Friday 29 de March, 2024

POLíTICA | 04-06-2016 09:01

La cuenta que Macri declaró en Bahamas y no forma parte del fideicomiso

La cuenta que el Presidente admitió en Bahamas en su declaración jurada empezó a abrir un frente inesperado.

Los números y la economía lo tienen en tensión a Mauricio Macri. Inflación, aumento de tarifas, pérdida de empleos, recesión e inversiones que tardan en llegar, todo lo tiene ocupado. Pero esos problemas económicos no son los únicos. La cuenta que que el Presidente admitió en las Bahamas en su última declaración jurada presentada ante la Oficina Anticorrupción empezó a abrir un frente inesperado y amenaza con convertirse en un dolor de cabeza.

Aunque desde el Gobierno buscaron mostrar la declaración de esos fondos que ascienden a 18.719.094 pesos como una muestra de transparencia, lo cierto es que generaron muchas dudas. ¿Por qué la declaró ahora y no antes? ¿Cómo decidió repatriarlos si supuestamente había armado un fideicomiso ciego para no intervenir en su patrimonio? ¿Por qué no avisó en ese momento que tenía una cuenta en las Bahamas? Son algunas de las preguntas que empiezan a incomodar al oficialismo.

Las cuentas y la economía de Macri vienen trayéndole problemas. Primero fueron los Panamá Papers, que revelaron que el Presidente figuraba como director de una sociedad offshore en Panamá junto a su hermano Mariano y su padre Franco. Aunque asegura que nunca operó y que se abrió para un negocio trunco en Brasil, la Justicia abrió una causa para determinar si incurrió en un delito al no advertir que era propietario de esa sociedad. Ahora, las Bahamas.

Números. Luego de que estallara el caso de los Panamá Papers, Macri decidió anunciar que había decidido poner en funcionamiento un fideicomiso ciego para que una empresa privada administre sus bienes mientras dure su mandato. El 7 de abril pasado lo oficializó en un acto en el Salón Blanco de la Casa Rosada en el que presentaba el proyecto de Ley de Acceso a la Información Pública. Mezclar el anuncio del fideicomiso con el de ese proyecto era una señal de transparencia para el Gobierno. En ese anuncio aseguró: “He decidido hacer un fideicomiso ciego, que es destinar a un conjunto de personas independientes que van a disponer de todos mis bienes y se van a ocupar de administrarlos mientras dure mi tarea pública, sin tener contacto conmigo”. Pero lo cierto es que Macri no decía toda la verdad.

Según pudo averiguar NOTICIAS, el fideicomiso ciego no incluye “todos los bienes” como prometió Macri. De hecho, la cuenta que tiene en las Bahamas y que declaró ante la Oficina Anticorrupción quedó afuera, según confirmaron fuentes oficiales. “En fideicomiso se armó sólo para las sociedades o cuentas que pudieran entrar en conflicto de intereses”, explicaron desde el Gobierno. Pero lo cierto que no es lo que había prometido el Presidente. “Armo el fideicomiso porque no quiero que exista ninguna duda en nuestra relación, yo estoy acá para intentar ayudarte y esa es la manera para que yo me desligue de lo que tiene que ver conmigo y que otro lo administre”, confió el día del anuncio.

El fideicomiso está en manos de Sociedad Fiduciaria SA que preside José María Fernández Ferrari, un abogado de la UBA y ex presidente del Colegio de Escribanos que ahora se convirtió en jefe del equipo de administradores de la fortuna de Macri.

Según fuentes oficiales, en el fideicomiso sólo ingresaron un puñado de acciones de empresas que podían entrar en conflicto de intereses como la Agropecuaria del Guayquiraro SA y El Molino Arrocero del Guayquiraro SA, dos empresas en las que tiene participación y que se dedican al negocio agropecuario. Una modificación en las retenciones al campo o alguna medida específica para el sector podrían ser sospechadas de imparcialidad, por eso esas sociedad quedaron dentro del fideicomiso, según la explicación oficial. “Así se garantiza que no haya ningún cruce de intereses”, dicen cerca del Presidente.

Casi todo lo demás quedó afuera y bajo la exclusiva tutela de Macri. Además de la cuenta en las Bahamas, por fuera del fideicomiso también quedó una cuenta en Suiza por 7.585.338 pesos, cajas de ahorro en pesos y dólares, cuentas corrientes en el país y los Estados Unidos y todas sus propiedades que incluyen un campo en Tandil, un departamento sobre la Avenida del Libertador que hoy le alquila al jefe de la ex SIDE Gustavo Arribas, la quinta Los Abrojos y un departamento en Punta del Este, entre otros bienes.

Desde el Gobierno explican que la estructura se armó así para garantizar que el Presidente pudiera tener a su disposición alguna cantidad de dinero líquido en el caso de que lo necesitara. Y además, porque evaluaron que ninguno de esos activos podía entrar en algún tipo de incompatibilidad de intereses.

La cuenta. Los fondos de las Bahamas volverán al país en breve aunque todavía no se sabe cuál sería el destino. “Ya he dado la orden al administrador para que radique el ahorro que tengo en la Argentina”, anunció Macri unos días antes de que ingresara el proyecto de Ley de Blanqueo a Diputados. Los activos están depositados en el fondo Julius Baer que se quedó con Merrill Lynch, donde originalmente habían sido depositados. Ese dinero podría ir a Letras del Tesoro, como bromeó Macri cuando reveló que los traería al país, a un plazo fijo e incluso no descartan que tome la decisión de, ahora sí, ingresarlo en el fideicomiso ciego. “Es una decisión personal del Presidente. Probablemente tarde un tiempo en volver ese dinero por los trámites que hay que hacer. Es posible que una parte estuviera en efectivo o en bonos. De eso dependerá el tiempo”, dijeron voceros oficiales.

En el Gobierno se encargaron de aclarar que los fondos de esa cuenta en las Bahamas no entrarán al país por la Ley de Blanqueo porque ya están declarados. “Están en blanco”, dicen. Al menos es algo.

por Nicolás Diana

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