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ECONOMíA | 30-05-2015 02:44

Parte de campaña

Índices mejorados y gremios atrasados en poder de compra.

En los últimos meses la inflación descendió un escalón. La desaceleración es evidente en términos interanuales: el IPC Ecolatina, por ejemplo, mostró en abril un aumento de precios cercano al 28%, dejando atrás picos de casi el 40% anual. También bajó en términos mensuales: desde enero no supera el 2%. Esta menor nominalidad obedece a la evolución reciente de dos precios claves para el proceso inflacionario: el tipo de cambio oficial y las tarifas. La estabilidad cambiaria es un factor clave a la hora de explicar la moderación de la inflación. Si bien el deslizamiento del tipo de cambio impacta en la estructura de costos de toda la economía, es especialmente importante en los sectores productores de bienes ya que buena parte de sus insumos son importados. Por esto, la lenta evolución del tipo de cambio oficial (cercana a 1% mensual) incidió en la menor inflación en el precio de los bienes (6,4%) respecto de los servicios (11,2%).

Pero también existe una segunda ancla inflacionaria: las tarifas. El precio de los bienes y servicios regulados por el gobierno creció sólo 2,9% en lo que va del año, un tercio de lo que lo hizo el resto de los precios de la economía (+8,3%) en el mismo periodo. Además, el alza en los precios controlados por el gobierno corresponde a los bienes y servicios que menos atraso muestran (teléfonos, correo o cigarrillos), mientras que las tarifas más subsidiadas (electricidad, gas, agua y transporte) no mostraron movimiento alguno.

Salarios bajo presión. Si bien el proceso de desaceleración es claro, existe un factor que puede agregar algo de presión sobre los precios en los próximos meses: los salarios. Una vez que las demoradas negociaciones paritarias estén cerradas, el nivel de precios tenderá a acomodarse a los nuevos costos laborales. Es por esto que el gobierno está sumando la contención salarial al set de herramientas utilizadas para bajar la inflación. Detrás de la actual dilación también está el hecho de que las paritarias eventualmente se cerrarán y el pico en el poder de compra de los trabajadores coincidirá con el proceso electoral. La política económica de los últimos meses se caracterizó por la estabilidad cambiaria y tarifaria, una política fiscal que no presiona sobre la emisión (el Tesoro financia su déficit con deuda) y una política monetaria que busca que no desborde el crecimiento de los agregados. Esta estrategia tuvo sus frutos en el frente inflacionario: el alza de precios se desaceleró y la inflación ya se encuentra en niveles previos a la devaluación de enero de 2014.

La proyección de inflación de Ecolatina se ubica en 30% para el 2015. Si anualizamos los últimos seis aumentos mensuales, la inflación rondaría el 25%, pero las paritarias aún no cerraron. Si los principales sindicatos logran aumentos levemente inferiores a los logrados por el sector público (alrededor de 35%) es de esperar que el nivel de precios se adecúe a los nuevos salarios y acelere la inflación en el proceso. En este marco, las actuales negociaciones son claves.

por Ecolatina

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