★★★★ Fernández Díaz, escritor y periodista, se lleva bien con la radio. Y el hecho de provenir de la gráfica y dominar la escritura (metáforas, descripciones, etc.) le permite llegar a la imaginación del oyente y “hacerle ver” lo que le está diciendo. Hacer que el oyente “sienta que está viendo el programa” es subir al podio de la radiofonía y es también un propósito de la gran escritura: “Yo leo las voces”, escribe la rusa Svetlana Alexiévich, Premio Nobel de Literatura 2015.
Hay continuos debates sobre la diferencia entre periodismo gráfico y radial. Y Fernández Díaz los resume a casi todos.
Un columnista (él lo es) se encuentra atado a la palabra y suele desconfiar del pensamiento espontáneo. Un conductor radial dice lo primero que se le ocurre y siempre cae como los gatos.
También para el público las cosas son diferentes: en un medio gráfico el lector lee lo que quiere, pero en radio el oyente está expuesto a escuchar la publicidad y las notas que elige el emisor.
Para decirlo de una vez: Fernández Díaz es un gran columnista pero, recién cuando domine sin presiones el manejo del tiempo propio y el de sus compañeros, no tardará en alcanzar la excelencia del conductor.
El viernes 8 de este mes hubo un pequeño intercambio que puede interpretarse como un síntoma de lo que intenta señalar esta nota. A propósito de un teleteatro se produjo un diálogo entre Marcela Labarca (locutora con muchas millas en el aire) y el conductor.
Más allá de quien tenía razón, la técnica discursiva de cada uno mostró las diferencias: mientras Fernández Díaz se exaltaba, la locutora escuchaba y recién al aparecer el silencio, puso en palabras su punto de vista.
El locutor radial tiene internalizado que, cuando el otro habla no se lo debe interrumpir “pisándolo” y que, en caso de tener que hacerlo, alcanza con un gesto (“Hablen de a uno”, es el histórico reclamo de Jorge Lanata).
Estos ejemplos no desmienten que, el viernes 22, en un reportaje a tres periodistas históricos de NOTICIAS (Gustavo González, Edi Zunino y Darío Gallo), Fernández Díaz haya brindado una gran clase de conducción. Sólo señalan que el conductor que puede llegar a ser se encuentra “coming soon”.
Fernández Díaz abre el programa con textos propios y de otros autores. Y los reportajes son excelentes: Nora Bär y la ciencia argentina entre la gran tecnología y la miseria, y Oscar Conde que nos hace escuchar y entender por qué Charly García efectivamente es un genio.
Laura Di Marco es de una puntillosidad matemática: explica las variables que tendrá el peronismo para reorganizarse y construye hipótesis coherentes sobre hacia dónde irán los porotos de cada dirigente en el Congreso. Guido Martínez, siempre de buen humor, trae información y misceláneas que alivian la tensión informativa.
Finalmente, a las 23, con sus pulsiones investigativas, llegan Miguel y Nicolás Wiñazki trayendo (alegóricamente dicho) las cabelleras recién cortadas.
por Luis Frontera
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