Friday 29 de March, 2024

PERSONAJES | 25-11-2014 01:14

Daniel López Rosetti: “Una persona con poder maneja destinos”

Los superhéroes, a los que imaginamos invulnerables, tienen sus momentáneos  talones de Aquiles, flaquezas derivadas de la eficacia combativa de sus enemigos o, en casos puntuales, de su baja resistencia a los efectos adversos de la Kryptonita. Los héroes de la Patria, los artistas geniales y los científicos de inteligencia deslumbrante pueden parecer imperecederos pero no lo son y, sencillamente, se enferman. De eso se trata “Historia clínica 2” (Planeta), el quinto libro del doctor Daniel López Rosetti: una visita guiada por los males físicos y emocionales de personalidades ilustres, a través de la evidencia que aportan autopsias y diagnósticos conjeturales construidos a partir de los datos preservados en documentos históricos.

En el amplio despacho de su casa –donde López Rosetti prepara sus clases, delinea sus columnas de radio y televisión y escribe sus libros– hay una nutrida biblioteca en la que se entrecruzan tratados de Medicina y biografías sobre Jesucristo y,  en un rincón, un muñeco de Sigmund Freud que no tiene nada que envidiarle al merchandising de los personajes de “Star Wars”. En esta nueva entrega –“Historia clínica” fue publicado en el 2011– López Rosetti aborda las enfermedades de Manuel Belgrano, Sigmund Freud, Leonardo Da Vinci, Charles Darwin, Tita Merello y hasta un emblema literario como Don Quijote, entre otros. Columnista de temas médicos en Telefe y Radio Mitre, es especialista en Clínica Médica, cardiólogo y jefe del Servicio de Medicina del Estrés del Hospital Central Municipal de San Isidro.

Noticias: Vivimos en una sociedad marcada por la competitividad y la obligación de ser productivos para no quedar afuera del circuito económico. ¿Cómo se le dice a un paciente ´no le conviene estresarse´?

Daniel López Rosetti: El estrés ha existido siempre, es un mecanismo normal. Por encima de un cierto nivel, es patológico. El azúcar en sangre es normal, pero por encima de un nivel, se llama diabetes. El estrés es normal hasta que supera un punto,   cuando las cargas psicológicas y sociales superan mi capacidad de resistencia. Ahí surgen síntomas que, si no se controlan, determinan la aparición de enfermedades de desadaptación.

Noticias: ¿Cómo enfrenta sus propias situaciones estresantes?

López Rosetti: Siempre decimos que, en Medicina, uno puede afirmar “tal paciente tiene hepatitis, pero el médico no”. O “está cursando un infarto y el médico no”. Pero cuando hablamos de estrés, lo tenemos todos. Entonces, decimos “esta vez, los otros somos nosotros”, porque los médicos también somos padecientes. Mi trabajo me hace bien, porque de aquello que volcás sos el primer consumidor. Si hacés lo que predicás, te hace bien a vos. Otra cosa que me desestresa son los dos grandes consultorios que tengo: el de Telefe y el de Radio Mitre. Son dos espacios en los que me siento muy cómodo y, de paso, atiendo a todos los periodistas (risas). Se prende una cámara o se abre un micrófono, y para mí enfrente hay un paciente. Trato de transmitir lo que sé sin asustar. Imaginate lo que sería el sensacionalismo en el periodismo médico. Anunciás una vacuna contra el cáncer de próstata y, del otro lado, hay miles de personas que están enfermas y que van a llamar al canal o a la radio para saber más. Tampoco apruebo meterte como médico en la intimidad de personas públicas hasta un punto que no corresponde.

Noticias: ¿Y cómo traza ese límite que se impone no traspasar?

López Rosetti: Cuando hay un personaje como la presidenta Cristina Fernández o como Sandra Mihanovich –que fue noticia médica al donar un riñón a un familiar– tenés que ser muy medido en lo que informás. Como en mis columnas estoy estrictamente en mi condición de médico, hemos acordado con mis compañeros que, cuando hay partes oficiales, lo que hago es interpretarlos. No sanateo ni profetizo qué pasará con la salud del famoso, ni pontifico con frases del estilo “llegó a esto porque hizo tal cosa”. No quiero lastimar a nadie. A esta altura, nadie necesita que le recuerden que fumar hace mal. Cada vez que termino una columna, me pregunto que dejé. Mi aspiración es aportar una explicación que le sirva a alguien, comunicándola con palabras simples.

Noticias: Usted pilotea aviones. ¿No es una actividad lo bastante riesgosa como para ponerse un poco tenso?

López Rosetti: Soy piloto comercial, pero últimamente vuelo poco, porque no tengo tiempo. Volar, como es algo que uno hace con pasión y con cierto dominio de las condiciones, no produce estrés. De todos modos, lo que más disfruto hoy es estudiar, escribir, preparar clases. Tengo mi consultorio, pero hay dos lugares donde siento que hago cosas de mayor contenido social: en el hospital, donde la gente se asombra de que lo atiendas porque te vio en la televisión, y en los medios. Cuando aconsejo sobre tabaquismo o colesterol a un paciente, le sirve a él. Pero el mismo consejo, en la televisión, ayuda a muchísimas personas. Siento que por esa vía le estoy devolviendo algo a la sociedad.

Noticias: En su libro revela que Belgrano y San Martín sufrían de hemorroides. ¿Ese dato clínico no desluce el aura admirable que rodea a estos prohombres?

López Rosetti: Hago historias clínicas, no críticas…

Noticias: Entonces, escribir que un prócer sufría de hemorroides produce el mismo impacto que afirmar “tuvo hepatitis” o “sufría ataques de migraña”…

López Rosetti: No, la situación es peor, porque para luchar tenían que usar el caballo, y con hemorroides es complicado (risas). De hecho, Belgrano y San Martín se enviaban cartas con consejos para combatir las almorranas. Además San Martín utilizaba láudano –es decir, abusaba de la morfina–, que es lo peor que pueda haber para las hemorroides, porque constipa.

Noticias:  Sarmiento, otro de los personajes que analiza en su libro, era colérico, propenso a la violencia física y dueño de un apetito (gastronómico y sexual) desaforado. Pese a ello, vivió hasta los 77 años. ¿No era un candidato natural a sufrir un ACV?

López Rosetti: Sí, podría haberlo tenido. No lo tuvo, pero era un enfermo cardiovascular. Muere por insuficiencia cardíaca. Si hacés un diagnóstico psicológico de Sarmiento, observás que era una personalidad tipo A. Un temperamento competitivo, dinámico, agresivo, con tendencia al logro. Un tipo jodido. Y, también, un grande. Hay una corriente revisionista que chequea todo: en estos días, Tulio Halperín Donghi revisa la figura de Belgrano. Me parece perfecto que se lo estudie, que se lo ausculte de arriba a abajo y que se aporten nuevas perspectivas. Porque, aunque no fuera perfecto como reflejaron tradicionalmente los libros de Historia, ¿quién no quisiera que en este país hubiera habido diez tipos como Belgrano?

Noticias: En uno de los capítulos señala casi al pasar: “(…) las personas acostumbradas a manejar poder con frecuencia tienen problemas en la relación con sus médicos”. ¿Ese vínculo conflictivo obedece a una colisión de omnipotencias?

López Rosetti: Absolutamente. Una persona con poder es una persona que maneja destinos. Por el desarrollo del ego, muchas personas influyentes sienten que ese poder los habilita incluso a tener injerencia sobre sus propias células, lo cual claramente es ridículo. No resulta fácil tratarlos. Tenés que desarrollar una relación médico-paciente muy potente para poder ayudarlos. En “Historia clínica” reproduje una anécdota: Napoleón, además de poderoso, era muy culto e inteligente. Al ser poderoso y culto, y como la medicina no era la de ahora, no respetaba a los médicos; los denostaba, pero a su vez los necesitaba. Tomaba un médico y lo despedía, tomaba otro y hacía lo mismo. Vivía con acidez gástrica, hasta que encontró al médico Jean Corvisart. Este era un clínico que se especializó en cardiología, y establecieron tan buen vínculo, y Napoleón confió tanto en él, que dejó una frase memorable: “No confío en la Medicina, pero confío enteramente en Corvisart”.

Noticias: ¿Consumir noticias sobre la inseguridad y la violencia social crecientes provoca estrés?

López Rosetti: Sí, claramente. La toma de conocimiento de los eventos amenazantes –el estrés es la relación entre la amenaza (a la que técnicamente llamamos estresor) y la percepción del individuo– puede afectarnos. El aumento de la percepción de hechos reales amenazantes que generen la tríada comportamental de temor, duda e incertidumbre, es estresante.

Noticias: ¿Existe alguna recurrencia de dolencias propias de personas con poder?

López Rosetti: Sí, la enfermedad cardiovascular. Desde el punto de vista psicobiológico, vivimos con un cerebro nuevo y un corazón viejo. Nuestro corazón es muy parecido al de un hombre de hace dos millones de años, mientras que el cerebro es nuevo, tiene ciento cincuenta mil años. Y ese cerebro creó la cultura, como epifenómeno de función intelectiva. Y eso genera el estrés. Vivimos con un cerebro que evolucionó y estalló como un Big Bang intelectual, pero el corazón es viejo. El corazón tiene sólo tres arterias grandes, y se tapan. ¿Por qué se tapan? Porque no estábamos preparados para vivir más de 40 años. Aparece la cultura, las grandes ciudades, el agua potable, se combaten las pestes, te descuidás y vivís 70 años. Y encima tenés estrés, entonces se rompen las arterias. Si el corazón hubiera evolucionado, en lugar de tres grandes arterias tendría cuarenta y tres. Te infartarías y ni te darías cuenta. Y el político tiene mucho estrés, porque vive rodeado de amenazas. La naturaleza de la política es el entorno amenazante. Pienso que ser político es lo peor que le puede pasar a alguien, pero a veces tengo trato con alguno y me digo: nació para esto. Pero, de todos modos, no tienen paz.

por Carlos Maslatón

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