Afines del año pasado el Renault Fluence recibió un profundo cambio en la estética para alinearlo con el lenguaje de diseño mundial de la marca. Además de esas modificaciones estilísticas, tuvo cambios en el interior y el nivel de equipamiento. Pero la gama todavía estaba incompleta. Fue hace pocos días cuando se presentó su versión más deportiva denominada GT2, que llega para otorgarle mayor condimento a un modelo de fabricación nacional.
Ahora su motor naftero de 2.0 litros con turbo recibió un plus de poder con la incorporación de algunos cambios mecánicos pasó de 180 a 190 caballos, transformándolo en el auto más veloz de producción local. Alcanza los 219 km/h de velocidad máxima y acelera de 0 a 100 km/h en menos de 8 segundos.
Tiene algunos detalles que buscan otorgarle cierto espíritu deportivo, como las llantas de aleación, los tapizados de cuero con costuras en rojo y los spoilers delantero y trasero. Más allá de los detalles, el interior no presenta grandes cambios, lo más destacable de esta versión pasa por un software denominado RS Monitor que agrupa información sobre el motor y prestaciones, al estilo de los autos de carrera. Estos datos se pueden archivar en un pendrive a través del puerto USB. Las suspensiones y el funcionamiento del control de estabilidad también fueron trabajados para mejorar la dinámica, sobre todo para doblar rápido. Es un auto que hay que saber interpretarlo ya que no tiene un chasis muy predecible.
La habitabilidad interior es respetable, al igual que su generoso baúl. Sólo las plazas traseras pueden resultar algo incómodas debido a la caída del techo.
Por su parte la caja manual de sexta tiene como principal función dosificar los 190 CV a pedido del conductor. Es una función que realiza sin problemas cuando el control de tracción está activado, pero cuando el selector está en “off”, el patinamiento del tren delantero es difícil de domar para pies poco experimentados.
Un aspecto a tener en cuenta es el precio ($ 316.400), que lo posiciona como el sedán con la mejor relación precio potencia de su segmento. Como detalle mejorable: el auxilio es temporal.
*Editor de la revista Parabrisas.
por Augusto Brugo Marcó*
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