Friday 29 de March, 2024

CULTURA | 08-04-2015 22:30

La crisis de un símbolo

Graciela Fernández Meijide explica la intención revisionista de su libro, más allá de las conveniencias partidarias. Justicia, verdad y relato.

En su vida, Graciela Fernández Meijide parece haber pasado por casi todas las temperaturas posibles respecto de la política. Fue tan sólo una observadora cuando en junio de 1955 bombardearon Buenos Aires y ella justo vio desde un colectivo el trolebús incendiado por el impacto de una bomba. Durante la dictadura de los 70, la desaparición de su hijo Pablo hizo que dejara su carrera como profesora de idiomas y comenzara a participar activamente, primero a través de organizaciones de derechos humanos y más tarde como protagonista del armado del Frepaso y el gobierno de la Alianza. La última década la ha encontrado más como comentarista de temas de actualidad y protagonista de los debates sobre los 70, un tema al que le ha dedicado libros como “Historia íntima de los Derechos Humanos en la Argentina” y “Eran humanos, no héroes”, donde criticó la idealización de la militancia de esa época.

“Hoy trabajo en política, pero no en política partidaria. También tengo un programa de radio, escribo... y me ocupo de ella”, dice señalando a la gata que la acompaña durante la entrevista con NOTICIAS. Su último libro es “El diálogo” (Sudamericana), una transcripción de las conversaciones que tuvo con Ricardo Leis –un ex integrante de Montoneros que murió en Brasil a fines de 2014– sobre esa década fetiche de la historia argentina. Allí vuelve a cuestionar la cifra emblemática de 30 mil desaparecidos y plantea que una de las cuentas pendientes en torno a esa época es que los militares cuenten lo que saben y lo que vivieron en esos años.

Noticias: ¿Le resultó delicado o incómodo escribir sobre los 70?

Graciela Fernández Meijide: No, y te digo por qué. Si uno mira mi historia, he sido muy coherente y honesta siempre. Eso no garantiza nada porque todo lleva su carga de subjetividad. Pero ya tengo 84 años, buena parte de mi vida la tuve que realizar en un espacio que jamás habría elegido, me refiero a que la desaparición de mi hijo me puso en un lugar donde nunca hubiera querido estar. Por lo tanto creo que tengo la obligación, como protagonista que fui, de contar lo que sentí y lo que yo vi que pasó. Puedo suponer que me deben haber puteado finito Hebe y otros, pero la verdad no me importa. Me parece mucho más valioso que una mente joven entienda que es una pérdida de tiempo creer que el futuro está en el pasado. Y contra eso voy a pelear todo el tiempo que me quede.

Noticias: ¿Qué le pasa cuando escucha a alguien decir que está “harto de los 70” o “de los derechos humanos”?

Fernández Meijide: Me parece bastante lógico. Sobre todo porque algo que debería ser la base del programa de cualquier partido democrático y progresista, acá se lo reduce a temas de los 70. A ver, qué pasa con el Estado y su relación con los derechos económicos y sociales, con los derechos de la niñez. O qué pasa con las cárceles. Porque uno dice “los desaparecidos tenían derechos”, lo cual era cierto. Y sus familiares también. Pero los que están detenidos hoy en una cárcel, incluso los militares que están siendo juzgados, ¿no tienen derechos? Sí tienen, mal que nos pese, aún el peor criminal.

Noticias: Pero a los militares los juzga un tribunal, ¿no?

Fernández Meijide: Hablo hipotéticamente. De hecho, el juicio de las Juntas fue un modelo de respeto. Pero hablo de poder mirar con amplitud lo que son derechos.

Noticias: ¿Pero cree que no se han respetado los derechos de esos militares?

Fernández Meijide: Es que no lo sé, pero si no se exigieran y no se cumplieran, habríamos fracasado. Supongo que al ser condenados van a apelar e irán a segunda instancia, los mecanismos de la Justicia decidirán, yo no sigo caso por caso ni tengo por qué, no soy una profesional de eso.

Noticias: Con Leis hablan en un par de pasajes de la muerte de Videla. ¿Qué le generó?

Fernández Meijide: Mire, yo en algún momento deseaba matarlos, antes de irme a dormir le metía un tiro en la cabeza a cada uno, mentalmente. Pero al mismo tiempo, la muerte jamás me produjo alivio. Tampoco me alivió que simbólicamente Kirchner fuera y bajara el cuadro de Videla. Porque si bajar el cuadro de Videla hubiera servido para evitar lo que había hecho Videla, te digo “bajalo, desde ya”. Pero creo que es más bien al contrario, que hay que tener esos retratos, que hay que tener en cuenta que a esa gente la apoyó buena parte de la sociedad. No hay golpe que se sostenga sin apoyo de la sociedad y es mejor que esta sociedad se haga cargo de que fue capaz de sostener a un dictador y de aplaudir a Galtieri.

Noticias: Con Leis plantean que a Videla debieron dejarlo morir en su casa.

Fernández Meijide: Yo siento que meter y mantener presa a gente mayor de 70 años es no cumplir con la ley. La ley te dice que la gente mayor de 70 años tiene que tener prisión domiciliaria. Y cuando desde ese lugar dejamos de cumplir la ley, ¿no la estamos transformando en venganza? Yo no quiero ser como eran ellos. Si uno peleó por la igualdad ante la ley y por el derecho a la defensa, pero consiente otra cosa, pierde. O habrá perdido.

Noticias: ¿Qué cree que que ha quedado por juzgar o debatir, respecto a los 70?

Fernández Meijide: No, juzgar no sé, creo que en Justicia es uno de los países donde más se avanzó. El tema es que tal vez cuando vos avanzás en Justicia, perdés en verdad.

Noticias: ¿A qué se refiere?

Fernández Meijide: A que sobre todo de la parte de los militares, en tanto sentían que se autoincriminaban, no han hablado. Es de dónde menos información tenés. Por eso yo estoy haciendo un llamado a que sigan el ejemplo de Leis y muchos otros como Pilar Carreiro u Oscar del Barco, que hicieron autocríticas sobre la lucha armada. Y digo “bueno, está faltando lo de ustedes”. Que por lo menos pidan perdón, que reconozcan que cometieron tropelías inútiles, que es lo más trágico de todo esto.

Noticias: En el diálogo, usted plantea la necesidad de blanquear la verdadera cifra de desaparecidos, quitar del imaginario los 30 mil. ¿Por qué?

Fernández Meijide: No es quitarlo o no quitarlo. Lo que no me gustan son las cifras que no se corresponden a las denuncias documentadas. Y lo hago por respeto a la gente desaparecida. Merecen tener nombre y apellido. Me espantan las chapitas sin nombre en el monumento a la memoria. No, acá hubo gente de carne y hueso que tenía nombre, caras, ojos, esperanza. Meterlos en un bloque de 30 mil no les hace justicia porque es un número fantasioso y yo explico el origen de esa cifra: era parte una estrategia política, legítima en su momento.

Noticias: Usted cuenta que fue para encuadrarlo como un genocidio.

Fernández Meijide: Sí, me lo explicó uno de los que lo hacían. En ese momento, cuando Eduardo Luis Duhalde y otros se asilan en España y en Francia, no existían una definición sobre “desaparición forzada de personas” entre las figuras de la Comisión Internacional de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Pero sí existía la convención sobre genocidio, que vino después de la Segunda Guerra. Eso suponía un número muy grande de gente y un grupo con algún tipo de similitud entre sí, religioso o racial, que no era el caso en Argentina, donde no hubo persecución por cuestiones raciales o de género. Por eso apuntaron al genocidio, para hacerse oir e intentar sensibilizar. Pero si leés “Montoneros, soldados de Perón” de Richard Gillespie, u otros libros con entrevistas a Perdía y Firmenich, ves que nunca hablan de 30 mil desaparecidos.

Noticias: ¿Y por qué se sostiene esa cifra?

Fernández Meijide: Por lo simbólico, todo tiene que ver con lo simbólico, como el pañuelo de las madres. La cantidad también es simbólica. El museo en la ESMA también es simbólico. Y ya desde el punto de vista de la política, el kirchnerismo ha sido muy hábil para tomar símbolos y fortalecerse con ellos.

por Juan Manuel Bordón

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