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MUNDO | 02-10-2016 00:00

Revueltas raciales en Estados Unidos: un horizonte negro

Se engrosa la cuenta de afroamericanos abatidos en casos de gatillo fácil, y las manifestaciones se propagan por todo el país.

La tensión racial en Estados Unidos viene escalando desde mediados de julio. Y parece no haber tocado techo. Tras las declaraciones del presidente Barack Obama, los ánimos parecían haberse calmado. Pero la muerte a manos de la policía de otro afroamericano desarmado en San Diego, el tercero en 10 días, pone la problemática nuevamente en la primera plana de los diarios estadounidenses.

Disparador. Todo empezó con los certeros disparos del ex soldado negro de 25 años Micah Xavier Johnson, contra una docena de policías blancos, de los cuales mató a cinco. "Harto de los abusos" contra los de su color de piel, Johnson venía planeando la matanza desde mucho antes (lo demostró su historial de activismo en Internet).

“Fueron cinco horas las que estuvimos negociando con Johnson", señaló David Brown, el jefe policial de Dallas, luego de que el ex soldados fuera abatido. Durante todo ese tiempo, se lo escuchó delirar, reírse, y, sobre todo, preguntar "cuántos policías había matado", antes de morir él mismo.La policía y los medio locales trataron de perfilarlo como un demente. Pero su prédica racial tuvo eco, y su caso inspiró a otros "buscadores de venganza".

Unos días después, en Baton Rouge, Luisiana, otro caso de gatillo fácil contra un ciudadano negro, disparó las protestas raciales. Un centenar de manifestantes terminaron presos durante los disturbios, y otros 100 fueron detenidos por la policía en las réplicas de la protesta en Nueva York, Los Angeles y San Francisco. La mecha estaba encendida.

Activistas. En ese contexto, DeRay McKeeson, del movimiento Black Lives Matter (La Vida de los Negros Importa), filmó su propia detención y luego la difundió por Internet. Su cuenta en las redes sociales estalló. Muchos, vale decirlo, para insultarlo: "El que provoca sos vos", decían. Todo un debate se levantó alrededor del caso. Las autoridades le exigieron una fianza -de 500 dólares- para dejarlo en libertad. Y vinieron otras protestas atrás.

"Quiero que todas las partes se escuchen los unos a los otros", intervino Obama. “Espero que todos los que están en este movimiento y otras organizaciones de derechos civiles mantengan un tono respetuoso porque es una cuestión de práctica, porque así es como van a ganar el cambio", apuntó el presidente estadounidense. “Hay que hablar y decir las cosas de una forma que podamos como sociedad gestionar ese problema, pasó con los movimiento civiles, antibélicos, y lo que estamos viendo es parte de esta tradición en nuestro país", recapituló Obama. Pero la cosa empeoró.

Gatillo fácil. La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) clamó tras la muerte de Terence Crutcher, de 40 años, que se trataba de un "asesinato a sangre fría".

Los videos de la escena del crimen demostraban que Crutcher, afroamericano también, caminaba hacia su vehículo con los brazos en alto y de espalda a los agentes, cuando uno de ellos lo paralizó con una pistola eléctrica, y otro le disparó. En las imágenes se ve que ninguno intenta asistir al hombre."Los agentes de Tulsa dejaron muy en claro lo poco que les importan las comunidades de color", dijo el director legal de ACLU en Oklahoma, Brady Henderson."Al disparar a un hombre negro indefenso y luego eludir su obligación moral y legal de prestarle ayuda, (a los policías) claramente poco les importa si los ciudadanos negros que juraron proteger viven o mueren", añadió.

Días má tarde, otra muerte se sumaba al historial. “Keith Lamont Scott tenía un arma y estaba consumiendo marihuana durante el incidente”, acusaban las autoridades, que difundieron videos del tiroteo en el que un afroamericano resultó abatido por la policía de Charlotte, en Carolina del Norte.

Pero la familia de Scott contradecía la versión policial. En el video -filmado con un teléfono celular-, aportado por la mujer de la víctima, se la escucha rogar a la policía que no dispare a su marido.Clima para una tormenta perfecta que se desató días depués en las calles de Charlotte.

Revueltas

Baltimore (estado de Maryland), Milwaukee (Wisconsin), y Charlotte (Carolina del Norte) fueron los escenarios de las más recie ntes manifestaciones negras contra la policía. En todas hubo disturbios y detenidos. Las imágenes (que ilustran esta nota) lo dicen todo. El clima de tensión es palpable.

En Milwaukee el alcalde Tom Barrett dispuso que se implementara el toque de queda para adolescentes a partir de las 22hs con el objetivo de controlar los hechos de violencia: todo se desprendía de la muerte de adolescente afroamericano de 13 años a manos de la policía. Las revueltas, no tardaron en llegar: al menos 200 personas participaron en los disturbios, se registraron más de 30 incidentes con arma de fuego y varios contenedores fueron incendiados, y al menos 14 personas fueron arrestadas.

Khalif Rainey, concejal de Milwaukee, aseguró que lo ocurrido muestraba la creciente tensión que hay entre la comunidad negra de la ciudad y la policía. "Nadie puede negar el hecho de que hay problemas raciales aquí en Milwaukee, que tienen que ser no solamente examinados, sino corregidos de inmediato", dijo Rainey, que representa al distrito en el que fue abatido el hombre.

En Baltimore, funcionarios policiales reconocieron haber utilizado fuerza excesiva contra ciudadanos afroamericanos durante años, según un reporte difundido por el Departamento de Justicia estadounidense. Estas prácticas han "exacerbado la desconfianza de la comunidad" en la policía, especialmente entre afroamericanos. La investigación detectó que los "lazos de confianza se rompieron" en la ciudad, apuntó la fiscal general Loretta Lynch en una declaración. La policía se "dedicó a un patrón o práctica de conductas ilegales e inconstitucionales, que van desde el uso de la fuerza excesiva hasta detenciones, confiscaciones y arrestos injustificados", aseveró Lynch.

De Cajón. Esta semana, una muerte más mantuvo en ebullición la pelea racial. Un policía de El Cajón (San Diego, California) baleó a un hombre negro desarmado que simuló apuntar a dos agentes con las manos vacías. El jefe de la policía de la localidad, Jeff Davis, explicó que el suceso se produjo después de que el individuo se negase a obedecer "múltiples órdenes" mientras mantenía sus manos en los bolsillos. "Súbitamente sacó un objeto del bolsillo frontal del pantalón, juntó las dos manos, y las extendió hacia los agentes en postura de disparo". Entonces un policía le disparó con un arma eléctrica, pero otro agente, abrió fuego varias veces. Tras lo ocurrido, unas 200 personas, de acuerdo con la CNN, se concentraron para protestar frente a la comisaria de la localidad, situada a las afueras de San Diego.

La tercer muerte de un hombre negro desarmado en Estados Unidos en apenas 10 días. Síntoma de una problemática racial irresoluta.

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