"Ultra exclusivo”, dice Eric Trump y se ríe solo, con sus dientes perfectamente blancos, mientras habla de su futuro edificio en Punta de veintitrés pisos de alto. No es extraño, en el fondo: el hijo de Donald e Ivana Trump sabe cómo vender un producto. Sobre la parada 10 de La Brava se despliega el showroom de lo que será la Trump Tower, uno de los proyectos inmobiliarios que más excitan la cartera de la organización familiar. Valuado en cien millones de dólares, ofrece 156 departamentos que no son para cualquiera: una unidad de apenas una habitación roza los 400 mil dólares. Sonríe para las fotos junto a su mujer, la productora de televisión Lara Yunaska, a poco más de dos meses de su boda millonaria en Palm Beach.
No hay crisis de identidad aquí. Trump hijo sabe perfectamente quién es. Educado en Georgetown y con cargo de vicepresidente en la empresa del clan, fue criado para ser la imagen viva de su papá, uno de los mayores símbolos del capitalismo de los 90's. En menos de tres años, desde que se lanzó el proyecto, la mitad de las unidades en Trump Tower fueron vendidas.
Noticias: ¿Quién compra hoy? Con la crisis del dólar en Argentina, hay muchos brasileños que hacen sentir su fortuna en Punta.
Eric Trump: Hay una tremenda cantidad de brasileños, cierto, pero todavía tenemos muchos argentinos. Te diría que son la mayoría. Cuando el mercado está flojo, a muchos les gusta invertir en ladrillos.
Noticias: ¿Cuál es el atractivo actual de la marca Trump, entonces? Es algo muy de los 90's.
Trump: Somos más poderosos de lo que alguna vez fuimos. En los 90's, nuestro territorio era New York. Ahora tenemos proyectos en todo el planeta. Construimos desde Punta del Este hasta Filipinas y Turquía. Estamos vendiendo al precio más alto por metro cuadrado y vendemos bien. Esto es vender estilo de vida: ponemos el mejor mármol, no vamos a ahorrar un dólar o dos. Consideramos invertir en Argentina.
Noticias: ¿Cuándo?
Trump: En el momento apropiado.
Noticias: ¿El “momento apropiado” es el próximo gobierno?
Trump: No digo eso. Sería cuando encontremos el terreno ideal. No tenemos que estar en cada mercado. Somos una firma familiar, totalmente privada. No hay accionistas a los que respondamos. Cuando tengamos el terreno indicado, entonces sí iremos a cualquier lugar y lo haremos agresivamente. Acabamos de comprar un edificio en Washington DC entre el Capitolio y la Casa Blanca, no podrías encontrar algo mejor.
Noticias: Fuiste criado a la imagen y semejanza de tu papá. O sea, no te convertiste en un hippie.
Trump: Me levanto a la mañana y pienso en construcción. Esa es la genética Trump. Muchas familias, muchos negocios familiares son desastrosos. Los hijos no aman lo que hacen, no aman hacerse cargo de los negocios paternos. Bueno, yo amo eso.
Noticias: ¿Cuándo el amor por los negocios se convierte en codicia?
Trump: No es codicia si amás lo que hacés. Hay tipos que trabajan en Wall Street y arruinan a otros por un billete más. Eso es codicia. Crear empleos no es codicia.
Noticias: Es común lavar dinero a través de la compra de propiedades. ¿Vigilan la lista de compradores?
Trump: Por supuesto, no quiero corruptos en el edificio. Salen a la superficie muy rápidamente y no se los deja comprar. Quiero propietarios de calidad moral.
por Federico Fahsbender
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