Friday 29 de March, 2024

SOCIEDAD | 07-06-2015 07:34

Mujeres que dejan todo por amor

Las botineras que siguen a los futbolistas y renuncian a la vida propia. ¿Por qué muchas de esas relaciones terminan mal?

"Dejé todo por amor y sé que jamás me arrepentiré”, con esta frase anunciaba Wanda Nara en el 2009 que había decidido abandonar su carrera para estar en Europa junto a su hombre de entonces, el jugador Maxi López. Cuatro años después, el amor terminaba con un divorcio escandaloso. Una historia similar sucedió con Jimena Barón, quien en el 2013 comenzaba una relación con el futbolista Daniel Osvaldo: "Valió la pena haber resignado todo para vivir este amor", repetía la actriz en julio del 2014. Menos de un año le bastó a Barón para concluir la relación con una denuncia por violencia de género de por medio (aunque luego la declinó), y hasta un chat donde Osvaldo maltrataba a la joven. La trataba de “gato barato”.

Fueron varias las celebrities que al igual que Wanda y Barón, decidieron abandonar sus promisorias carreras, algunas en el momento de mayor éxito, para seguir a sus hombres. En particular, jugadores de fútbol. Algunas de ellas: Victoria Vanucci y Cristian “el Ogro” Fabbiani; Evangelina Anderson y Martín Demichelis y Eliana Guercio y Sergio Romero. ¿Por qué es siempre la mujer la que decide renunciar a todo para seguir a su pareja?

Según Mabel Bianco, médica y presidenta de Fundación para Estudio e Investigación de la mujer (FEIM), “a las mujeres se les transmite el valor de estar con los otros, antes que tener un proyecto propio. Se prioriza todo por ese compañero. Estas mujeres no tienen un desarrollo personal y ponen toda la atención en la pareja para tener hijos. Porque un proyecto personal es visto como algo egoísta”.

La psicóloga y Directora del Programa de Estudios de Género y Subjetividad de la UCES, Mabel Burin, se pregunta: “¿Qué clase de amor es este si hay asimetría. Hay una relación de poder. A veces se toma como amor una situación de sometimiento y de que hay que sufrir por amor. La idea de amor como renunciamiento de carrera y de proyectos. Si ellas cultivaron eso y renuncian a ello, cuando lo hacen en nombre de seguir al hombre, eso se paga caro. Porque el resultado no es neutro”.

Los romances de Vanucci, Nara y Barón, a diferencia de Guercio y Anderson, terminaron con denuncias públicas de violencia psicológica y física por parte de las mujeres. Todas ellas en  iguales condiciones: alejadas de sus afectos, indefensas económicamente y sin pasado. “Existen riesgos a corto y largo plazo más allá del amor o la duración de la pareja. Tarde o temprano el hombre logra su objetivo, o la aisla de su entorno familiar o amistades o la atrapa económicamente obligándola a una dependencia peligrosa. Con una palabra se pasa a una agresión mayor generando una violencia de la cual la mujer no puede huir”, explica la abogada Ana Rosenfeld.

Bianco concluye: “Lo interesante sería estimular  valores culturales que permitan que la mujer se desarrolle y el hombre la acompañe. No se menoscaba el hombre por buscar una casa, o no tener trabajo. Lo importante es que las parejas se acompañen en el desarrollo de su compañero”.

Galería de imágenes

En esta Nota

Comentarios