Friday 29 de March, 2024

TELEVISIóN | 13-06-2014 08:00

“Camino al amor”, la telenovela de Zampivanez

Lunes, martes, jueves y viernes a las 22, por Telefe. Con: Sebastián Estevanez, Mariano Martínez, Carina Zampini, Juan Darthes, Rodolfo Bebán, entre otros. Dirección: Hugo A. Moser y Mauro Scandolari.

★★★ ¿Qué decir cuándo algo que no nos gusta funciona? Para la parte cuestionada es sencillo porque le basta con sacar a flote la chicana del “público tiene razones que el crítico no entiende”, argumento falaz que cierra toda posibilidad de discusión. Pero yo sí quiero discutir porque involucro al espectador como parte del espectáculo e intento comprender sus razones. Si bien el receptor siempre completó la obra, las redes sociales permiten como nunca antes potenciar la capacidad decisoria del público.

Con el #Marcoria (Marcos y Victoria) de “Dulce amor” ese público de fans eligió una pareja protagónica y una historia de amor. Ni lerdo ni perezoso, el dueño del boliche, Quique Estevanez, apostó, más relajado, por la segunda vuelta y otra vez, estamos ante Sebastián Estevanez, este año como Rocco, y Carina Zampini, como Malena. Juntos, #Rolena en la nueva “Camino al amor”. O Zampivanez, si la saga continúa.

Coherente, el Señor Amor volvió a abrir el juego en un negocio de fletes y mudanzas, con parejas para cada edad y, esta vez, sin tanto rollo ni distancias sociales sino con secretos y culpas exageradas. Malena (qué sufrida la Zampini) y Rocco (ahora el difícil soy yo) se amaban pero un mal entendido (¡incomprensible!) hizo que él se fuera a México y se casara con otra, una muy mosquita muerta llamada Lupe (Sofía Reca), mamá de una nena. Tendremos, entonces, un año para desenredar ese nudo histérico del “yo te dije” y “vos me dijiste”.

La otra pareja protagónica es la de Gina, hermana de Rocco (Sol Estevanez) y el taxista Ángel (Juan Darthés aún sin encontrar el peine). La tercera edad está representada por Armando, el papá de Rocco (Rodolfo Bebán) y Amanda, la mama de Ángel (Betiana Blum, en una de sus tantas arrabaleras); y los más jóvenes, por Vitto, medio hermano de Rocco y Gina (Mariano Martínez) y Pía (María Eugenia Suárez), una chica muy rebeldeway que, por el momento, no es pariente de nadie.

Son personajes con perfiles definidos, rápidamente reconocidos para el público, y que en cada escena entregan algo y jamás relajan. La narración de las tiras de Estevanez siempre es ágil y aceitada, sin morosidades, por lo que logra mantener la atención arriba todo el tiempo. Ese constante ping pong de diálogos y primeros planos emotivos impide la escapatoria y uno se queda ahí viendo qué pasa, cómo se resolverá ese tramo al que le seguirá otro y otro, en una sucesión de efectos breves, pasmosamente inocuos pero muy bien contados.

Lo axial de “Camino al amor” es, como la anterior, el ritmo: variaciones regulares de elementos diferentes, flujos y reflujos previsibles, el paso esperado en el momento y la duración justas, sin sorpresas ni improvisaciones que nadie pide y con bailarines que nunca, ni hasta el más pata dura, pierde el compás. Esa calidad compacta es la que vuelve resonante (o casi) a los productos marca Amor, les guste o no a los críticos, esos frustrados.

por Leni González

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