★★★★★ Existen todavía los encantadores y magos. Uno de ellos es francés y se llama Michel Ocelot, que comenzó haciendo películas con papel recortado y hoy usa la computadora pero como si trabajara con papel recortado.
Bueno, la técnica (hermosa) es lo que importa menos: este señor, de quien vimos “Kirikou y la hechicera”, produjo una serie de cuentos fantásticos para toda la familia, verdadera recuperación poética del viejo mundo de las hadas, y lo adaptó en un largometraje, “Contes de la nuit” (“Cuentos de la noche”, sí, tal cual).
La magia de Ocelot consiste en usar siluetas con poquísimos detalles, fondos de un diseño hipnótico y, con eso, mantenernos frente a la pantalla descubriendo historias de amor, hombres lobo, hechizos y princesas. Como corresponde a la mayor parte del gran cine mundial, no se estrenó (jamás) en la Argentina. Pero al menos puede verla en streaming: una gran experiencia plástica, y un bello ramo de relatos.
por Leonardo D’Espósito
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