, el periodista que fue elogiado por la Presidenta: “Robertito te hace sentir bien, feliz y alegre y no anda diciendo tonterías”, dijo Cristina Kirchner.
Casella viene de conducir un ciclo de entretenimiento (“Bien levantado”, Radio Pop 101.5, de 6 a 9). Y su éxito fue tan arrasador que duplicaba la audiencia de cualquier otro programa que se ubicase en el segundo lugar.
El programa tiene diversos costados: chimentos, algo de política, onda retro (música de los `60, `70 y `80, preguntas y respuestas sobre el pasado del espectáculo en la voz de Silvio Soldán). Debutan también varios imitadores (de Luis Majul, Oscar González Oro y Víctor Hugo Morales, entre otros).
Hay asimismo, en la esencia de los que hacen este ciclo, un gran interés por la vida sexual de las personas, aspecto que consiste en difundir algo así como un sufragismo coital universal. Y se suma un segmento (que fue muy exitoso en la versión FM) sobre “de qué equipo de Primera B debe ser hincha ‘Levantado de 10’”.
Lola Cordero (“la Gallega”), luego de once años viviendo y haciendo radio en la Argentina, sigue en su esfuerzo por hablar como española. Y tiene, además, una página de consejos barrocos (onda FM Milenium de los `80), en la que predica solemnes disparates. Por ejemplo: “La vida es lo mejor que hay”, asegura. (¿Habrá algo peor o mejor fuera de la vida? ¿Será ella la primera inmortal?).
Todos los columnistas y movileros son eficaces y el operador está pegado a la transmisión. Hay en el programa, por otra parte, un aspecto muy propio de la sociedad global: ningún tema tiene el centro. Ninguno lo constituye todo y todos constituyen algo.
La producción es buena y descubre personajes singulares como Leonardo “El Patón” Morillo, quien irá caminando hasta Brasil para el Mundial.
Beto Casella, que proseguirá en la Pop de 9 a 13 (hará siete horas de radio), empezó a cimentar su éxito en Mitre, en el año 2004. La clave estaba en su habilidad para “hacer masa” con el oyente, interesándose en él. Ahora hace menos reportajes y la intención del programa es entretener. Pero Casella perderá esencia si deja su original “empatía” (sentimiento que consiste en ponerse en el lugar del otro) y se limita a la “simpatía” (suscitar sentimientos amables y divertir).
por Luis Frontera
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