★★★1/2 Nada mal aunque esta película la vimos un millón de veces: un tipo que se redime. También hemos visto varias veces historias de chefs y cocineros top (las mejores siguen siendo “Ratatouille” y “Chef”, la de Jon Favreau). Y también hemos visto muchas veces a Bradley Cooper pasar de tipo insoportable a tipo amable. Bueno, todo eso se combina en esta comedia donde el personaje cocinero es Cooper, ha caído, se levanta, quiere una estrella Michelin y se enamora. Lo que hace del film ampliamente visible es que deja vivir a sus personajes, las cosas se desarrollan sin golpes bajos y todo parece natural. La manipulación y el lugar común pasan inadvertidos mientras nos interesamos tanto por el protagonista y su entorno como por esos platos.
¿Usted cree no va a cambiarle la vida a nadie? Sí, seguro: no va a cambiarle la vida a nadie. Pero en un panorama cinematográfico donde los fragmentos de vida narrados con gracia escasean, no está ni mal ni de más.
por Leonardo D’Espósito
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