★★1/2 Quienes vieron “Chicas armadas y peligrosas” saben que en realidad Marlon Wayans es un buen actor y buen comediante. Pero en estos casos de parodia anual de “lo que más vendió de Hollywood” (el sexo bobo del tal Gray) siempre sucede lo mismo: una catarata de chistes de golpe que requieren que uno tenga en la cabeza todo lo “famoso” que pasó en los EE.UU. durante todo un año. Y a veces uno se ríe, pero también a veces uno se asusta.
por Leonardo D’Espósito
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