El popular “Tihany”, fundado por el ilusionista húngaro Franz Czeiler, más que un circo resulta un verdadero espectáculo internacional, sinónimo de vestuario lujoso, cuerpo de baile profesional y calidad de sus números. El legendario debut en Argentina trae a la memoria la iluminación perfecta y la inclusión de desarrollos tecnológicos adelantados para la época como las famosas Aguas Danzantes.
Aquí tuvo siempre gran éxito, al punto que en 1981 sus artistas participaron de la filmación de una película que el director Enrique Carreras ambientó en su carpa y carromatos. Desde el 23/9, a dos décadas de su última presentación, se instalará en La Rural y recreará el eterno sortilegio del circo con acróbatas, equilibristas, contorsionistas y trapecistas de diferentes nacionalidades.
por Jorge Luis Montiel
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