Thursday 28 de March, 2024

PERSONAJES | 25-03-2015 19:00

Tini De Bucourt: “Mi animé a tirar la estructura abajo”

La ex mannequin y maestra de modelos lanzó un libro y se animó al teatro. Belleza, autoconocimiento y la decisión de ser feliz.

Hola. Llega sonriendo y exultante. A la pregunta de cortesía de: “¿Cómo está?”, ella responde: “¡Feliz!”. Tini de Bucourt lanzó su libro “Mujeres felices, belleza sin tiempo”, que presentó en teatros del país y de Punta del Este en un formato imbricado, entre el stand up y la conferencia. Sus tópicos son los que en las librerías se encasillan en la sección “Autoayuda”. Ella cuida sus palabras y se ataja: no es gurú, maestra, coach, ni superada. Es, dice, una mujer que hizo un recorrido personal y que transmite “la aventura de una transformación que va desde el interior al exterior y que sólo requiere de coraje y decisión”. Un repaso rápido por ese camino indica que primero se hizo modelo y buscó que los aplausos le acariciaran el ego; que después se convirtió en maestra de modelos de primer nivel, como Dolores Barreiro o Florencia Raggi; que también incursionó como empresaria y abrió locales de ropa y de muebles; que decidió irse a India siguiendo a su, por entonces, esposo diplomático; que vivir siete años en esa cultura oriental cambió su manera de mirarse y de mirar a los demás y que a los 58 decidió divorciarse y tuvo que rearmarse. Revolea sus ojos claros y repite que está muy feliz. Su mirada brilla.

Tini De Bucourt: La belleza es el brillo en los ojos. No hay maquillaje en el mundo que te lo dé. Hay cosas que no las podés comprar ni maquillar. La energía de estar bien es algo que uno genera, que está dentro de uno, aunque no quiero irme a la espiritualidad extrema porque no soy eso, eh.

Noticias: Suele hacer esa aclaración, como si tuviera que explicar que no es una fanática.

De Bucourt: Es que como yo viví en la India, no falta quien cree que uno se fue a la India a buscar la espiritualidad y no, yo no fui a la India a buscar la espiritualidad.

Noticias: Se fue siguiendo a un amor.

De Bucourt: ¡Yo me fui siguiendo un amor! Yo creo que la espiritualidad es una actitud, de la espiritualidad no se habla.

Noticias: Se cuida de no parecer una espiritualoide…

De Bucourt: Exacto. Yo no soy Claudio María Domínguez, dicho con respeto. Yo creo que si hablás del tema es porque lo tenés en la cabeza, en la mente, no en el alma. La espiritualidad es algo que sucede las 24 horas, con tu entorno, pero es una forma de ser, una forma de ver la vida, totalmente privada, íntima y anónima.

Noticias: ¿Esos recursos los tuvo desde chica o los encontró en algún momento de la vida?

De Bucourt: Nooo, yo tardé. Lo tenía pero el cable estaba desconectado. Uno está lleno de conexiones y las va conectando a medida que va creciendo. El otro día hablé con un señor que conoció al gran amor de su vida a los 75 y me puse a llorar porque el tipo me dijo: “Estuve casado 49 años pero nunca fuimos pareja y hoy tengo 75 y estoy enamoradísimo!”. ¡Guauu! Creo que muy poca gente logra el verdadero amor. Creo que adentro nuestro hay un talento y una capacidad que es absolutamente pura pero que hay millones de capas de la cebolla que la tapan, que la protegen.

Noticias: Dedicamos mucho tiempo en no ser quienes realmente somos, ¿no?

De Bucourt: Y bueno, de eso se trata todo lo que hago. Estoy en ese camino que no va a terminar nunca y me voy a morir sin tenerlo claro.

Noticias: ¿Se siente aprendiz?

De Bucourt: ¡Total! Y además lo soy para toda mi vida. No soy más que nadie por favor, detestaría que me pongan en maestra, gurú, esas cosas.

Noticias: Pero usted da talleres de exploración personal para mujeres y quienes los toman lo harán llevando sus miedos, anhelos y frustraciones. Debe ser fuerte ser la depositaria de eso, ¿cierto?

De Bucourt: Muy, muy, cuando doy talleres… Trabajo con mujeres hace treinta y pico de años y no soy psicóloga. Me parece muy importante no venderme como algo que no soy. Sé, profundamente dentro mío, que tengo una mirada muy particular. Veo a una mujer y la vi, tiene que ver con la feminidad, con lo sutil, con la curva femenina. Estoy leyendo el famoso libro “La enfermedad como camino” y me encanta porque el autor dice algo que para mí es fundamental: “El objetivo de la vida es tener la capacidad de ver lo oculto de uno”. Yo, por naturaleza, veo eso.

Noticias: ¿Lo oculto?

De Bucourt: Eso oculto lo veo con más facilidad en la persona que me viene a ver que en mí misma. Lo digo con un respeto y con un agradecimiento enorme a todas esas mujeres que vienen a verme, desde chicas de 13 hasta mujeres de 70, tengo un abanico y una riqueza de libretos de vida. Porque cada vida es única, por eso mi trabajo es decirle: “Sé protagonista de tu vida, valorá la vida”. Volvemos a la cebolla, a ese núcleo, ese corazón que está en todos. Lo que pasa es que la vida nos distrae permanentemente porque la tentación de la distracción es terrible.

Noticias: Cuando afirma que ve la parte oculta de una mujer, queda en una línea muy fina con la gurú.

De Bucourt: ¡¡¡Gurú no!!! Ni se te ocurra. Es muy finita, muy delgada y es muy amenazador también.

Noticias: ¿Para quién?

De Bucourt: Es muy amenazador para quien no quiere ver. Mi objetivo cuando una mujer viene a compartir conmigo es que le brillen los ojos, y que le brillen los ojos no tiene nada que ver ni con la nariz grande ni que midas 1,50 m…

Noticias: En su libro dice que para ser feliz hay que tener coraje, ¿cuál fue el costo interno de asumir esa valentía?

De Bucourt: Para ser feliz hay que moverse, salir de la zona de confort, poner en marcha lo que nunca te hubieras imaginado. Ahora me estoy subiendo al escenario. Tener 64 no me importa nada, lo único que me importa es estar vital. Ojalá el universo me siga regalando la energía que tengo y si me tocara otra cosa, hoy estoy preparada para decir: “Bueno, será un aprendizaje por un lugar dentro mío que no conozco y me entrego”. Y el costo… (piensa) ¿Entendés al costo como algo negativo o como positivo?

Noticias: Elegir es renunciar, ¿no?

De Bucourt: Por supuesto, yo elegí divorciarme, por ejemplo. El costo fue un tsunami, pero mirá qué interesante, fue el tsunami más necesario en mi vida para romper un patrón que yo venía repitiendo. Yo solita con mi alma dije: “Yo salgo de esta zona de confort”.

Noticias: ¿Con qué tenía que ver ese patrón reiterado?

De Bucourt: Yo elegía hombres-papás. La nenita que perdió a su papá (su padre murió cuando ella tenía 13 años). Elegía a quien en mi cabeza era un gran protector. Pero ese es tan inseguro como la nena, porque busca demostrar el poder. Romper ese patrón es como un reseteo. Y cuando te metés en ese camino donde no hay aplausos de afuera… Volvamos a lo del costo: dejé Punta del Este, una casa divina, un local divino que era como mi hijo, me volví a la Argentina. Fue devastador. Me animé a tirar la estructura abajo. Hay que tener coraje para eso. Y llegar de vuelta acá y…

Noticias: ¿A dónde llegó? ¿Conservaba su casa?

De Bucourt: Compré mi casa. Me hice de un lugar, me rearmé. Volver a tu país, que ya no es el mismo después de 12 años de ausencia (vivió 7 en India y el resto en Uruguay), es un colador muy fuerte. Gracias a Dios, tengo amigas increíbles…

Noticias: Al momento de divorciarse, ¿no se planteó que, a pesar de tanto trabajo interior, no había aprendido nada?

De Bucourt: Exactamente, dije: “¡Otra vez, loca!”. Pero ahí me metí en el viaje más importante del ser humano. Ese viaje que es muy silencioso, muy solitario, muy anónimo, muy íntimo; donde nadie te aplaude y donde quizás nadie te entienda. Sólo las best friends que no hablan, cuando necesitás hablar, están, te quieren y están.

Noticias: Debe ser difícil seguirle el tren en todo ese camino recorrido. ¿Cómo explica lo que le pasa hoy a quien la conoce desde hace 20 años pero que se quedó con como era aquella Tini?

De Bucourt: Es casi imposible, es bastante solitario. Haberme sacado algunas capas de la cebolla, algunas, eh, momentito, no me atribuyan demasiado. Algunas capitas me saqué, entre ellas algunos disfraces, pero ahora juego con ese disfraz, sé que cuando lo necesito me lo pongo un ratito y le agradezco al disfraz. Antes lo necesitaba para respirar y sobrevivir, hoy no. Lo tengo en el baúl y digo: “Bueno, ahora me toca ir a tal lugar, me lo pongo un ratito”, pero entro y salgo. También sé que cuando uno se anima genera en el otro un espejo. Cuando decidí irme a la India, despertó los miedos de mucha gente de alrededor: “¿¡Te vas?! ¿¡Y dejás todo?!”. Esta historia del espejo. Yo laburé mucho el espejo porque estuve enamorada concretamente del espejo. Después me metí mucho en el espejo invisible, o sea en la interacción y en lo que sucede en los vínculos… (piensa) .Yo tengo tan en claro hoy mi misión que…

Noticias: ¿Cuál es su misión?

De Bucourt: Cada década me pregunto qué quiero hacer de mi vida de verdad, como para soltar por ahí una capita más. Me pregunté otra vez: “Tini, ¿qué querés? ¿de ahora hasta que te mueras, qué querés?”. Mi misión hoy es entregar y devolver, aportar esta mirada que tengo que sé que ayuda. Lo femenino es muy sagrado. Cuando veo a una mujer, quiero ayudarla como cuando a Miguel Ángel le preguntaron cómo hizo el David y él dijo: “Ya estaba, yo saqué el mármol que sobraba”. Con mucha humildad digo esto, lo que me importa es ayudarlas a que tomen un cincel y despacito vayan empezando a depurar, pero ¿qué? Dónde está tu autoestima, tu autovalor; rascá hasta que lo encuentres, valorá lo que hiciste, no des por hecho tus logros. El camino es complejo porque no soy psicóloga y no soy una espiritualista extrema.

Noticias: En el libro dice que se considera “una entrenadora con vivencias y corazón”, ¿esa es hoy su autodefinición?

De Bucourt: Sí, totalmente. Sí, sí.

Noticias: Entrenadora.

De Bucourt: (silencio). Ay, qué difícil. Lo mío es difícil, siempre fue intangible. Yo nunca uso una frase hecha. A veces la gente me dice: “Es la belleza interior”. No, ¿qué es la belleza interior? Entrenadora, facilitadora, coach no me cierra; sí, entrenadora, sí, sí. ¿Sabés lo que no me gusta? No quiero estar desnivelada, vos me venís a ver y ambas estamos simétricas. Si me das el título de maestra…

Noticias: Pero usted dice que ve cosas en una mujer que ni ella sabe. Eso la deja en un lugar jerárquicamente superior.

De Bucourt: (piensa). Ella puede tener eso y vos se lo podés decir pero hasta que no se lo apropia… Entonces yo soy en realidad una… no tengo nombre… Una que facilita al otro… ¡Soy una electricista! (risas). Como me dijo una alumna, conecto los cables que aún no están conectados. Soy nada más que una electricista, ni una entrenadora ni nada. Cuando los ojos brillan, es porque la luz está prendida.

por Valeria García Testa

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